Fito & Fitipaldis

Cada vez cadáver

Warner Music (2021)

Por: Javier Pérez

8.5

No os podéis imaginar lo que me congratula haberme topado con ‘Cada vez cadáver’, la nueva obra del señor Cabrales, que recupera, en gran parte, el ingenio y el viejo hacer de tiempos memorables, tanto en solitario, como con aquella banda que hizo historia en el poblado camino por el que transcurren los monstruos del rock de aquí.

Entiendo que si únicamente has escuchado el primer sencillo, que dio nombre hace algunos meses al compendio global de la obra, pensarás que la senda a seguir se desvía poco de lo que lleva acometiendo en, al menos, sus dos últimas entregas de estudio. Pero te equivocas. 

No es que de repente le haya explotado la vena salvaje y se encuentre desmarcando lo dicho y desandando su vereda propia; evidentemente no, no es para tanto. Pero sí que ha desempolvado viejas reminiscencias y las ha plantado al servicio de buena parte de los cortes que, juntos, rematan un nuevo legado de altos vuelos.

Por la parte más ligera, ofrece el comentado primer sencillo, “Cada vez cadáver”; te aseguro que, aunque tiene su punto (ayuda del videoclip incluida) no es, ni de lejos, donde más resplandece. Baladas a la vieja usanza, no hay más. Sin embargo, se meten en la harina de los medios tiempos con una brillante “Las palabras arden”, arrastrando blues y pegando fuerte en el estribillo. “Transporte” es la versión que tocaba hoy, de Jorge Drexler, y es la última en sonar, haciéndolo con gracia a ritmo de ranchera. Subir enteros en esta escala que estamos relatando, es lo que le toca a “Si me ves así”, que empieza suave y toma ritmo hasta llevarse otro hueco entre las favoritas. Rocanrol clásico para vestir “Fantasmas”, de las que menos impacto tienen. Prima hermana es “Quiero gritar”, con una letra divertida y una base musical con mucha cadencia. Curioso que las que más paso por alto son las que se cuecen al fuego de toda la vida.

A partir de aquí entramos en las joyas del redondo. Si las anteriores habían disparado certeramente, alguna incluso muy certeramente, las que os cuento a continuación se llevan el aplauso bruto. “Cielo hermético” fue el segundo adelanto, y ahí ya le vimos las orejas al burro. Fito en un tono de voz grave, seco, y una música acorde, a lo “Medalla de cartón”. Y la letra, excelsa, descuadra a la primera por su encaje, pero se graba a partir de la segunda.  “A quemarropa” es bárbara, en todas sus latencias. Pero resalto el puente donde desgarrando fuera de su hábitat, te hace sentir bien.

“Las palabras arden” retoma el blues lento pero profundo, y es, otra vez, en el fantástico estribillo donde se desgarra dejando una impronta simplemente sobresaliente. Me dejo “En el barro” de postre, porque, aparte de acelerar hasta límites impensables en la vida Fitipaldi, enarbolan, por enésima vez, la bandera de la creatividad cual épica victoria.La primera pasada fue ágil, las siguientes han sido voraces. Pa´lo bueno y pa´lo malo, Fito ha abierto el abanico para revivir hazañas que aún perduran en la memoria de muchos. Y no hablo de Platero, que también; aquí hay esencia de ‘A puerta cerrada’, de ‘Por la boca vive el pez’... Esencia de la que, seguramente, se empapen más de uno y más de dos con sumo gusto. Aquí el primero.

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Esta entrada fue escrita por Javier Pérez

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