Crónicas

Javi Fermín: Joyas inolvidables

«Javi Fermín es un tío inteligente y creativo, que sabe rodearse de grandes artistas, que le apasiona la buena música, que consigue componer temas de mucha calidad y que ofrece un gran espectáculo en sus directos»

11 noviembre 2023

Sala Tempo Club, Madrid

Texto: Valle. Fotos: Jason Cenador

Hay días inolvidables que desearía revivir. Días que te recargan las pilas y que, por lo tanto, merecen ser recordados. Es curiosa la etimología de la palabra recordar, debido a que se construye con el prefijo “re” que, como sabéis, sugiere repetición, y el término del latín “cordis”, que significa "del corazón". Sí, “volver al corazón”. No es que los romanos fueran especialmente nostálgicos, sino que ellos creían que la memoria se encontraba en este órgano en lugar de en la parte frontal del cerebro. Esta ignorancia ha resultado ser sabia, y hay días, como el pasado sábado 11 de noviembre, que guardaré en mi corazón.

Fue un plan sencillo: una visita al museo del Prado con grandes amigos y una comida llena de risas. Sin embargo, estoy seguro de que no olvidaré esa jornada porque está estudiado que la música mantiene vivos nuestros recuerdos y, después del almuerzo, pudimos disfrutar del maravilloso concierto que Javi Fermín ofreció en la sala Tempo Club de la capital. Él, además, me recordó de nuevo que no puedo olvidar recordar.

“No puedo olvidar recordar” es la preciosa canción que Javi Fermín compuso para 'El futuro es la memoria', un proyecto solidario destinado a la noble tarea de ayudar a los cuidadores de personas con Alzheimer y que fue grabada por Miguel Ríos, Sole Giménez o Víctor Manuel entre otros allá por el 2017. Una composición tan bella y depurada que, en mi opinión, pese a que este músico llena sus directos de muchos momentos únicos, sigue siendo la joya que más brilla en su repertorio.

El concierto comenzó potente con la pegadiza “Envenenas mi pensamiento”, el adelanto que Javi Fermín lanzó para su nuevo trabajo, 'Detective de canciones: episodio uno', el primer capítulo de una trilogía que, gracias a esta creación y a la siguiente que interpretó, promete ser extraordinaria.

Como he anunciado, justo después, fue imposible quedarnos quietos ante “Aquí nadie se va sin bailar”. Dos cortes de esta nueva entrega en los que destacó el talento de un imprescindible Antxon Sarasua a los teclados. Sí, un comienzo rotundo que conquistó a un público que ya sólo tuvo que preocuparse de disfrutar, y eso fue lo que hicimos.

La rocanrolera “Nadie quiere dejar de querer” dio paso a las versiones de grandes éxitos que este artista suele adaptar con esos aires de swing y de jazz que las hacen tan genuinas. Así, cantamos el “Qué hace una chica como tú en un sitio como éste” (la mítica obra de los Burning) o una “Escuela de Calor”, con estribillo de “Corazón de tiza”, que homenajeaba a Radio Futura. Con “Volví a nacer”, Javi Fermín demostraba que sus canciones propias no tienen nada que envidiar a los hits que versiona. No obstante, nos volvimos a emocionar gracias a la cover de “Frío”, del recordado Manolo Tena.

Llegó el momento de interpretar el primer éxito de su creciente carrera musical. La reivindicativa “Soy un antiguo” sonó como nunca por culpa de, entre muchas cosas, la sabia batería, en esta ocasión con escobillas, de Pako  Díaz, un batería que ya era muy bueno en los ochenta cuando tocaba para la famosísima Orquesta Mondragón.

En la sentimental “Canciones para olvidar” fue muy aplaudido el solo a la guitarra de un gran Dani Venegas y la sección de metales que Javi Fermín calificó de valientes por haberse aprendido todo el repertorio en menos de cinco días: Alex Haro al saxo y Jesús Bustos a la trompeta.

Entonces, el concierto se transformó en una fiesta con el “Salta” de Tequila, “Déjame” de Los Secretos y, por supuesto, la mencionada “No puedo olvidar recordar”. A tal punto llegó la jarana que, luego, estuvimos “Bailando con la luna”, una canción romántica en la que Javi Fermín, que ya nos había enamorado por su carisma y su atractiva voz, se empeñó en hacerlo ahora con las preciosas líneas de bajo que ejecutó.

La banda de Donosti intentó despedirse levantándonos sobre una espectacular adaptación del tema “Una décima de segundo”, del añorado Antonio Vega, que, por arte de magia, se convirtió en el “Hey Jude” de los Beatles y la sala en un clamor pidiendo otra. Por este motivo, tuvieron que volver a salir, pero se les ocurrió enloquecernos con el “Adiós papá” de Los Ronaldos y, claro, el público no podía dejarlos marchar y por segunda vez subieron de nuevo a las tablas para interpretar “Envenenas mi pensamiento”, la canción con la que comenzó este exitoso concierto.

Javi Fermín es un tío inteligente y creativo, que sabe rodearse de grandes artistas, que le apasiona la buena música, que consigue componer temas de mucha calidad y que ofrece un gran espectáculo en sus directos. Razones suficientes por las que escucho sus canciones y asisto a sus conciertos.

Bueno… y también porque, como el sábado pasado, ya sabéis que hay días inolvidables que desearía revivir.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Muy buena crónica hacia el buen concierto que se marcó en dicha sala madrileña el navarro JAVI FERMIN que junto a sus buenos músicos presentó su último álbum de estudio el cual caló de puta madre en aquella noche madrileña.

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