Crónicas

Uoho en Bilbao: Sindicato de currantes del rock

«Tal vez la cruda voz de Uoho no sea plato para todos los públicos, pero eso no se convierte en problema alguno en un recital con un repertorio envidiable y unos músicos que clavan cada nota y ponen esa pasión que tanto se echa en falta en otros combos que se antojan de puros funcionarios.»

30 diciembre 2022

Sala Santana 27, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

La cancelación de la gira de despedida de Extremoduro supuso un duro golpe para muchos fieles.  Al margen de los dimes y diretes entre una parte y otra, lo cierto es que los grandes perjudicados fueron los meros aficionados a la música, esos mismos a los que apelaba Iñaki Uoho a cuenta de los estériles enfrentamientos virtuales entre seguidores de uno u otro artista.

Probablemente no sea esa la intención, pero un servidor entendió el periplo “Gira de invierno 22/23” de Uoho como una manera de resarcir a los fans que se quedaron con su entrada y un buen palmo de narices. En este tipo de situaciones, hay que intentar buscar el lado positivo del asunto y agradecer que ahora por lo menos exista más variedad donde elegir, dependiendo si apetece más la trayectoria de uno o de otro.

A Robe por su cuenta ya lo vimos el año pasado y nos pareció un recital apabullante desde cualquier punto de vista, por lo que faltaba cruzar a la otra orilla para el espectáculo que Uoho ofrecía pocas horas antes de finalizar el año en la bilbaína sala Santana 27. Pese a que escuchar temas clásicos con otra voz resultara un tanto extraño en un inicio, no teníamos duda de que saldríamos satisfechos de aquella velada que al final se tornó más multitudinaria de lo que pensábamos.

Fijo que habría diferentes motivos para asistir a ese concierto, unos lo harían por Extremoduro y otros por Platero y Tú, dada la remota imposibilidad de que algún día se materialice la reunión de uno de los mejores grupos de rock n’ roll del Estado. Los nostálgicos, en este sentido, también verían colmadas en cierta manera sus expectativas con el recital de esa noche.

Con el grueso del personal ganado ya de antemano, Uoho puso ya la noche en un punto álgido con “El último hombre libre”, todo un temón para calentar de primeras. La gargantas explotarían en “¿Cómo has perdido tú?” de Platero y Tú, infalible para despertar a cualquier desubicado, si es que lo había. Y “Una vez más” dejaría más que satisfecho a todo fan del rock n’ roll básico, directo y sin más pretensiones que pasarlo bien.

Tuvimos un repertorio bastante equilibrado en el que había piezas de cada una de las etapas de Uoho y hasta nos atreveríamos a afirmar que no sonó una canción mala, o por lo menos mediocre, y eso que un servidor tampoco se considera un aficionado acérrimo. Suponemos que existe una suerte de punto de encuentro en el que confluyen diversos estilos con el rock como bandera y denominador común.

La cosa se puso todavía más seria con “Ya nos veremos”, original del álbum ‘Flechas cardinales’ de Barricada y con la que Uoho contribuyó al disco de homenaje a Boni ‘Nada más. Un recuerdo de…’, otra composición de altura. El rock n’ roll rugoso de “Sin solución” puso a la peña a bailotear y evocó la figura de Rosendo, a raíz de la mítica colaboración con Platero y Tú en el trabajo ‘Muy deficiente’. A  ver en qué otro lugar había oportunidad de escuchar semejante joya.

Pensábamos que Fito podría salir en algún momento del bolo y así que Iñaki le devolviera el favor que le hizo en San Mamés el de Zabala cuando le invitó a interpretar “Hay poco rock ‘n’ roll” y “El roce de tu cuerpo”. No sucedió aquello, Fito tenía bolo en el Palacio Euskalduna a una hora similar, por lo que coordinar ambos eventos se antojaba complicado, pero por lo menos pudimos ver una guitarra con rayas blancas que le había regalado el otrora frontman de Platero a Iñaki. “Vamos a ver qué tal suena”, dijo antes de arrancarse con el blues macarra de “Mírame”. La interpretación resultó tan soberbia que la concurrencia empezó a corear “Uoho” y este respondió en un derroche de humildad: “Gracias, pero yo solo aquí no hago nada”.

Era verdad, no debemos pasar por alto el papel muy competente de la base rítmica de Extremoduro, ni tampoco el de los pipas, todos forman una gran familia, como constataríamos en esa versión hermandad total que se marcaron del “Ace of Spades” de Motörhead.

Los pipas marcándose el "Ace of Spades" de Motörhead.

Como hemos dicho anteriormente, aquí el respetable estaba ganado de antemano, con un catálogo de canciones imbatible, caso de ese “Puta” que desató una ovación en cuando se reconocieron las primeras notas. Robe no era Pavarotti a la hora de cantar, por lo que tampoco había una gran diferencia a la hora de abordar las piezas de Extremoduro, salvo quizás por un matiz más crudo en el apartado vocal.

Hubo recuerdo a ‘Pedrá’ rescatando un fragmento y salió Iñaki Setién, guitarrista de Extremoduro entre 1994 y 1997, para legarnos la cumbre absoluta de la velada con “Sucede”, de los creadores del rock transgresivo y la inmortal “El roce de tu cuerpo” de Platero y Tú que también interpretaron Fito e Iñaki en San Mamés. Toda una gran sorpresa, pues Setién, que en la actualidad milita en Parabellum, se antojaba una figura fundamental en la escena local y estatal.

“Voy a acabar borracho” era otra de las infalibles para mantener el interés y vuelvo a pensar en la dificultad para escuchar tal himno en directo en la actualidad. Jon Calvo, que se ocupaba de la voz en el proyecto Inconscientes, subió la temperatura con una interpretación magistral de “Dentro de una botella”, ojalá se hubiera encargado del apartado vocal en todos los temas, la verdad sea dicha. Cuestión de gustos.

Tras un breve parón, cayó otra maravilla en clave blues del calibre de “Maldita mujer”, otra que dudo que Fito la toque ni de casualidad, y no había margen de error posible con el inconfundible inicio de “Hay poco rock ‘n’ roll”, no podía faltar en el cancionero sin mácula de la noche. “Al cantar” le quedaba mejor al señor Cabrales, pero Uoho le puso bastante pasión al asunto, por lo que valoramos el esfuerzo.

Y después de dos horas sin nada que se acercara mínimamente al aburrimiento, pusieron la guinda con un “Ama, ama y ensancha el alma” en el que las gargantas retumbaron y los punteos parecieron evocar tanto el “Highway Star” de Deep Purple como el “Si tú te vas” de Platero. Uoho se arrodilló con un sujetador en la cabeza que le lanzaron y mantuvo a la afición entretenida gritando “¡Hey!” a cada guitarrazo que metía. Tremendo.

Tal vez la cruda voz de Uoho no sea plato para todos los públicos, pero eso no se convierte en problema alguno en un recital con un repertorio envidiable y unos músicos que clavan cada nota y ponen esa pasión que tanto se echa en falta en otros combos que se antojan de puros funcionarios. Esto es una especie de sindicato de currantes del rock y eso se nota. Saldaron la deuda por completo, ya no hay gira pendiente ni niños muertos.

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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

  • Juandie dice:

    Pedazo y currado resumen hacia el gran concierto que ofreció uno de nuestros mejores hachas como es IÑAKI UOHO y sus buenos músicos en la Santana Bilbaina a través de esos clásicos de los historicos PLATERO Y TÚ y EXTREMODURO.

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