Crónica de The Aristocrats: ¡Gracias por venir!

22 enero, 2016 3:50 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Sala Custom, Sevilla.

A pesar de caer en miércoles, y con una tarde más o menos apacible en lo climático, nos damos cita una vez más a las puertas de la sevillana sala Custom para presenciar uno de los eventos musicales más completos, intensos y atípicos de la temporada: el trío instrumental de rock/fusión jazz, The Aristocrats. Y aviso ya de que se trata de una formación consolidada de virtuosos multiinstrumentistas. Lo que nos encontramos esta noche no fue un concierto lineal de música etiquetable, con un estilo concreto, en el que la banda sube a la tarima y plasma en directo el contenido de sus recién estrenados álbumes. No, no fue así.

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The Aristocrats está compuesto por el inglés Guthrie Govan, uno de los guitarristas más versátiles de la escena internacional; el estadounidense Bryan Beller, bajista durante más de diez años de Steve Vai y miembro de la banda virtual Dethklok; y el alemán Marco Minnemann, colaborador de Satriani y uno de los baterías más en forma en la actualidad. Tendremos la oportunidad de comprobarlo en directo.

El recital da comienzo escrupulosamente a la hora prevista: las nueve de la noche. El escenario se ilumina con diversos focos fijos de colores que dan un clima íntimo al show. No habrá humo, ni estroboscópicos, ni cambios de ambiente. Será una luz fija que dará protagonismo a los tres extraterrestres que nos hipnotizarán poco a poco durante las siguientes dos horas de nuestra vida.

Vienen presentando su tercera criatura, nacida en 2015 y con nombre 'Tres Caballeros', tal como se manifestará en el setlist escogido. Suben al escenario entre aplausos y vítores, comenzando con “Stupid 7”, un tema corto y directo que abre el citado disco. Ya nos preparan para lo que vamos a ver: rock a media distorsión, de corte progresivo, lleno de texturas y detalles técnicos que interpretan con soltura, sin borrar la sonrisa de sus caras. Con “Jack’s Back” nos demuestran que pueden adentrarse en terrenos mucho más pantanosos: jazz de escuela moderna, en la que crean un clima íntimo lleno de feeling. El papel habitual de los instrumentos se cambia, de forma que el bajo toma la melodía mientras la guitarra hace el acompañamiento acompasado, en pasajes en los que sólo los platos de la batería ya rellenan los huecos. Cambios súbitos de tempo, de distorsión, de preguntas y respuestas, tiempos elásticos y disonancias; todo cabe.

A esto añadimos la personalidad de los integrantes, que acaparan toda nuestra atención. Es la importancia del juego de miradas en un espectáculo que cada día y en cada lugar es distinto, porque el público es distinto. Nos cuentan, a modo de presentación, las historias reales que les inspiraron en la creación de las canciones, como el incidente surrealista en una gasolinera que hizo que Bryan Beller pensara en “Texas Crazypants”, un rápido tema rockero con los tintes sureños que salpican determinados pasajes de este 'Tres Caballeros', o la aventura que vivió Minnemann para inspirar “Desert Tornado”.

Pero The Aristocrats no son solo Rock instrumental, son el jazz fusión de "Pressure Relief" que nos hizo introducirnos en un clima especial, a golpe de harmónicos, arpegios de acordes aumentados y cambios en la intensidad. Esa es la magia: el control del toque para jugar con volúmenes que hacía que los más de trescientos humanos que allí estábamos guardásemos un silencio interestelar, pendientes del mínimo bending afinadísimo, el toque de caja más sutil o el slide haciendo contrapunto.

Otro factor que hizo de la velada algo especial y diferente fue la cercanía de la banda con el público. Además de las presentaciones, pidieron voluntarios para dar entradas en diferentes partes de las canciones, haciendo que la concurrencia participara de una forma activa en la sucesión del show. También nos pidieron corear la melodía de “Smuggler's Corridor“, lo que nos llevó directamente al salvaje oeste. Bromearon con varios animales de goma y se aseguraron de que sus grotescos sonidos desafinados dejaran su sello al micrófono a mitad de las canciones, para risa y regocijo de la audiencia. Llevaron sus grabaciones a otro nivel, el nivel del directo, modificando los tiempos e incluyendo bromas y guiños al público. Hubo un sample que no sonó y se permitieron repetir el final de un corte sólo para cachondeo del personal, entre risas.

Tocaron también temas de su anterior 'Culture Clash'(2013), como la homónima “Culture Clash”, “Louisville Stomp” o la espectacular “Desert Tornado”, tema en el que insertaron un espectacular solo de batería en el que destacó la increíble habilidad de Mr. Minnemann con los tobillos, marcándose unos bombos y unos juegos de charles simplemente abrumadores. Y ahí es donde se nota que estos tres señores tocan lo que quieren. Su discografía les avala, ya que, además de tocar esta paranoia surrealista y deforme que es The Aristocrats, han grabado discos de death metal (Minnemann con Necrophagist y Beller con Dethklok, por poner ejemplos) o rock progresivo (Guthrie Govan en Asia  y colaboraciones con Steven Wilson, Paul Gilbert o Joe Satriani). En su música, introducen elementos de psicodelia setentera o del puro absurdo exprimido de la influencia de Frank Zappa, como dejan caer en la paranoide “Pig's Day Off”. En resumidas cuentas: música elástica, viscosa, pesada, variable, expresiva, que hizo las delicias de los que, atónitos, contemplábamos esta obra creada en el momento.

Si hubo algo que esperábamos y no hicieron fue ejecutar espectaculares solos virtuosos, ya que el de The Aristocrats fue, a mi entender, un concierto de banda. Hubo miradas de complicidad y por supuesto que hubo solos individuales, pero nunca de los que hacen que un miembro destaque sobre los demás. Fue una completa sinergia musical en un repertorio bien construido de tal forma que, sobre el escenario, siempre estaba pasando algo; mirases donde mirases, había un elemento que obligaba al espectador a mantener una escucha activa y a entender la dinámica del acto. Supongo que entre la audiencia nos encontrábamos muchos músicos y supongo que coincidiríamos en que el observar y analizar a estos monstruos, si no te motiva para mejorar, te convence de retirarte.

Señores Govan, Minnemann y Beller, gracias por su música. Gracias por venir.

Texto y foto: Odigir Olaf

Setlist: Stupid 7 / Jack's Back / Texas Crazypants / Pressure Relief / Culture Clash / Louisville Stomp / Pig's Day Off / Desert Tornado (con solo de batería) / Smuggler's Corridor / The Kentucky Meat Shower / Get It Like That

 

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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