Crónica de la 4ª jornada de Leyendas del Rock

Sôber

Polideportivo Municipal de Villena, Alicante

Sábado y última jornada del festival. El balance final de esta décima edición del Leyendas ha sido más que positivo y de hecho, ya están confirmados para el próximo año Steel Panther, Grave Digger y Holy Moses (¿repetirán una vez más los clásicos Warcry y Lujuria?). Seguro que consiguen otro cartel que no defraude, porque por encima de pujas absurdas y festivales que repiten un año sí y otro también a los cabezas de cartel, el Leyendas del Rock ha demostrado apostar por grupos de “primera división B”, otros quizás más minoritarios pero con vistas a crecer en próximos años, y por supuesto, manteniendo su incondicional apoyo a las bandas de nuestro país. Respecto a esta edición, creo que todos los trabajadores han hecho una gran labor, comenzando por los de seguridad, que estuvieron al pie del cañón incluso salvando la actuación de Rock Icons el día anterior por el pequeño tornado de polvo y lluvia que se levantó, y que afortunadamente se quedó en algo anecdótico.

Antes de comenzar con la crónica de la jornada, me gustaría pedir disculpas a muchas grandes bandas que han actuado en todos estos días como Zenobia, Topo, Asfalto, etc… que me consta que hicieron grandes conciertos en esta pasada edición pero que por el solapamiento con otros grupos y escenarios, me quedé con las ganas de ver y reseñar, todo no puede ser… ojalá el próximo año vuelvan todas, y a los escenarios grandes, que bien se lo merecen.

Mucha gente incluso en horas diurnas

Los míticos thrashers alemanes Tankard tuvieron el honor de inaugurar esta última jornada leyendera, siendo los primeros de la jornada más cañera del festival. Hay que decir que los componentes originales, el vocalista Andreas “Gerre” Geremia y el bajista Frank Thorwarth, siguen tirando de las riendas del grupo con la tralla que les caracteriza. Arrancaron con “Need Money For Beer”, y a partir de ahí el grupo más cervecero del metal casi hizo de banda sonora publicitaria para que el consumo de tan magna bebida se disparara en las barras, a eso instan divertidos y disparatados títulos como “R.I.B (Rest In Beer) o “A Girl Called Cerveza”. Un momento muy divertido fue cuando su cantante sacó al escenario a una de las trabajadoras del Leyendas y comenzó a bailar con ella. Acabaron con su tema homónimo, “(Empty) Tankard” de su ya lejano debut de 1986, ‘Zombie Attack’. Seguiremos brindando por ellos con una jarra bien fría de su bebida fetiche.

La banda madrileña liderada por Jose Luis Saiz y Antonio Alcoba, Beethoven R., fue otro de los que repetía un año más, dando otro concierto inolvidable con esa hard rock melódico tan personal. Además, por problemas aéreos de Finntroll tuvieron la cortesía de adelantar su concierto y ceder su puesto a los fineses, por lo que salieron beneficiados al tocar en el escenario Jesús de la Rosa en lugar del cubierto Mark Reale. Arrancaron su descarga con “Prepárate” de su debut ‘Ja, ja’. Su vocalista Alberto García lleva las riendas de la banda tan bien como Iván Urbistondo, su frontman original (no obstante lleva unos siete años en el grupo), si bien se necesita un nuevo disco de estudio que perpetué y los confirme como lo que son: una banda que es una auténtica delicia escuchar y ver. Continuaron con “Una noche de pasión” y el siempre bien recibido “Siempre unidos al rock and roll” de su tercer LP. La novedosa (aunque es ya del 2012) “Da igual”, bonus track incluido en su recomendable directo ‘Dejándose la piel’, dio paso a otros clásicos como “Pasa el tiempo (y sigue aquí)”, “Un poco más” y “Quiero”. Acabaron su exitosa descarga con “Larga vida” y la siempre coreadísima y sensual “El guardián de tu piel”.

