Saratoga: Cumpleaños feliz

Sin nuevas canciones que presentar, la incorporación del nuevo batería, Jorge Garrido, alias “El Estepario Siberiano”, se ha convertido en la principal novedad de los actuales Saratoga. El cuarteto madrileño siempre se ha caracterizado por tener muy bien cubierto el puesto a los tambores, y en verdad que han acertado de nuevo plenamente con el fichaje del Estepario, un tipo que parece tocar muy sobrado, que hace fácil lo difícil, y que suma espectáculo, mucho adorno y virguería como instrumentista, además de una pegada descomunal cuando es necesario. Si le sumamos que tiene imagen, personalidad y tirón en redes, parece claro que puede aportar en todos los aspectos al crecimiento de la banda, y que puede convertirse además en un nuevo puntal para el grupo.

En cuanto al bolo gasteiztarra que aquí nos ocupa, en una Urban Rock cerca del lleno total, salvo algún tema puntual, Saratoga sonó engrasado y sin apenas fisuras en las dos horas que duró el concierto, con el público entregado y cantando prácticamente todo el repertorio.

La salida en tromba hasta que llegó el solo de batería fue matadora, sonando una tras otra “Tras las rejas”, “A morir”, “No sufriré jamás por ti”, “Maldito corazón”, “Mi ciudad”, “A sangre y fuego”, una “El vuelo del halcón” no del todo cuadrada en su ejecución, y “Vientos de guerra”. Un inicio a bocajarro con la audiencia muy participativa desde el primer minuto. En ese sentido, contar con Tete al frente es una garantía, seguramente no hay frontman más fogoso y comunicativo en toda la escena heavy estatal. Junto a Novoa, Niko del Hierro fue el otro gran agitador sobre el escenario, autentico motor del grupo, irradiando carisma, y por el que no parecen pasar lo años. A Jero Ramiro sin embargo le vimos algo más apagado y en un segundo plano escénico, quizá no del todo satisfecho, al menos de inicio, con el sonido, aunque también él se fue animando con el paso de las canciones.

A mitad de concierto, la nueva versión de el baladón “Si amaneciera”, con introducción de piano en lugar de guitarra acústica, funcionó mejor de lo que esperábamos, y fue cantada a pleno pulmón por el respetable. “Lejos de ti”, con la sala iluminada por los móviles del gentío, fue otro de los destacados momentos íntimos de la velada, un relativo descanso antes de la despedida arriba de revoluciones con “Como el viento” (es imposible que la gente no entre a cantar el estribillo antes de tiempo a mitad de tema, algo que suele ocurrir también con “Autopista” de Obús), “Perro traidor”, “Rojo fuego”, quizá fuera de lugar colocada en el bis, y una atronadora “Resurrección”, con Tete cantando entre el púbico como fin de fiesta total, aullando con esos agudos mega heavies que él tanto domina. Grandes Saratoga a su paso por la capital de Euskadi en su 30º cumpleaños. Zorionak!

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