Crónicas

Los Zigarros: Vacuna de rock and roll

«Sencillamente nunca decepcionan, esperemos que pronto podamos volver a disfrutar de su música en mejores condiciones.»

26 diciembre 2020

La Riviera, Madrid

Texto: Isa García. Fotos: Nerea Mayor

El pasado sábado nos acercábamos a la Riviera para ver en una doble sesión de tarde a Loz Zigarros, con una sala al completo y que disfrutamos enormemente, pese a tener que permanecer sentados por las nuevas medidas de seguridad.

Y es que una banda como Los Zigarros, no se disfruta igual sin poder cantar y bailar. Sin embargo, ni las sillas, ni las mascarillas lograron evitar que Ovidi y los suyos hicieran circular de nuevo el rock and roll por nuestras venas, ese que tanto echábamos de menos y que tanta falta sigue haciendo.

En esta ocasión, La Riviera había habilitado varias puertas, para evitar que las 500 personas se aglomeraran a la entrada. Cabe mencionar que la sala cumplía con creces con las medidas de seguridad, demostrando una vez más que los conciertos deberían seguir siendo parte de nuestra vida, incluso en estas circunstancias. Aunque no llegamos a comprender por qué la administración decidió echar de la sala a los fotógrafos, habiendo bastantes sillas vacías en la zona destinada a prensa.

Después de acceder ordenadamente y tomar asiento, se notaba una cierta tensión en el ambiente, pero a medida que el personal iba haciendo llegar la cerveza a los asistentes, se notaban las ganas de que arrancara el concierto.

Apenas quince minutos después de lo previsto, salían Ovidi, Álvaro, Adrián y Nacho a las tablas, para arrancar con “Apaga la radio”, seguida de “Espinas” y “No obstante lo cual”. Sin duda, un buen comienzo para tanto para sus seguidores más veteranos como para los más recientes. Tras el riguroso saludo inicial al respetado, continuaban con “Odiar me gusta” tema con el que se empezaba a escuchar cantar a la gente, aunque de forma algo tímida.

Llegaba después el turno de “Mis amigos” y “Desde que ya no eres mía”, y los más valientes ya habían comenzado a levantar sus cervezas y a bailar desde sus sillas, cosa que la banda parecía ir notando, mostrándose cada vez, más seguros sobre el escenario.

Alguien gritaba “queremos bailar” cuando llegaba el momento de escuchar “De nada sirve hacerse mayor”, tema de la anterior banda de los hermanos Tormo; Los Perros del Boogie, que no suele faltar nunca en sus conciertos. Antes de presentar a los componentes de la banda, disfrutábamos de “Con solo un movimiento” tras lo cual Ovidi anunciaba alegre que “empezamos el año en Madrid arriba y lo acabamos también en Madrid, incluso más arriba”. Y es que aún recordamos con cariño el gran concierto que realizaron el pasado enero en el Teatro Circo Price en el que grabaron el DVD del directo bajo el nombre de ‘Qué demonios hago yo aquí’, el cual está teniendo una gran acogida.

Lo que vendría a continuación serviría para demostrar una vez más las dotes de Adrián y Nacho a la guitarra y bajo respectivamente, sin ignorar, por supuesto la agilidad con la que Álvaro hace que cante su guitarra. Hablamos, por supuesto del clásico, “Whipe Out”, en el que el cuarteto parecía haber ensayado un bailecillo que el público no dudo en imitar, eso sí, sin levantarse de su asiento. Continuaría la demostración de habilidad musical con un solo de guitarra y un Ovidi animando al público a cantar a lo Mercury. Para a continuación, sorprendernos con un cover de “Alta suciedad” de Andrés Calamaro, quien, además de ser amigo de la banda, ha sido un claro referente para los valencianos.

Volviendo a sus temas, llegaba el turno de “Resaca” y “Voy a bailar encima de ti” con las que ahora sí, el público no podría estar más activo. Pero para dar una de cal y otra de arena, llegaba otra sorpresa, un cover, bastante bien logrado de “It’s Now or Never” del mismísimo Elvis, que hizo a más de uno ponerse tierno, sacando las linternas del móvil.

Con unas luces tenues y un rollo muy jam session sonaba “Tenía que probar” (una versión más extendida a la del LP), que fue de lo mejor de la noche. Ovidi pareció paralizarse con “A todo que sí” al darse cuenta de que los 500 asistentes estaban cantando la primera estrofa, así que decidió disfrutar del momento, llegando a tararear “Love In An Elevator” de la emoción.

Con un breve, “bueno, nos vamos” que no se molestaron en intentar hacer creíble, dedicaron un momento a todo su equipo de técnicos y a su manager, agradeciendo su trabajo, para después continuar con “Dispárame”, anunciando así que la traca final estaba cerca.

Tras un potente “Hablar, hablar, hablar” salieron del escenario durante unos minutos, para volver con “Dentro de la ley”. Con un chupito en mano, brindaron recalcando nuevamente lo emocionados que estaban de volver a encontrarse con sus seguidores. El broche final, como no podría ser de otra forma, fue “Qué demonios hago yo aquí”. Entre aplausos se despedían ahora sí, con el público en pie.

La gente se iba, ordenadamente, como había entrado, pero con una sonrisa en la cara. A Los Zigarros les esperaba una nueva sesión a las 21:00h, que seguro sería tan buena como la que habíamos presenciado. Sencillamente nunca decepcionan, esperemos que pronto podamos volver a disfrutar de su música en mejores condiciones.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Otro gran conciertos de LOS ZIGARROS presentando su último álbum de estudio publicado el año pasado y que con las medidas de seguridad pertinentes para llevar a cabo dicho recital en la mejor sala rockera de Madrid.

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