Slash en Buenos Aires: "Slashing" simplemente como Slash

Los Conspiradores

La última vez que el músico de cabellera ensortijada visitó Argentina había sido en 2017, hace dos años, junto a Guns N’ Roses, la diferencia de presentarse con su propia agrupación en vez de hacerlo con un súper tanque de rock detrás, es pasar a convertirse en el foco de atención, pisar escenarios más reducidos en vez de pararse bajo mega estructuras de hierro, sin que su estatus de leyenda se tambaleé ni un poco, compartiendo este exitoso camino junto a la banda ya consolidada Myles Kennedy & The Conspirators con su propia identidad musical y conformada por Myles Kennedy en voz, Frank Sidoris en guitarra rítmica, Todd Kerns en bajo y Brent Fitz en batería, los elegidos para continuar su trabajo en solitario.

Favorecidos por la acústica de los pequeños lugares, tal como ocurrió en el Arena Maipú de Mendoza, en Plaza de la Música en Córdoba y en Salón Metropolitano de Rosario, se posicionaron sobre un escenario simple con luces rojas, azules y amarillas mezclándose con un poco de bruma, mientras de fondo se observaba el diseño psicodélico del cover art del álbum ‘Living The Dream’ que fue repitiéndose a lo largo de toda la gira. Con puntualidad en los horarios, iniciaron cada set con los vibrantes riffs de “Call of the Wild” y “Halo”, “Standing In the Sun” y “Apocalyptic Love”, desandándose un repertorio entretenido que daba la sensación de que las horas pasaban demasiado rápido.

Slash & Friends

La lista de temas no varió mucho, determinada por un manojo de canciones pegadizas que a veces se vuelven un tanto monótonas, pero provistas con estribillos que nadie quiere dejar de cantar y posibilita percibir la emoción de esos rostros observando con admiración, escuchar sus gritos y condensar esa adoración en cada composición, gracias a una humildad que se trasluce al intentar mantener contacto con sus fans y no sólo a través de esa fuerte retroalimentación, perpetuando una conexión especial que existe hace largas décadas con el público argentino, sino también vía redes sociales o mediante concursos con pases a pruebas de sonido o algún backstage, sin dejar de lado tampoco a las bandas teloneras.

En esta oportunidad, Coverheads y Neuroina fueron las agrupaciones locales elegidas, ya unos viejos conocidos del amo y señor de las guitarras, ostentando a Guns N’ Roses y en particular a Slash entre sus principales influencias, tornando todavía mucho más emocionante este encuentro que además contó con el privilegio de posar juntos para una fotografía que inmortalizara esos instantes mágicos, pero el ritual continuaba y el próximo tramo de la gira sería Buenos Aires.

La vida es un sueño

Neuroina

Neuroina y Coverheads definitivamente fueron los elegidos, ambos se encuentran en el ruedo hace más de una década, pero en cada función previa de poco más de media hora sellaron un recuerdo que se volvía eterno. Neuroina, integrada por Seba Bertini en voz, las guitarras de Pablo Name y Caio Taberner, Diego Bullorini en bajo y Gayo Herrera en batería, acaban de editar su EP llamado El Caos, ya disponible en todas las plataformas digitales y sucesor de su álbum debut Doblepensar, se dieron el gusto de incluir un setlist que osciló entre viejos y nuevos temas: “Océano de Clones”, “Paraíso de Obscenidad”, “Espíritu Animal”, “Plástica Revolución”, “Tiempo”, “Entrelazados”, “Supernova” e “Indiferencia”, así supieron desplegar su rock crudo con modernos samplers que llenan de fuerza sus composiciones, además de enseñarle algunas palabras en castellano a Myles Kennedy entre bambalinas.

Coverheads

El glam y hard rock de los 80 y 90 fue la base esencial de Coverheads, reflejado en ‘Rock 5 Estrellas’, su debut discográfico. Cuentan con Carucha Podestá en voz, German Tripel en coros y guitarras junto con Walter Ramírez, Gaby Zero en guitarra líder, Daniel Chino en el bajo, Sergio Dukke en batería y Pablo Mantiñan en teclados. Su placa ‘1000Vidas’ los llenó de reconocimientos, la lista de temas dispuso dos canciones nuevas como “Leny” y “Siglos”, los ya hits: “Mil vidas”, “Billy The Kid” y “Moby”, sumando dos invitados especiales como el vocalista Martin ‘Mono’ Fabio de Kapanga en El Universal y Patricio Sardelli, vocalista y guitarrista de Airbag a la hora de interpretar “Héroes” en G.E.B.A. logrando que Todd Kerns y Brent Fitz alentaran a los espectadores para que los despidieran con aplausos, mientras el cielo pesado resistía sus primeras gotas.

Buenos ‘fucking’ Aires

El Teatro Gran Rivadavia disponía una serie de butacas, un juego de luces estáticas y unas pesadas cortinas color sangre que le daban un toque dramático. Dada la cercanía que el recinto generaba con el público, antes de la presentación, se pidió mantener el control, ya que este era el único show íntimo de Living The Dream Tour y Slash lo quiso así para sus fans argentinos. Daba comienzo a una nueva función que nunca tuvo un solo break, con Sidoris y Kerns súper coordinados en coros, mientras de fondo Brent Fitz iba marcando el pulso de cada tema, creando toda una celebración, con Myles “Motherfucker” Kennedy, aportando su voz dotada de una técnica impecable, bañando de tonalidades la bella “Shadow Life”.

