Dream Theater
A View From the Top of the World
Inside Out Music (2021)
Por: Hernán Osuna
9
Las leyendas del metal progresivo cuecen un disco a fuego lento en su nuevo cuartel general propio. ¿El resultado? Un LP de siete canciones fiel a la esencia de la banda, que recorre distintas etapas de su discografía y, a la vez, suena fresco, con miras a futuro.
La placa, de encumbrada arquitectura sonora, abre con la ya difundida “The Alien”, primera canción -según afirmó John Petrucci- que el grupo escribe con la participación de todos sus integrantes. Inspirada en una entrevista que el podcaster norteamericano Joe Rogan le realizó a Elon Musk, CEO de Tesla, la pieza de nueve minutos presenta una gruesa distorsión que sostiene las voces expansivas e hipnóticas de James LaBrie. Hay aventura, exploración sonora, pesadez y teclados que parecen situarnos en la estratosfera.
Otro track que da cuenta de la anatomía de la placa es “Answering The Call”: riffs progresivos, los clásicos duelos de teclado-guitarra (a cargo de Jordan Rudess y John Petrucci, respectivamente) y el power del vocalista, acompañado por la imbatible base de John Myung (bajo) y Mike Mangini (batería); algo así como si fueran Pau Gasol y Kobe Bryant en Los Angeles Lakers, durante la etapa 2008-2010.
Más tarde, "Invisible Monster", una canción mid tempo cuya lírica gira en torno a cómo la ansiedad afecta a las personas, arremete con cierto aire melancólico, melodías épicas y una sección central arrolladora. La estructura del tema (hay métricas irregulares, por supuesto, pero el estribillo está en 4/4) recuerda al Dream Theater de “Pull Me Under”, con lo cual todo se queda grabado más fácilmente en la memoria del oyente y le da un adecuado balance a la placa. Atención aquí al solo de John Petrucci; son casi 40 segundos que resumen buen gusto, virtuosismo, oficio y un carácter memorable a cargo del guitar hero.
“Sleeping Giant” luego abre con una intro de guitarra, que oscila entre una métrica de 4/4 y 7/8, para dar paso a unos teclados misteriosos de Jordan Rudess, aportando misticismo y tensión a la escena. A lo largo de 10 minutos, el grupo suena magnético y cautivante, confeccionando una muralla sonora que permite a James LaBrie abrazar el lado oscuro del cual habla la canción y transmutarlo en algo positivo. Buena parte de “Sleeping Giant” suena como si los Dream Theater hubieran nacido en Oslo o Estocolmo y no en Boston, y todos sus miembros tuvieran baja serotonina. Finalmente, el tema se vuelve más enérgico y, sobre el cierre, Mike Mangini ataca su kit Pearl con la fiereza de un tigre. Interesante track y quizás el más variado del CD.
“Transcending Time”, la quinta canción abre con un aire a “Limelight” de Rush, y ya en el comienzo se huele el espíritu progresivo de los70´ en cada riff y, sobre todo, a través del teclado de Rudess. En suma, un viaje a la época dorada del prog rock, pero con el sello de los de Boston y actualizado al 2021. Sobre la mitad de la canción arriba un intervalo instrumental que recuerda la época del disco ‘Train Of Thought’, cuando Mike Portnoy todavía era el batería de la banda. Y hablando de aquel álbum, que contenía joyas sumamente heavies como “As I Am” o “Honor Thy Father”, la referencia se hace visible en “Awaken The Master”, la cual comienza con un riff urgente y desgarrador que sale emanado a través de la Musicman de -en este caso 8 cuerdas- John Petrucci. Sonido aplastante, envolvente, con ciertos breakdowns que otorgan un toque moderno a la obra.
Para el cierre llega “A View From The Top Of The World”, una pieza de más de veinte minutos (Y sí, es Dream Theater, tío. ¿Qué esperabas encontrar?) que le da nombre al disco. Edificada a través del redoble marcial de Mike Mangini, coordinado junto al bajo de Myung y la guitarra de Petrucci, la canción exhibe claramente todas las influencias de grandes compositores de música para películas que tiene la banda. Aquí el rol de Jordan Rudess es preponderante, porque otorga solemnidad y a través de su hechizante teclado Kurzweil. Además, en esos veinte minutos llenos de magnetismo, la agrupación despliega toda su paleta de recursos, generando variedad de climas, conduciendo todo con adrenalina y avasallante virtuosismo, crucial en su ADN sonoro.
En resumidas cuentas, el decimoquinto trabajo discográfico de Dream Theater es un collage vital de matices de estos emblemas del metal progresivo. La belleza de ‘A View From The Top Of The World’ radica en que, si bien no se despega de la fórmula tradicional del grupo, puede condensar 36 años de carrera en 7 nuevas canciones. Hay elementos de ‘Metropolis Pt. 2: Scenes From a Memory’, ‘Images And Words’, ‘Awake’, ‘Systematic Chaos’, ‘Train Of Thought’ y otros, desperdigados en cada track. Quizás ahí resida la magia de este nuevo LP. Dream Theater homenajeando subliminalmente a Dream Theater, pero mirando hacia el futuro. Y, como siempre, llevando todo un paso más allá.
¿Sabías que a Jordan Rudess le vuelve loco el PocketPiano, un invento español? No te pierdas el vídeo en el que el teclista nos enseña cómo funciona. Puedes hacerte con él aquí.
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8 comentarios
Pedazo de resumen hacia lo nuevo de los maestros del Metal Progresivo y con muy buenos temas y videoclips.
Jordan Rudess hace año que es endorser de KORG
Muy buena review … este finde a reventarlo a escuchas!
PD: DT son de NYC, no de Boston
Abrazo!!
Yo les hago una pregunta...acaso algún disco de DT les ha gustado a la primera??? Ninguno de sus discos me ha calado a la primera escucha...sin embargo casi todos con el paso del tiempo los encuentro geniales...incluso el Astonishing...Denle varias escuchas que le encontraran tesoros escondidos,,, sin ser el mejor de su discografia, lo veo muy digno para una banda con su recorrido que no tiene nada que probar e incluso en sus trabajos ¨mediocres¨ le gana por goleada a la mayoría de la competencia.