Epica, desde Holanda, corroboraron con la bella Simone Simmons a la voz lírica que las mujeres han liderado este año el festival. La banda comandada por el vocalista y guitarrista Mark Jansen tocó himnos como “The Second Stone” del por, el momento, último disco del pasado año ‘The Quantum Enigma”. Fueron de los mejor recibidos de la tarde, y aunque por el limitado tiempo del que disponían no cubrieron todos sus discos, sí aprovecharon bien su estancia con clásicos como “Martyr Of The Free World”, “Santa Terra”, o ya al final, “Consign To Oblivion” del álbum de título homónimo que cumple este año una década.

Los aragoneses Tako congregaron a un montón de incondicionales en el escenario Mark Reale, y lo cierto es que dieron un conciertazo de órdago, con clásicos como “Pintahierros”, “Todos contra todos” , “La dama de blanco” o ya en el tramo final, “Poeta nocturno”. El tema “Mi vieja resina” fue dedicada por el cantante Mariano Gil “Rones” a su batería Teto Viejo, que cumplía “takos”, al igual que “Palomas de cartón”, con la que agradecieron la invitación a Marcos Rubio y organizadores, presentes en la carpa, y que se animarían a subir para cantar al final del gran bolo. Tako arrasaron con su rock urbano, sencillo pero efectivo, y demostraron que siguen en la brecha.

Las huestes del cantante y bajista Thomas Such, Sodom, salieron a darlo todo con un repertorio que intentó condensar gran parte de su discografía, interpretando para ello casi un tema por disco, pero aun así, era imposible que en 50 minutos pudieran abarcarlos todos. “Outbreak Of Evil”, “Remember The Fallen” o “Blasphemer” se lo pusieron francamente difícil a Kreator; gozaron además de un gran sonido. Recordemos que, además de Tankard fueron cuatro las leyendas del thrash metal alemán que lideraron el festival, pues el jueves también estuvo Destruction.

Los alemanes Xandria sorprendían paralelamente en el tercer escenario con su metal sinfónico y una vocalista, Dianne Van Giersbergen, con un rango vocal que me recordó mucho a Tarja Turunen; canciones como “Startdust” o “Valentine” les hicieron ganar nuevos fans sin duda.

Yosi (Los Suaves)

Enfrascados en una exitosa gira del 20 aniversario que tendrá su punto y final en Madrid el próximo 19 de diciembre, la banda madrileña Sôber demostró una vez más por qué es una de las más importantes de nuestro país. Además de sus numerosísimos clásicos, lo atrayente de esta celebración, como ya muchos sabéis, es recuperar a las dos bandas que se formaron tras la escisión de Sôber a mediados de la pasada década, Savia y Skizoo. No obstante, comenzaron con cuatro clasicazos propios como fueron “Loco”, “Diez años”, “Arrepentido” y “El hombre de hielo”, y si el día anterior fueron The Darkness los que gozaron de un sonido cristalino, en esta ocasión el premio fue para Sôber; pese a que tuvieron algún problemilla al principio que fue rápidamente solucionado, jamás los había visto sonar tan bien, y ya llevo algunos conciertos de ellos a mis espaldas. Cambio para Skizoo, con el carismático Morti en el escenario dándolo todo, arrancando con “Solo estás tú” y “Renuncia al sol”; por cierto, Jorge Escobedo tuvo que acercarse y cortarle en una de sus improvisaciones a capella finales (para 70 minutos que tenían, tampoco podían pasarse). Acabaron su recortado set list con “Habrá que olvidar” y la siempre contundente “Dame aire”, sonando tan cañón como la banda madre. Saltaban entonces Savia con un vocalista “calcadito” a Carlos Escobedo; bromas aparte, el frontman sacó su sombrero del videoclip “Insensible”, y agradeció al organizador Marcos Rubio el haberles invitado al festival. “Agua para tu sed”, “Fragile” y la sorpresiva “Sólido” completaron su repertorio. Tras un interludio instrumental un tanto aburrido, Sôber retomaron el escenario con temas de más reciente factura como “Sombras”, “La araña” y “Blancanieves”. La esperadísima “Y serás canción”, que fue dedicada por Carlos al fallecido productor Big Simon y al batería de Sôber y Savia, Alberto Madrid, cerraron de forma emotiva el show de otro de los triunfadores del sábado.