Cuando a Myles le tocó descansar, la posta fue tomada por el bajista Todd Kerns, quien no dudó en entonar “We’re All Gonna Die” con su fiel estilo punk, interpretado por Iggy Pop en el álbum debut, ‘Slash’, del año 2010, y “Dr. Alibi” sellado por la característica voz ronca de un prócer como Lemmy Kilmister, pero Kerns lo logró con gran carisma, haciendo que la gente se pusiera de pie, produciendo una química automática. Slash sonreía mientras sus pies iban marcando el compás, presionando el pedal de vez en cuando, disfrutando de cada segundo, siempre seguido de cerca por su novia Meegan Hodges, quien se encarga de postear “stories” y directos emitidos vía Instagram, completando una especie de diario de gira virtual.

“Tócala de nuevo, Slash”

A pesar de ser un guitarrista consagrado, confesó que no pasa un solo día sin practicar, ni de ajustar todo lo que fuese necesario mediante un soundcheck previo a cualquier función. Una muestra de un Slash inspirado es la joyita “Wicked Stone”. Despierta la ovación luego de concentrarse durante quince minutos y desglosar las melodías más personales y profundas, desprendiendo riffs de antología, para exponer en un museo. Se trata de un artista distinto en tiempos en que los solos de guitarra van extinguiéndose, intercambiando una y otra vez cada uno de los seis instrumentos que utilizó, entre guitarras personalizadas, doble mástil, de diferentes modelos y colores adaptándose a cada tramo del show.

Esto hacía que nadie quisiera desviar la mirada ni por un segundo mientras su figura iba cambiando de pose, brotaba una cuota de blues desde cada una de sus células a la hora de sumar al repertorio una arrolladora “Nightrain” de Guns N’ Roses, se generó una de las mayores motivaciones de la noche, todo se volvió más rápido y tomó gusto a un rock de la vieja escuela, teñido con aires de AC/DC para enseguida desacelerar con “Starlight”, creando un clima más distendido, en una suerte de montaña rusa, donde al fin llegaba la calma y hallar eco en la audiencia. Una dosis de adrenalina que nunca falla.

Suban el volumen

La última de las presentaciones en el predio de G.E.B.A. confirmó que nuevamente se centraría en un repaso de su carrera solista, aunque poniendo especial énfasis en su reciente placa ‘Living The Dream’, la separación entre plateas, sector V.I.P. y campo común, no sólo parecía absurda por no tratarse de un sold out, sino que alejaba a la audiencia del escenario, sin pantallas y sin ningún artilugio de más, una fina llovizna empezaba a caer hasta pasar a ser casi un diluvio a mitad del concierto, desatándose “My Antidote”, “Driving Rain” y “Boulevard of Broken Hearts”.

Myles fue un gran protagonista, no sólo por la calidad de sus cuerdas vocales, sino también por su calidez explicando que les habían pedido no subir el volumen por una orden del Gobierno de la Ciudad que limitaba los decibelios de sonido, ensayó algunas palabras en castellano y avivó al público a corear: “Ole, ole, ole”, cantito típico de tribuna que hizo que Slash volviera a sonreír. De inmediato invitó a que su esposa Selene se asomara a un costado, comentando: “Es muy tímida, estamos juntos hace quince años, yo soy el afortunado, te amo, feliz cumpleaños”, declaró luego de besarla como si fuera una película romántica de autocine.

Una perlita fue el melancólico “The One You Loved Is Gone” (El que amabas se ha ido) que hasta entonces no había sido interpretado en la gira sudamericana. La letra escrita por Kennedy cuenta una historia personal que expresa el dolor que tuvo que padecer cuando el perro que tenía de mascota murió durante una gira, algo que es capaz de romper el corazón de cualquier alma sensible y hacer que algunas lágrimas colapsen entre las gotas de lluvia. Levantó su mirada hacia el cielo, luego presentó a cada uno de los integrantes que recibió una merecida ovación, atrapando banderas y todo lo que llegara a sus manos, retribuyéndoles con palillos, púas y demás souvenirs de una celebración que aún no terminaba.

"Después de mí, la tempestad"

Cada una de las performances de dos horas y media sonó de manera impecable, “World On Fire” anticipaba el final, con “Avalon” y la pulsión de los sonidos de las tres guitarras cuando se les sumaba Myles Kennedy en la extensa “Anastasia” entre los bises, ya un clásico para decir adiós, bajo la lluvia. Slash volvía a regalarnos una postal que se repite y lo vuelve colosal, un Dios de historias épicas, cual Sansón, aquel personaje de leyendas bíblicas cuya verdadera fortaleza residía en su abultada cabellera, alguien que parece ser dueño de una personalidad introvertida y prefiere expresarse a través de sus guitarras, sobre el escenario se posiciona como una escultura, sujetando con seguridad y brazos bien firmes su instrumento.

Sus pulseras y anillos iluminan la rapidez de sus dedos marcando cada solo, azotando las cuerdas de su Gibson Gold Top como sólo él sabe hacerlo. Cada acorde golpea el pecho, va directo al centro de los sentimientos, contra toda tormenta, mal clima o problema técnico, la música ayuda siempre a superar todo lo malo, pero había llegado la hora de volar a Brasil, llevándose polvo argentino en sus zapatillas para regresar algún día a reanudar una gran historia de amor, destellando magia de su galera, devolviéndole a sus fans la misma pasión.

Lucy Dávalos

@lucydavalosOK

Setlist Slash, Myles Kennedy & The Conspirators
Call Of The Wild
Halo
Standing In The Sun
Apocalyptic Love
Back From Cali
My Antidote
Serve You Right
Boulevard Of Broken Hearts
Shadow Life
We’re All Gonna Die
Dr. Alibi
The One You Loved Is Gone
Lost Inside The Girl
Wicked Stone
Mind Your Manners
Driving Rain
By The Sword
Nightrain
Starlight
You’re a Lie
World On Fire
Avalon
Anastasia

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