Los Zigarros: Pasarela de estrellas

Una grabación en directo es un arma de doble filo: por un lado, el grupo queriendo dar lo mejor de sí mismo, transmitiendo energía para encender a la audiencia; por el otro, la responsabilidad de saber que la ejecución de las canciones tiene que aspirar a la perfección porque aquello va a quedar inmortalizado para siempre. El cuarteto de los pantalones de pitillo gestionó bien la presión, supo nadar y también supo guardar la ropa.

“La trampa” fue la introducción grabada a un concierto que arrancó con “Apaga la radio”, y desde el primer momento se vio que el heterogéneo público - hasta familias enteras se veían en las butacas - venía dispuesto a poner también de su parte para que la fiesta fuera completa. “No obstante lo cual”, del genial Pappo, nos puso a todos a bailar, y el ritmo se aceleraría con “Odiar me gusta” primero y, especialmente, con su versión de Flying Rebollos “Mis amigos”.El despliegue de guitarras que circuló por el escenario fue un espectáculo en sí mismo, y la SG de doble mástil que sacó Álvaro Tormo para dar forma al pasaje sonoro con el que nos introdujeron en “Tendrías que haberla visto bailar”, es una preciosidad.

Tardó en llegar el momento en que salió el primer invitado, pero a partir de ahí, el desfile fue más que generoso. Ariel Rot tocó y también cantó parte de “¿Qué harás, amor?”, un tema que perfectamente podría haber firmado él para Los Rodríguez. Pero no, es original de Los Zigarros, una de las bandas que más ha despuntado en los últimos años en el panorama nacional, con canciones que son clásicos modernos de nuestro rock. Por cierto que me sorprendió que hubiera tanta gente que conociera “De nada sirve hacerse mayor”, tema de Los Perros del Boogie, el anterior conjunto de los hermanos Tormo.

El cover del surfero instrumental “Wipe Out” (versión de The Surfaris) fue el momento de mayor lucimiento  del batería Adrián Ribes, y hacia el final, los hermanos y el bajista Nacho Tamarit se marcaron un “Kiss”, moviendo sus instrumentos acompasados y en la misma dirección. El armonicista Ángel Wolf le imprimió autenticidad a un “Cayendo por el agujero” alargado, en el que Ovidi interactuó con el público para hacernos cantar.

A continuación, uno de los técnicos plantó una gran pedalera en el escenario impropia de Fito, y es que en realidad creo que era la de Carlos Raya. Fue más que sorprendente ver a Cabrales usar el whammy en el solo del revolucionado “Resaca”. Empalman sin interrupción con “Voy a bailar encima de ti”, y Álvaro le lanza un guiño al bilbaíno cuando, en su solo, cuela la melodía de “Rockin’ All Over the World” (Status Quo), que Platero y Tú usaba para “Si tú te vas”. Fito también se cantó algunas partes de las canciones, y es que se ve que el show estaba preparado con mimo para la ocasión, sin dejar nada en manos de la improvisación. El mayor ejemplo es “Tenía que probar”, con un Raya –productor del grupo- al que Ovidi presentó como “el quinto Zigarro”. Le añadieron una intro psicodélica y también hacia el final una armonía a tres guitarras que les quedó de cine.

Álvaro jugueteó con “Down Payment Blues” antes de arrancar “A todo que sí”, uno de los temas en los que más se palpa la influencia de AC/DC. Lo canta Carlos Tarque, a quien me dio la sensación que se le olvidó alguna que otra palabra de la letra, aunque sí estuvo ágil a la hora de emular con su voz unos fraseos de guitarra, otra señal de que los invitados ensayaron con el grupo detalles específicos para las canciones. Si ya de por sí “Dispárame” es un levanta pistas, lo fue aún más con la suma de Aurora García (Aurora & The Bretrayers), un terremoto capaz de cantar con el rango de un hombre y que me recordó en su explosividad a Tina Turner. Quizás contagiado por tanto arte, Ovidi termina de soltarse y se va a la primera fila de la grada para robarle un trago de cerveza a un fan.

El cantante presenta a la banda y los músicos se toman un chupito a nuestra salud antes de poner el Price patas arriba con “Hablar, hablar, hablar”. El grupo abandona el escenario bajo una ovación cerrada, y cuando regresa, lo hace acompañado de Leiva, que además de pasarse por el micrófono, también tuvo espacio para hacer un solo en “Baila conmigo”. En el que hizo Álvaro en “Dentro de la ley”, se emocionó dando vueltas y se le cayó la petaca de sonido. La canción final con todos los invitados, “¿Qué demonios hago yo aquí?”, empezó accidentada, con el micrófono de Ovidi que falló hasta que el cantante volvió a conectar bien el cable y Leiva teniendo que volver al backstage para coger otra guitarra, puesto que la que había sacado no sonaba. Aun así, fue un fin de velada memorable, una genuina celebración del rock en castellano.

Repertorio:

01. La trampa
02. Apaga la radio
03. Espinas
04. No obstante lo cual (versión de Riff)
05. Odiar
06. Mis amigos (versión de Flying Rebollos)
07. Tendrías que haberla visto variar
08. Desde que ya no eres mía
09. ¿Qué harás, amor? (con Ariel Rot)
10. De nada sirve hacerse mayor (versión de Los Perros del Boogie)
11. Con solo un movimiento
12. Wipe Out (versión de The Surfaris)
13. Cayendo por el agujero (con Ángel Wolf)
14. Resaca (con Fito)
15. Voy a bailar encima de ti (con Fito)
16. Malas decisiones
17. Tenía que probar (con Carlos Raya)
18. A todo que sí (con Carlos Tarque)
19. Dispárame (con Aurora García)
20. Hablar, hablar, hablar
21. Baila conmigo (con Leiva)
22. Dentro de la ley
23. ¿Qué demonios hago yo aquí? (con todos los invitados)

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Coordinador General en Mariskal Rock & La Heavy

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