PONCHO K: CABALLO GANADOR
23 febrero, 2015 1:12 pm 1 Comentario
Sala Matisse, Valencia
Gran noche de rock en acústico, algo a lo que no estoy muy acostumbrado, pero que siempre es un placer poder disfrutarlo. Llegué muy pronto a la Sala Matisse, en el valenciano barrio del Cedro, y la persiana aún estaba bajada, así que me tocó esperarme, cerciorándome que esa noche tocaba Poncho K, y efectivamente hoy era la noche del de Sevilla.
El concierto de la gira ‘Caballo de Oro’, su último trabajo, tardó en comenzar, tal vez porque la sala, que no tiene unas enormes dimensiones, estaba todavía un tanto vacía y esperaban más público.
Menos de la mitad se había llenado y estábamos expectantes, mientras escuchábamos a Extremoduro de fondo, por ver cómo sonarían sus canciones en un formato genial para la fantástica acústica de la sala.
Pese al escaso público, la gente reaccionó con efusividad cuando de una esquina aparecieron los tres músicos encargados de ponernos hasta arriba de rock & roll. “Te digo ke no te quedes” de su guitarrero disco “Cantes valientes”, suena de repente, y todo el mundo explota coreándola al unísono. “Borracho” es la que sigue, y lo hace a lo grande, demostrando que el público que ha ido sabe a lo que va y lo disfruta. A ésta le sigue “Romper a volar”, y en “Carnívoro cuchillo” Poncho se dirige al público: “Valencia, ¡a ver si bailáis!”; el tema suena genial, y tiene un final fabuloso con los punteos del segundo guitarra, un joven llamado José Ángel León que nos hizo disfrutar a los que buscábamos más rock.
Con “El último sol”, que comenzó más tranquilita pero con un coro de voces que se acoplaban a la perfección, porque si algo hay que decir, es que los asistentes conocían todas las letras.
“Así me lo invento” presenta otro final apoteósico y es muy guitarrera. “De ninguna parte”, todos se la saben, lo que hace que este concierto sea una gran fiesta colectiva.
“¡Salud Valencia, va por vosotros!” espeta Poncho y le da un trago al cubata, para pasar al primer momento álgido, y no es que el resto no lo fuera, pero llegaba la conocida “Punki Gitano”, que personalmente me gustó mucho más que en su disco “Una historia con las manos” de 2010, le dieron una atmósfera más rockera y efectista.
Ahora bajan el guitarra y batería del escenario y dejan solo a Poncho frente a la audiencia para hacer “Laureles”. Vuelven los músicos y la gente corea como si no hubiera un mañana “Perro”.
Y ahora viene un tema que el público conoce bien, pues pertenece al disco que están presentando, “Caballo de oro”, se trata de “¿Quién apagará?”, que la llevan un poco al ska y la gente baila y disfruta, somos pocos, pero los que hay gozan como enanos con el directo.
Salen las palmas al aire y suenan los acordes de “Bar La Llorona”, otra más que cae desde su último trabajo, con otro punteo que eriza la piel y una letra que penetra.
“Se nos ha acabado el repertorio, a ver si os sabéis esta”, juega con nosotros, y sin dilación “Pistolas”. Poncho se baja corriendo de la tarima hacia el aseo, que estaba al lado, con la vejiga llena, deja un poco perplejos a sus músicos, que mirándose entre sí, improvisan “The Passeger”, del maestro Iggy Pop, y el público coge el micro y canturrean el estribillo. “Sopa de Cariño” y “Cuando Deje” suenan en la sala Matisse de Valencia. Con esta última los músico se bajan del escenario, viene el bis, pero algunas personas se quedan ciertamente descolocadas y hasta se marchan.
Vuelven a las tablas con “Arrebatos” y “Estrépito” y antes de “Amor a Cuentagotas” Poncho dice “No sé qué decir...no sé de qué hablar, Valencia me gusta, pero no me gusta la cuchara, esto, el clima”, en ese momento de confusión el público estalló a reír, se notaba la cercanía entre ambos lados de la sala, algo que no sucede en todos los conciertos.
“Pescaito”, suena genial, era de las esperadas y Poncho, como en todo el repertorio, estuvo sensible y divertido, haciéndonos creer que estábamos en eléctrico y no en acústico.
Hasta en ese formato suena punki “Mentiras de Sal”, cruda y directa al tuétano, con ese estribillo que todos coreamos con la rapidez del tema.
Pero si hay una canción con la que todo el mundo se lanza a bailar, cantar y empujarse, esa es la siempre efectista “Manolito Caramierda”, cuyo estribillo se pega a la piel en ese gran disco llamado “Una Historia con las Manos”; a mí me resultó incluso más divertida en directo que en el elepé.
Y Poncho se despide con un tema de su último trabajo llamado “Verborrea”, canción que pedía la gente desde el principio, y que finalmente cerró el concierto, sin ese gran solo en eléctrico, pero que Jose Ángel nos lo hizo olvidar dándole mucho sentimiento rock.
En definitiva, un gran concierto que me quitó la idea que llevaba de ver un directo en acústico y que estuvo muy por encima de mis expectativas. No todos saben hacerlo.
Texto y foto: Javier Caro
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1 comentario
Si en eléctrico PONCHO K da conciertos estupendos en acústico esta claro que lo borda y no exagero para nada ya que para dicha gira desenchufada esta espaldado por muy buenos músicos y con esos temas de esa noche ahí se vio caballo ganador!!!