Crónicas

Shining + AlithiA: Vientos de cambio

«Sus directos siguen llevando la contundencia al máximo exponente»

13 noviembre 2018

Sala Bóveda, Barcelona

Texto: Víctor Vallespir. Fotos: Nerea Mayor

La mezcla de black metal y jazz causó un revuelo importante en el progresivo mundial con la irrupción de estos noruegos que, de la mano de Jorgen Munkeby, desafiaban los límites establecidos en favor de una propuesta realmente innovadora y agresiva. Con los años, todo cabe decir, la sorpresa fue disminuyendo, hasta que este mismo 2018 Shining decidieron romper con los esquemas para apartar todo saxofón de la ecuación y lanzar un ‘Animal’ que tira de canciones poperas y directas. La reacción de la audiencia era más que previsible: el cambio siempre es bienvenido, pero no siempre es fácil.

Sea por este nuevo y controvertido disco, sea por la coincidencia de conciertos metálicos ese día en la Ciudad Condal, la respuesta del público fue realmente pobre para la descarga que se nos venía encima. Durante el concierto de Shining contaríamos poco más de 30 personas en una Sala Bóveda con 300 personas de capacidad, una postal muy deprimente para aquellos, servidor incluido, que tenían muchas ganas de ver a los noruegos en acción. Hacía ni más ni menos que cinco años desde que Shining pisaran Barcelona, desde que empezaran a subir como la espuma en el panorama progresivo con el lanzamiento de ‘Blackjazz’, desde que se convirtieran en una de las propuestas más interesantes que nos podíamos echar en cara. Es verdad que la trayectoria de la banda se desvió un poco a partir de ‘International Blackjazz Society’, y que este ‘Animal’ que nos venían presentando no cosecha demasiadas buenas críticas por parte de sus seguidores… pero lo visto en su concierto superó todas las (malas) expectativas posibles.

Y es que cuando AlithiA se disponía a iniciar su concierto éramos apenas ocho personas entre el público. Vaya, que entre la barra y los músicos encima del escenario congregaban más gente que en la pista de la sala. En fin, que la situación no era la idónea y, la verdad, que cuando te encuentras en este tipo de situaciones las ganas de disfrutar de un concierto se ven tremendamente mermadas por el contexto en el que te encuentras. Pero la vida sigue, y si algo hay que alabar de las dos bandas que actuaron fue la profesionalidad con la que interpretaron sus temas y la energía que desprendieron durante sus respectivos conciertos. Bravo por ellos. Centrémonos en la música.

AlithiA salieron con un sonido realmente potente y con ganas de ejecutar sus canciones de la mejor forma posible. Ya les pudimos ver junto a Leprous el año pasado, y esta vez no hicimos otra cosa que confirmar las buenas sensaciones que nos dejaron en aquella ocasión: melodías muy cuidadas y una base instrumental que toca todos los palos posibles para lograr una atmósfera verdaderamente cuidada y efectiva. Su percusionista, Jeffrey Ortiz, no paró de moverse encima del escenario y de interactuar en español con la audiencia, mientras que su cantante, John Rousvanis, lo dio todo en cada uno de los momentos de un show de unos 40 minutos de duración. A veces su voz se le iba un poco de tono, pero, en líneas generales, estuvo más que correcto. Cuando les vimos el año pasado estuvieron acompañados por Marjana Semkina de Iamthemorning; en esta ocasión, no tuvimos ese placer auditivo. Las partes pesadas de sus temas son verdaderamente grandilocuentes, pero igualmente saben pisar el freno para construir dinámicas cuidadas a más no poder. Canciones como “Empress” o “Diamonds” representaron a la perfección el nuevo lanzamiento de la banda australiana, ‘The Moon Has Fallen’. Nos quedamos con gratas sensaciones tras su actuación.

Tras un cambio de bandas que, de paso, sirvió para que algunas personas entraran en la sala, pasamos a la actuación de unos Shining que, pese a las circunstancias, pusieron toda la carne en el asador. Desde las primeras notas de “Animal”, canción que da título a su nuevo disco, veríamos que la intensidad con la que interpretarían sus temas sería tremendamente elevada, siendo sus melodías acompañadas por un juego de luces perfectamente coordinado con la música y con un sonido que, pese a llegar algo embarullado en algunos momentos, pasó con nota en una sala prácticamente vacía. En “The Last Stand” Jorgen cogió por primera vez su saxofón y aquello cogió una magia especial. ¡Cómo se nota lo que quieren sus seguidores!

Pese a que las canciones de ‘Animal’ sonaron bastante mejor en directo que en disco, es evidente que fueron las anteriores composiciones de la banda las que funcionaron mejor en vivo, con mucha más potencia tanto en escena como en el espectro sonoro de la formación. Canciones como “I Won’t Forget” o “The One Inside”, con incursión de Jorgen en la barra de Bóveda incluida, fueron mucho más espectaculares que sus predecesoras. De acuerdo, “Everything Dies” o “My Church” son canciones verdaderamente potentes, pero les sigue faltando algo para que acaben de pegarnos con la suficiente intensidad.

“Healter Skelter” fue uno de los momentazos de la noche, con una coordinación técnica entre todos los miembros de la banda verdaderamente impresionante, una instrumental repleta de locura sacó a relucir la capacidad de cada uno de los músicos de Shining. Momentos previos a su interpretación, Tobias Ørnes Andersen, ex-batería de los también noruegos Leprous, realizó un gran solo de que nos demostró sus tremendas habilidades tras los parches. “Smash It Up!” y “Fight”, también de ‘Animal’, funcionaron bastante bien, pero el que fue el broche de oro al set principal fue el grandioso “The Madness And The Damage Done”, con juegos de luces verdaderamente espectaculares y una contundencia que casi nos tira al suelo a todos los que contemplábamos el espectáculo frente a nuestras narices.

Se retiraron brevemente del escenario, pero no tardaron en volver para interpretar la emotiva “When The Lights Go Out” y, por fin, una “Fisheye” que puso el broche definitivo a su actuación. Los aplausos surgieron de entre la treintena de personas que disfrutaron de una descarga inmerecidamente despreciada que, pese a todo, nos dejó boquiabiertos en más de una ocasión. Su devenir discográfico nos ha dejado chocados (y algo disgustados), pero sus directos siguen llevando la contundencia al máximo exponente; ojalá para la próxima, si es que la hay, las condiciones sean mejores. No lo tienen difícil.

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Esta entrada fue escrita por Víctor Vallespir

1 comentario

  • Juandie dice:

    Una banda como SHINING que en la época grande del Black Metal Noruego fue una referencia y metían caña de la buena y es toda una sorpresa que hoy en dia se hayan tirado por otros derroteros cosa que por mi parte no veo nada bien.

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