Crónicas

Rock con Ñ en Bilbao: Gente que ha estado en grupos

«Echamos de menos algo de Tequila o Ñu, pero no quitaríamos ni un solo corte de un repertorio impresionante, fundamental para cualquier persona decente que quiera saber que el rock en español podría situarse en pie de igualdad con el rock británico o americano.»

8 marzo 2024

Sala Azkena, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

El rock español en realidad siempre fue la hostia, y el que piense lo contrario, es un ignorante de tomo y lomo. Pero hubo una larga temporada en la que a los grupos patrios no se les reconocía suficientemente su valor y se les miraba con cierto desprecio, con esos prejuicios aldeanos que llevan a considerar a lo de fuera solo mejor por el hecho de proceder de otro país. Burning, Tequila, Coz, Sangre Azul, Asfalto, Topo y así podríamos seguir casi hasta el infinito recordando figuras que ya se han ganado de sobra un puesto de honor en la historia de la música, mirando de frente a frente a AC/DC, Judas Priest o Iron Maiden.

Por tanto, la iniciativa de Rock Con Ñ de recuperar lo más granado del género solo podría cosechar alabanzas. Y más si nos encontramos con una banda con una formación de auténtico lujo con Juanjo Melero (Sangre Azul) a la guitarra, Johan Cheka (Cráneo) a la voz o Luis Cruz (Topo) a las seis cuerdas, entre otros músicos de reseñable trayectoria. Que nadie se confunda, ya nos lo dejaron claro ellos mismos en una entrevista al asegurar que no son “un tributo, sino el All-Star del rock ochentero”.

El plan de la velada rescatando piedras angulares de la época de las hombreras y cardados nos resultaba muy atractivo a priori, pero no debimos ser el único que pensaba de esa manera. La bilbaína sala Azkena gozó de una encomiable afluencia, con presencia mayoritaria de maduritos, como era de esperar, aunque estos se movían con un entusiasmo que difícilmente igualarían esas generaciones jóvenes con piel tan fina. Reivindiquemos el agite capilar en los conciertos, otra de esas cosas que se está perdiendo en la actualidad.

El repertorio de Rock Con Ñ fue imbatible desde el minuto uno con “Putney Bridge” de Ramoncín, al que habíamos visto en Bilbao precisamente hace escasas semanas, por lo que nos agradó rememorar aquella noche gloriosa. “Mueve tus caderas” de Burning tomó el relevo de manera muy digna y sin duda legaron uno de los instantes de la noche con “Abre fuego” de Sangre Azul, interpretada magistralmente por Cheka, y eso que no resultaba nada sencillo emular los tonos agudos de Tony. El maestro Juanjo Melero, por otra parte, demostró un nivel extraordinario a las seis cuerdas. Los galones del veterano siempre se tienen que notar.

“Reina de la noche” de Ramoncín también se tornó muy apropiada en una jornada especial en la que se recordaba a las mujeres en su día internacional. Y la banda al completo quiso reivindicarse como “gente que ha estado en grupos”, no con ese concepto trasnochado de “viejas glorias” que evoca naftalina y alcanfor en cuanto se pronuncia. Encima, dicha expresión no se corresponde en absoluto con la realidad, pues estamos hablando de tipos que llevan activos en el panorama durante décadas, nada de coger los instrumentos simplemente para rememorar la juventud.

“Una noche sin ti” nos ponía la patata en un puño, como diría Johnny de Burning, y “Banzai” de Miguel Ríos volvió a certificar el talento de Cheka a las cuerdas vocales, pues se desgañitó con otra de las canciones fundamentales del rock español. “Dueño y señor” fue un inevitable homenaje más a Sangre Azul, algo que agradecieron muchos asistentes, pues no existen demasiadas oportunidades en la actualidad de escuchar en directo temas de aquella mítica banda que revolucionó el hard rock en la lengua de Cervantes. Ya se podrían haber animado también con “Piel de serpiente” o “Cuerpo a cuerpo”, entre muchos otros himnos.

“Vamos muy bien” de Obús o “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?” de Burning tal vez fueran elecciones más esperables en una noche como aquella, pero eso no quita para reconocer su valor, por muy trilladas que estén en determinados ámbitos. “Días de escuela” de Asfalto era otro mundo aparte, ya nos contó Cheka que aquella pieza lo cambió todo en su caso y le demostró que el rock “podía expresar muchas cosas”. Todos los elogios son insuficientes ante una joya que mezclaba rock urbano, rock sinfónico y canción protesta.

“Vallecas 1996” de Topo tenía que sonar sí o sí, aunque el guitarra Luis hubiera optado por otra, como nos confesó Cheka. Otra interpretación impresionante a la saca, con solos de guitarras estratosféricos muy bien llevados. Tiraron de nostalgia al presentar “Resistiré” de Barón Rojo y recordar cómo cuando el vocalista y Melero estaban en Cráneo en el estudio de al lado los hermanos De Castro le daban caña al que se convertiría en uno de sus grandes himnos.

Sin despegarse de ese halo antisistema que poseía el rock y el heavy metal en épocas pretéritas, “No hay tregua” de Barricada sorprendió por su inclusión, pero la decisión fue acertada, pues pocas piezas podrían calentar y elevar tanto las gargantas como aquel rotundo ejemplo de rock combativo. “Sábado a la noche” de Moris, cantautor argentino afincado en Madrid, puso los cimientos del rock primigenio en castellano y también desató bailoteos por el recinto. Ahí esa noche no había gatos de escayola.

La recta final fue del mismo modo impepinable con “Más que una intención” de Asfalto, la enésima oportunidad para que la formación gloriosa de aquella noche certificara su valía. El broche definitivo llegó con “Los rockeros van al infierno” de Barón Rojo, donde Cheka nos recordó que el propio Melero solía encargarse de los amplificadores de Armando de Castro, y “Mis amigos” de Topo, todo un canto a la amistad y a esos eternos colegas que arreglaban el mundo “a golpes de futbolín”. Ay, esos tiempos en los que no te topabas por las calles con seres sin alma pegados a una pantalla.

Echamos de menos algo de Tequila o Ñu, pero no quitaríamos ni un solo corte de un repertorio impresionante, fundamental para cualquier persona decente que quiera saber que el rock en español podría situarse en pie de igualdad con el rock británico o americano. Pura historia viva, una lección de cátedra impartida por gente que ha estado en grupos, ni estrellas ni viejas glorias.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Pedazo de resumen por parte de estos músicos juntos bajo el lema de ROCK CON Ñ interpretando estos clásicos de tan históricas bandas de nuestro Rock y Heavy Metal.

  • Chico, chaco, checoslovaco dice:

    No es cierto que el rock español pueda compararse con el británico o el norteamericano. No es cierto. Podéis pensar lo que queráis pero no hay una sola canción compuesta en España en el ámbito del rock duro y el heavy metal que haya tenido la menor repercusión fuera de España y, tal vez, de los mercados iberoamericanos.

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