Sôber

Elegía

El Dromedario Records (2021)

Por: Borja Díaz

10

Se acercan a los treinta años de carrera. Pocos me parecen viendo lo que ha logrado hacer Sôber en todo este tiempo. Y es que han sido capaces de ganarse un hueco en la historia de nuestra música, con un estilo propio, que difícilmente podrás escuchar si no es bajo su sello. Disco tras disco, ya se acercan a la decena solo contando los de estudio, han demostrado un crecimiento bestial, pero, sobre todo, lo más importante es que no pierden la ilusión.

En esta ocasión, el confinamiento les truncó los planes que tenían de presentar su nuevo disco, ‘Elegía’ (que saldrá a la venta mañana, 18 de junio), el pasado año, pero eso no les ha impedido esperar con paciencia, puliendo todos los detalles, para ofrecernos una verdadera obra de arte. Hasta la portada y las ilustraciones tienen un trabajazo detrás. La encargada ha sido la hija de Carlos Escobedo, que, captando la esencia de los temas, nos ha regalado un arte que es una maravilla.

En lo musical también tenemos sorpresas. Y es que se alejan del sonido de ‘Vulcano’ y ‘Letargo’, en los que habían explorado su faceta más progresiva, para volver a los orígenes, a esos ritmos contundentes, recubiertos de oscuridad y que buscan más la pegada que las florituras. Y para ello no han dudado en volver a situar el bajo en primer plano. Los seguidores de los madrileños lo encontrarán a medio camino entre ‘Paradÿsso’, ‘Reddo’, y ‘Superbia’. Es el sonido que vamos a encontrar en “Verona”, en “El día de la liberación” o en “Oasis”, aunque en esta, con un toque oriental bien integrado y una parte instrumental sensacional.

Pero esto es Sôber, por lo que ‘Elegía’ nos trae 10 temas llenos de matices y detalles. Como ese toque más moderno que aportan los sintetizadores a “Mi heroína”, que abre este trabajo con un paso lento pero seguro, hasta desembocar en un estribillo lleno de fuerza. O el piano en “Máscara de hierro”, donde sus arreglos marcan el tema hasta que el solo, obra de Tony ‘Waka’, rompe con todo.

Es difícil quedarse con un solo tema, porque han logrado que en su conjunto suenen fenomenal, pero podríamos destacar el propio “Elegía”, con un riff solemne mezclado con la segunda guitarra más metalera y un coro en latín, que apoyan a una letra emotiva para regalarnos un tema lleno de sentimiento, pero a la vez con mucha fuerza. O “Eclipse”, un medio tiempo más amable, donde la acústica rasgada con los dedos de Saulo RZ de Bon Vivant, mezclada con las eléctricas te va atrapando hasta avasallarte en el estribillo. Sin olvidarnos de la letra, fiel reflejo del grupo y que podríamos conectar musical y temáticamente con “Náufrago”. De este también nos regalan una versión en la que colabora La Bien Querida.

Continuando con este lado más emotivo, sobresale “La noche más larga”, la letra en la que Carlos más se abre, en un tema a voz y piano lleno de sentimiento hasta que rompe en el estribillo. Brutal hasta ese último verso que te deja el cuerpo sobrecogido. Y justo en la parte final sacan su lado más metalero. En primer lugar con “Seda y plomo”, donde revientan todo a base de potencia y una letra afilada. El heavy más clásico aparece en el inicio de “9 musas”, donde dejan claro que entre sus influencias también están grupos de la NWOBHM. Con él, cierran este genial trabajo, donde Sôber han querido regresar a sus orígenes, aunque sin perder de vista el toque moderno.

Borja Díaz
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Esta entrada fue escrita por Borja Díaz

4 comentarios

  • Mr X dice:

    Pinta bastante bien, deseando escucharlo en profundidad. Mejor que Vulcano y Letargo seguro por lo escuchado en el trailer adelanto del disco.

  • Juandie dice:

    Se prevee otro gran álbum de los cojonudos SOBER. Me encanta la portada hecha por la hija de Carlos Escobedo.

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