Posiblemente Van Canto fue uno de los grupos que más curiosos congregó del festival y de hecho, petaron literalmente el escenario Mark Reale… pero lamentablemente hay que decir que su original propuesta de interpretar los temas a capella, únicamente con batería, no funciona en directo; sosos, aburridos, la gente además no movía una pestaña, creo que fueron la decepción de la jornada, con un sonido además espantoso. Tras escuchar “Fight for your life” y el cover de Nightwish “Wishmaster” tuve bastante y decidí irme a ver a un grupo de verdad al escenario Jesús de la Rosa.

Allí estaba Kreator. La banda creada por el vocalista y guitarrista Mille Petrozza y habitual en los festivales de nuestro país desde hace lustros, salió dispuesta a hacer olvidar al otro triunvirato thrash alemán que ya había tocado entre la jornada de hoy y el pasado jueves. Sin duda, los germanos consiguieron una vez más meterse al público en el bolsillo como ya lo hicieran hace un par de años en el mismo escenario, y es que, poco se puede decir de un repertorio que incluye temas como “Enemy of God”, “Terrible Certainty”, “Hordes Of Chaos”, o ya en el final la impresionante “Violent Revolution” o la siempre imprescindible “Pleasure To Kill”.

Los finlandeses Finntroll tomarían el relevo de su particular metal extremo “folkorizado” con cameos de la polca finesa. “Manniskopesten”, “Jaktens Tid” o ya en el final “Under Bergets Rot” gustaron a la audiencia, pero hay que decir que fue muchísima gente la que no pudo verlos al reubicarlos en el escenario de la carpa pequeña y cortar el acceso una vez el recinto estaba completo. Fue una faena, sí, pero aquí hay que aplaudir de nuevo al personal de seguridad que veló por la integridad de todos los asistentes.

Los Suaves, quizás por la gira de despedida, han sido la banda mimada del festival este año (por otra parte, merecidísimo), ya que contaron con más tiempo que ninguna otra para desarrollar su repertorio, ni más ni menos que 100 minutos. Su sonido fue demasiado sucio, y la voz de Yosi ininteligible, pero Yosi es Yosi y Los Suaves son Los Suaves. Un repertorio que empieza incluyendo temazos como “Palabras para Julia”, “Maldita sea mi suerte” o “Por una vez en la vida”, todaos coreadísimos, ya sabemos que es garantía de éxito. En el telón del grupo con su icónico gato se podía leer el lema “La música termina” junto a otros como “Los Suaves somos todos”, “Adiós adiós” o “Suaves por sempre”, por lo que sabíamos que estábamos viviendo un concierto histórico independientemente de la calidad técnica. Yosi se comportó bastante bien y no la lió parda como otras veces, mientras se fueron sucediendo himnos como “No puedo dejar el rock” o “Viajando al fin de la noche”. Llegábamos al final de la descarga con los emblemáticos “Dolores se llamaba Lola”, “El afilador”, “Ya nos vamos” y el solo del “Highway Star” de Purple, “Dulce castigo” y “La noche se muere”, con una larguísima improvisación de Alberto Cereijo. Poco más que decir; por siempre Suaves.

La banda noruega Satyricon, que evolucionó muchísimo desde sus orígenes blackmetaleros, ofreció un gran espectáculo en el festival, teniendo nuevamente un sonido espectacular, y es que este año creo que en general no ha habido tantos problemas técnicos como en otras ediciones. “Black Crow On A Tombstone” y otros más actuales como “Our World, It Rumbles Tonight” sonaron en una noche en la que Satyricon acabó su brutal descarga con himnos como “Mother North” y “K.I.N.G”.

Fortu (Obús)

Los irlandeses Stormzone asaltaba con su heavy metal de corte clásico el Mark Reale Stage. Fue otra de las bandas que más me gustó descubrir en directo, con un vocalista, John “Harv” Harbinson, que lo hizo de lujo y muy buenos temas como “Death Dealer” o la final “The Legend Carries On”, que dedicaron a las leyendas rockeras caídas como Gary Moore o Ronnie James Dio.

