GRAHAM BONNET: MÁS ALLÁ DEL ARCOIRIS

Sala Backstage Live, Bilbao

Graham Bonnet es una de esas leyendas con cinco décadas de trayectoria a las espaldas que todavía rutilan en el hard & heavy. Capaz de suscitar el respeto simplemente por algunas pinceladas imprescindibles de su currículo, es verdad que su carrera ha sido discontinua en exceso y menos prolija de lo que en principio debería. Militar en Rainbow, aunque solo sea en un disco, le une a la estela de Ronnie James Dio y le asemeja a los otros dos cantantes que han tenido el mismo privilegio: Joe Lynn Turner y Doogie White.

Aquel “Down To Earth” con el que la banda de Ritchie Blackmore cambió la fantasía por la realidad en 1979 supuso que el nombre de Graham Bonnet alcanzara el foco de la fama, en parte gracias a los hits en los que coquetearon con el pop, como “Since You Been Gone” o el impresionante “All Night Long”. Eso sí, el resto del álbum tenía tanta o más calidad que las dos canciones archiconocidas.

Sin embargo, el vocalista ya llevaba más de una década abarcando numerosas tendencias del rock desde los años sesenta. Y culminado el fulgurante pero demasiado efímero periplo Rainbow, también quedó Bonnet para rato. Terminada su relación con Blackmore, parece que generó cierto síndrome de dependencia de trabajar codo cono codo con grandes guitar heroes. Primero fue Michael Schenker, en MSG, después llegarían Yngwie Malmsteen y Steve Vai en Alcatrazz y el propio Chris Impellitteri en la banda que lleva su apellido. En el último cuarto de siglo se han sucedido infinidad de proyectos y colaboraciones, pero ninguno ha rozado ni de lejos el éxito pretérito.

La céntrica sala Backstage Live lució con unos tres cuartos del aforo completos, un ambiente idóneo para que los teloneros Ready Aim Fire desplegaran buenas nociones de un hard rock con aristas neoclásicas y un guitarrista discípulo puro de maestros como Ritchie Blackmore e Yngwie Malmsteen. Aprovecharon una ocasión casi irrepetible, puesto que muy pocos teloneros pueden gozar de tiempo hasta de marcarse un solo de batería.

Algunos carteles habían llevado al equívoco a los fans porque presentaban la banda de Graham Bonnet como Catch The Rainbow, un grupo británico tributo al arco iris que le acompañó a principios de año en Inglaterra. Sin embargo, en esta gira otoñal venía con su nueva banda Bonnet, en la que cuenta con su pareja, Beth-Ami Heavenstone al bajo, el guitarrista brasileño Conrado Pesinato y el batería Justin Lack, recientemente incorporado al puesto.

Abrieron con “All Night Long”, una de sus grandes credenciales, con muchos ojos puestos en Graham. La bajista Beth-Ami también se llevó buena parte de las miradas. Cerca de cumplir 67 años, el vocalista evidenció una forma física muy buena; delgado como cuando era joven, su sempiterno corte de pelo con aires ‘rocker’ y mucha movilidad. Además, su voz pasó con nota la reválida, demostrando que quien tuvo, retuvo, aunque es verdad que algunas canciones ‘marca de la casa Bonnet’ requieren registros inalcanzables hasta para él mismo.

Los fans de Rainbow disfrutaron de un inicio orientado al “Down To Earth” con canciones esenciales como “Love’s No Friend” y “Makin’ Love”. La banda instrumentalmente hablando evidenció que todavía necesita muchos ajustes. De hecho, el batería llevaba unos días con ellos y estaba debutando en este periplo estatal. “Night Games” recuperó aquel trabajo en solitario de 1981 (“Line-Up”) en el que le acompañaban grandes músicos como Cozy Powell, Micky Moody o Jon Lord.

Graham asió la acústica, se ajustó las gafas de ver y apostó por el rock clásico y el material propio e incluso se emocionó al recordar a su hermano recientemente fallecido. Esta fase del concierto cogió a contrapié a buena parte de los seguidores que habían acudido seducidos por su vena hard & heavy. Tributó a The Beatles con “Eight Days A Week” y narró la historia que recoge “The Witchwood”, un tema que aparece en el “Dangerous Games” de Alcatrazz.

El vocalista británico afincado en Los Ángeles, muy hablador en las presentaciones de los temas, realizó una gran interpretación del meritorio “The Mirror Lies”, desconocido para los espectadores. A modo de descanso, primero Conrado Pesinato con la guitarra y después Justin Lack tras los parches hicieron sendos solos para dar respiro a Graham Bonnet.

El cantante recordó la historia del single “Only One Woman”, compuesta por los Bee Gees y que grabaron The Marbles, siendo su propio bautismo musical. Acto seguido finalizaron el set con el esperado “Since You Been Gone” de Rainbow. Volvieron con un bis, basado en hechos reales como recordó Graham: “Lost In Hollywood”, el quinto tema del “Down To Earth” que sonó en Bilbao.

Y ya cuando casi nadie lo esperaba, regresaron al escenario. Graham se disculpó por anticipado aludiendo a los pocos días que llevaba el batería en la banda y, como no tenían más temas preparados, abordaron nuevamente “All Night Long” rompiendo la ley no escrita de no interpretar un tema dos veces en el mismo concierto. Recordó a Doro cuando reincidía en “All We Are” hace unos años.

A la salida del concierto; diversidad de opiniones. Es verdad que la banda no estaba rodada y que todavía tiene muchas carencias. También se echaron de menos los tres temas del “Down To Earth” que no sonaron, en especial “Eyes Of The World” y “Danger Zone”, así como las canciones del “Assault Attack” de MSG y otras más reconocibles de Alcatrazz.

Pero el 100% de los asistentes había ido a ver a un Graham Bonnet que mantiene un gran potencial de voz y buena parte de su carisma. Pocas leyendas de su quinta pueden presumir de lo mismo. Será que los excesos a veces no son tan malos…

TEXTO Y FOTO: PEDRO ALONSO

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