Crónicas

Surfin Kaos + Ezpalak en Bilbao: Incesante aguacero eléctrico

«Menudo incesante aguacero eléctrico el que cayó sobre nuestras cabezas aquella noche de invierno, con dos bandas en estado de gracia con actitud para regalar, repertorios dinámicos y exprimiéndose al máximo para sacar un sonido sencillamente colosal.»

12 enero 2023

Kafe Antzokia, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

Hay conciertos en los que uno sabe que va a estar a gusto. Da igual que empiecen a horas intempestivas para ser un día laborable o que tampoco haya multitudes en la sala. Hablamos de una experiencia casi espiritual, entrar en un recinto y encontrar a esa típica gente con la que has coincidido en mil y un bolos. Tal vez a la mayoría solo les conozcas de vista o nunca hayas intercambiado ni una palabra con ellos, algo que no impide que surja un sentimiento de hermandad al constatar que todos estamos allí congregados para lo mismo. Para que nos revienten la puta cabeza. Metafóricamente, por supuesto.

Surfin Kaos

No cabía esperar ingentes muchedumbres en el bilbaíno Kafe Antzokia entre semana, a no ser que se tratara de algo muy gordo, aunque el cartel conformado por Surfin Kaos y Ezpalak fuera lo suficientemente contundente para que llamara la atención a cualquier aficionado de a pie. A los primeros no habría demasiadas oportunidades de verles en directo, pues su frontman Koldo Soret ha estado más ocupado recientemente con el proyecto Niña Coyote eta Chico Tornado, mientras que los segundos se encuadrarían en esa hornada de nuevas bandas que debería conocer un melómano de pro.

Que existe una generación con maneras similares de entender la música lo corroboraron Ezpalak, un auténtico grupazo de Zestoa al que metería en una categoría similar a Vulk, Belako o La Plata, entre otros. Su post punk rabioso recuerda en determinados fragmentos bastante al de los británicos Idles, pues poseen una descomunal energía en el escenario en piezas como “Kontran” o “Lehertu Arte”, pero tampoco se cierran a picotear en el indie rock o en el rock alternativo de corte noventero.

Ezpalak

Lástima no haber descubierto antes su trabajo ‘Hortz Aina Hots’, porque lo hubiera puesto sin duda entre lo mejor del pasado 2022. A lo que sí hemos llegado a tiempo es a verles en directo para comprobar los sólidos mimbres que destilan con apenas tres discos. Bofetadas sonoras en toda la cara para despertar a algún despistado o para servir de ejemplo a los que se toman los bolos como los funcionarios. Estos tipos tienen energía para regalar, en sus composiciones o en su misma actitud sobre las tablas. Un bolazo para recordar.

Ezpalak

El pabellón lo habían colocado por las nubes, pero Surfin Kaos no parecían de los que se conforman con cualquier cosa. Ya de entrada, llamó la atención la descomunal bola de sonido que era capaz de crear un simple trío, hemos visto bandas con más componentes en peores condiciones sónicas. Cierto es que Koldo ya andaba acostumbrado al minimalismo en Niña Coyote eta Chico Tornado, un dúo que en vivo monta gresca como si fueran ciento y la madre.

Toda una declaración de principios se antojaba recurrir desde el inicio a piezas de su maqueta como “Bizitza” o “Gizartea Hiltzen”. No bajaron el pistón tampoco con “Tori Nire Sexua”, a medio camino entre el hard rock de poso angelino a lo Guns N’ Roses y el guitarreo escandinavo que cambió el mundo a comienzos de siglo. Si en Niña Coyote eta Chico Tornado tenemos por ahí un poso stoner, aquí el rollo se torna mucho más crudo y directo, pues en algunos temas hasta podrían parecer Motörhead.

Surfin Kaos

No habría ocasión de aburrirse con cortes tan enérgicos del calibre de “Beste Aldean”, con Koldo dando el callo a la guitarra y a la voz de manera muy competente. Sus compañeros no eran en absoluto mancos, con un batería que engrandecía el sonido con cada pegada o un rudo bajista que portó en un inicio boina guerrillera a lo The Clash. A mí con estos detalles que destilan autenticidad me ganan de un plumazo.

El comienzo 100% Iggy Pop de “Sortu” les colocaba ya entre los grandes del rock, aunque la verdad es que muchas de sus composiciones bebían a paladas de The Stooges. Un servidor adora a los inventores del punk de Ann Arbor, así que no había problema en dicho aspecto. Los punteos al tuétano entran siempre como agua. Fin de la discusión.

Surfin Kaos

Estaban descargando una impresionante tormenta eléctrica que a veces les pillaba con los mástiles levantados como The Hellacopters. No merecía la pena ponerse a cubierto, sino aceptarla en su plenitud. Había motivos de sobra como “Rock Hotsak” o “Amets Hiltzaileak”, dos trallazos para continuar levitando y olvidarse de que al día siguiente había que currar.

Era una noche con el protagonismo absoluto de la música, por lo que lo de soltar brasas que no interesaban a nadie no se estilaba en absoluto. Las canciones casi se atropellaban unas con otras, y encima la mayoría cursaban a una velocidad considerable. Pocos segundos de descanso nos concedieron y lo agradecemos, porque de lo contrario nos habríamos echado una cabezada del cansancio acumulado durante la semana. Como mucho, se permitieron un leve deje atmosférico en “Ispiluen Artean”, pero sin irse demasiado por las ramas ni descuidar la ortodoxia rockera. El ánimo del respetable se encontraba del mismo modo en punto álgido en cuanto Koldo se acercaba levantando el mástil a las primeras filas.

Surfin Kaos

“25 Urte Ta Gero…Ehe” era un puntazo escucharla hoy en día por su sonido pop punk a lo Blink-182, pero se disfrutó igualmente. Si alguien pensaba que en el final del recital aflojarían el pistón, se equivocaba por completo, pues reservaron un trallazo tan inapelable como “R&R Girl” para prender fuego al garito. Y pusieron la guinda con más apelaciones a los dioses en “R&R Gauak”, esta le habría gustado incluso al añorado Lemmy Kilmister. Glorioso.

Menudo incesante aguacero eléctrico el que cayó sobre nuestras cabezas aquella noche de invierno, con dos bandas en estado de gracia con actitud para regalar, repertorios dinámicos y exprimiéndose al máximo para sacar un sonido sencillamente colosal. Y luego todavía tienes paletos musicales que solo van a conciertos de grupos internacionales. Velada para tomar apuntes de principio a fin. Así se debería descargar siempre la adrenalina.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

  • Juandie dice:

    Pedazo de crónica hacia los currados conciertos que se marcaron esta jóvenes bandas como son SURFIN KAOS y estos cada vez más conocidos y presentando su nuevo álbum los vascos EZPALAK.

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