Sherpa, el verdadero alma de Barón Rojo, volvía por segundo año consecutivo al Leyendas, además de que estuvo en la primera edición en 2006 (por aquel entonces le “robó” el show a unos aburridísimos Barón Rojo). Respaldado por su amigo el gran batería Hermes Calabria, este año además hizo doblete, puesto que estuvo haciendo un acústico en la plaza del Ayuntamiento de Villena al mediodía para deleite de fans y transeúntes. El pasado año me lo perdí por coincidir con Michael Schenker, pero en esta edición le tenía muchas ganas y la verdad es que no defraudó, abriendo con “Guerrero en el desierto” (del disco homónimo de regreso y uno de los mejores de su carrera) y “Flor de invernadero”, tema dedicado a los “triunfitos” televisivos, cantantes de usar y tirar y que bien se puede adaptar en estos tiempos a los que salen del programa La Voz. Sherpa tuvo el detalle de cambiar el set list por un fan que le había pedido un tema en el acústico del mediodía, incluyendo la sorpresiva “Campo de concentración” del mítico directo de Barón Rojo y que regrabó en su disco “El rock me mata”. “Son como hormigas”, que sonó genial e incluyó un brevísimo cameo vocal al “I Was Made For Loving You” de Kiss. “Al centro del corazón” dio pasó a más clásicos del Barón como los esperados “Concierto para ellos” y la inmensa balada “Siempre estas allí”, coreadísima en una carpa que se llenó para ver al mítico cantante y bajista. “Se está haciendo tarde”, de su último disco ‘Transfusound”, y “Ajedrez mortal” de su segundo disco dieron paso a los últimos coletazos del Barón con “Hijos de Caín” (menuda pedazo de letra) y la siempre infaltable “Los rockeros van al infierno”. Esperemos que el año que viene repita, y en uno de los escenarios principales, porque la organización del Leyendas debe tener más memoria histórica y recordar que Sherpa arrasó en la mencionada primera edición y además le dio suerte al festival. Que siga muchos años más.

Espectacular el abrigo de Oscar Sancho (Lujuria)

Con un Fortu pletórico recién venido de su televisiva experiencia, Obús eran uno de los platos fuertes de este sábado, y una vez más no defraudaron al respetable; sonaron realmente atronadores y puesta en escena fue espectacular, con la tarima de la batería situada en lo alto del escenario. Pedazo de concierto que se marcaron, creo que no es descabellado decir que esta formación de Obús, con la incorporación de Carlos Mirat a la batería y Fernando Montesinos al bajo hace ya años, es la que más compacta suena de toda su historia. Temas recuperados como la cachondísima “Da igual”, más actuales como “Corre mamón” y clásicos de toda su historia como “Autopista” o una insuperable “Dinero dinero” (durante la cual Fortu soltó un contundente “Marcos, cada vez lo haces mejor”), nos pusieron a 100%. “Va a estallar el Obús” y la coreadísima y más que propia a esas alturas del festival, “Vamos muy bien”, pusieron el broche de oro a otros de los que sonaron bien no, lo siguiente. Insuperables Fortu y cía, la experiencia isleña le ha rejuvenecido y Fructuoso cantó como un dios; nuestro mejor y más histórico frontman, pese a quien pese.

Aunque Obús se lo pusieron francamente difícil, Lujuria salieron victoriosos una vez más, con toda su legión de incondicionales que esperaron hasta altas horas de la madrugada para ver, un año más, a otra de las bandas fetiche del festival. Con un espectacular abrigo negro largo tuneado con el logo, guitarra y diseño gráfico del festival, Oscar Sancho y sus Lujuria se metieron un año más a la audiencia en el bolsillo con himnos como “Joda a quien joda” o “Corazón de metal”. Con el clásico compuesto expresamente para el festival, “Leyendas del Rock”, Lujuria cerró la edición más exitosa de todas las que hasta el momento se han celebrado, aunque seguro que esto todavía va a más. ¡Por los próximos diez años!

Texto: Andrés Brotons

Fotos: Antonio Vázquez

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