FESTIVAL POR LOS 10 AÑOS DE ZANON: ROCK SIN YUTA, FABRICA SIN PATRONES

28 noviembre, 2011 4:46 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Neuquen, Argentina

Todo arrancaría desde temprano en la ex Zanon, actual FaSinPat (Fábrica sin patrones). Las inmediaciones se iban colmando poco a poco con puestos en la calle, mas gente que iba o venia de algún lugar, lugareños observando la movida y forasteros intentando ubicarse. Tras un pequeño retraso el festival comenzó con un sol que pegaba fuerte y que se hacia sentir. Los puestos de los obreros iban vendiendo sus bebidas (no alcohólicas), remeras, gorras, chombas y comidas para un público diverso que se iba dando cita en el lugar.

Van algunas aclaraciones antes de pasar a lo musical. En Zanon no hay ni policías, ni personal de seguridad. Esa tarea recae en los propios obreros y en la propia gente que acude al lugar. "La seguridad la hacemos entre todos" es la consigna (muy distinta al uso que de la misma frase hace la Policía Federal en un spot publicitario) y todos la respetan. Casi 20 mil personas se dieron cita a un lugar en el que no son cacheados (tan solo hay un detector de metales) y no se produjo un solo incidente. Cuando se quiere, se puede.

Otro punto es la constante arenga política que bajaba desde el escenario entre banda y banda, ya sea a través de los propios obreros como de distintos actores sociales como los estudiantes chilenos, los padres de Otoño Uriarte, Florencia Penacchi (víctimas de la violencia de género) y de los chicos del alto fusilados en Bariloche, mapuches y gente de la comunidad Qom o las madres de Plaza de Mayo y como esta era recibida por los jóvenes presentes.

Durante la tarde...

Pasadas las cinco de la tarde tomo el escenario los locales Siete Puntas, quienes realizan una mezcla de ska, rock y folclore, incorporando sikus y flautas en sus temas. Los presentes pudieron disfrutar de un contundente set que dejo todo preparado para la segunda de las bandas locales, en este caso las chicas de Cromosoma X, quienes fueron una de las gratas sorpresas del día. Su ska rock fue más que bien recibido por la gente que no paraba de saltar y generaron el primer gran pogo. Para el cierre quedarían versiones de “Take On Me” de A-Ha y “Cannabis” de Ska-P. Las mismas fueron invitadas especialmente por las obreras de Zanon, para representar a las mujeres en lucha.

Luego llegarían los mendocinos de Oye Primate, quienes hicieron un gran despliegue de escena y lograron una mixtura de sonido más que atractiva que hizo bailar al público que estaba en el lugar y al que fue llegando. Hubo tiempo también para las versiones, como “Huayno” de Atahualpa Yupanqui que llegó antes del final de la banda.

Con la gente ya encendida fue luego el turno de los Jauría (con mascaras de perros sus integrantes), quienes presentaron su disco y realizaron algunas versiones de “Canción Inútil" o “No me arrepiento de este amor” con el que cerraron su set. Antes de ello, tuvieron como invitados a Joxemi y a Micky de No Relax para una nueva versión de “Donde las águilas se atreven”. Ciro tuvo varias palabras para los obreros y el público presente (es largo y conocido el apoyo a la causa del cantante) y estuvo filmando imágenes para un próximo video.

Se nos viene la noche.

Ya cuando los últimos choripanes y bebidas quedaban en los puestos, la gente de Arbolito salio al escenario y jugaron de locales. Ya habían tocado en Zanon y en Neuquén y la gente bailo uno tras otro los temas del grupo que contó como invitado especial a Manu Varela de La Renga. Canciones a destacar: “Un cielo mucho mas claro” (el tema que le escribieron a los obreros de la fabrica) y la versión de “El pibe de los astilleros de Los Redondos”.

"Nosotros también somos una banda recuperada" dijeron promediando su set los Bersuit. Y vaya que lo son, y vaya que están recuperados. Suenan como hacia mucho no lo hacían y su set list es contundente por donde se lo mire, salvo alguna excepción como “La Soledad” que queda un poco aislada en la lista. Un Tito Verenzuela un poco exaltado arranco con discurso anti capitalismo el tema “Porteño de ley” y luego se despacho con una versión ricotera, la segunda de la noche.

La Bersuit dejo el escenario tras presentar a un amigo, El Cabra de Las Manos de Filippi, quien se despacho con una acústica con “Los métodos piqueteros” y “Organización”, antes de que volvieran los ex compañeros de Gustavo Cordera para hacer juntos “Sr. Cobranza”.

La Ventura de ver al Manu

Pasadas las 0.30 y tras un largo break, Manu Chao apareció en escena. El mismo ya había estado años atrás visitando la fabrica y prometiendo un toque que se dio para el festejo de los primeros 10 años de la fabrica. El día anterior había estado presente en el mismo lugar para brindar una conferencia de prensa en la que rescato el rol de la fabrica como ejemplo para el mundo, al mismo tiempo que se refirió a temas como las elecciones en España, que finalmente gano la derecha ("vuelve lo rancio" diría acertadamente) y a variadas cuestiones.

Pero volviendo a la noche del domingo, madrugada del lunes para ser más exactos, este nuevo proyecto de Manu fue denominado en alguna oportunidad como una banda de 12 músicos integrada por 4, y nada mas acertado. El cuarteto que conforman ahora junto a Gambeat en el bajo, Garbancito en la batería y Madjid Fahem en la guitarra suena como una orquesta, y recorren en su set list canciones de Mano Negra, Manu Chao y versiones varias, en esa especie de canción eterna que dura mas de dos horas y que va alternando dentro versiones, discursos y hasta coreografías a cargo de los músicos.

El público ya no daba mas del cansancio (muchos estaban allí desde las cinco de la tarde) pero igualmente no podían detener el ritmo que su cuerpo le ponía a temas como “King of the bongo”, “Mala Vida”, “Clandestino”, “Me gustas tu”, “La vida es una tómbola” o “Iron, Lion, Zion” de Bob Marley. Y para los cierres quedaría la ya clásica “Les rues de l'hiver”, con ese interminable estribillo repetido desde sobre y bajo el escenario.

10 años de lucha obrera, mas de 400 familias de los obreros, casi 20000 personas de publico, 7 bandas, 80 pesos la entrada, casi diez horas de festival y ni un solo incidente, son solo un repaso numérico de lo que fue una noche mágica y combativa en el playón de una fabrica que paso desde el cierre y un destino incierto para cientos de familias a ser una fabrica en crecimiento, que incluye en su predio una escuela y que expande un mensaje de lucha a todo el mundo.

TEXTO: Anibal Levaggi

Fotos: Oscar Livera

Mariano Muniesa
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