AMON AMARTH: Una de cal y otra de arena
28 enero, 2009 7:37 pm 5 ComentariosEsta vez sí vinieron los vikingos a Madrid y se encargaron de disculparse a su modo, con un concierto potente y variado que, sin embargo, tiene dos lecturas, la musical y, por decirlo de algún modo, la sensitiva. En lo musical los suecos suspenden pero en la sensitiva se llevan el sobresaliente. Pero luego entraremos en detalles. La sala volvió a decepcionar con su sonido pero no fue la cosa tan desastrosa como en Dark Tranquility el día anterior así que el numeroso público que casi abarrotó la Heineken pudo disfrutar de un concierto que ya se echaba en falta tras la ausencia del año pasado durante la gira conjunta con Dimmu Borgir.
Los escogidos para telonear a los suecos fueron los también vikingos (musicalmente hablando) Runic quienes venían ya curtidos de la noche anterior en el concierto de Barcelona.
Se mostraron seguros, con tablas en el escenario, y con un sonido compacto (no el de la sala que dejó muy por encima el teclado) aunque les faltó algo de movimiento para redondear su actuación. Comenzaron fuerte con “When The Demons Ride” con la que ya desde el principio hicieron saltar al público y continuaron desgranando temas de su último trabajo ‘Liar Flags’ (tema con el que se despidieron). El guitarra y vocalista Juan estuvo a la altura de las circunstancias tanto musical como conduciendo la actuación de la banda ante un público que cantó con él parte de su tema “Nau”. En general toda la banda demostró tener el nivel y la categoría para brillar por sí misma. Corta actuación que dejó buen sabor de boca para el plato fuerte de la noche, los vikingos Amon Amarth.
El enorme telón de fondo con la portada de su último álbum ya anunciaba que estaban de gira promocional del mismo pero no podían dejar algunas de sus joyas sin tocar y menos después de dejarnos con la miel en los labios el año anterior. Entraron a matar con “Twilight Of The Thundergod” y fue, sin duda, el mejor tema en cuanto a ejecución. Johan Hegg, enorme sobre el escenario (y cada vez más panzudo) empezó con una voz increíble para ir aflojando hasta que al final pedía a gritos un descanso. Luego supe que el pobre hombre había cogido frío en Barcelona y estaba tocado. Los vikingos estaban pletóricos, moviéndose de un lado a otro, cruzándose continuamente, mirando y dedicando temas al público de abajo, los que aplauden y a los de arriba, los que mueven las joyas que diría John Lennon. Eché en falta más momentos de performance y molinillos conjuntos ya que se ha convertido un poco en su seña de identidad pero no se les puede decir nada porque se dejaron la piel. Se notaba que, al igual que Dark Tranquility el día anterior, disfrutan girando por nuestro país. Johan no dejó de agradecer la confianza de la gente y de decir que éramos impresionantes. A su vez, tuvo un emotivo momento al recordar a los chicos muertos en el polideportivo de Barcelona…
Continuaron con “Free Will Sacrifice” (mismo orden que el disco) y se lanzaron a la piscina con “Asator” del ‘With oden On Our Side’, tema que habla del dios Odín como se encargó de esclarecer el
barbudo Johann. Pura energía en la Heineken y otra del nuevo disco “Varyags Of Miklagaard” para recordar su genial “Fate Of Norns” a continuación. Como hemos mencionado el público estaba en su bolsillo ya desde que abrieran las puertas porque no sé qué tiene esta banda que cae bien a todo el mundo, guste su música o no. Será la sonrisa de osito tierno que despliega Johan de vez en cuando o alguna orden subliminal oculta en el logo pero es algo que les garantiza una buena acogida allá donde van. “Ten Thousand Years Of Opression” sirvió para continuar su fiesta pagana y recordar viejos tiempos (como diría un buen amigo “Cuando hacían Death Metal”) aunque volvieron a los nuevos caminos con la coreada “Guardians Of Asgard” tema hecho para el directo. En Madrid, funcionó a las mil maravillas.
“Tattered Banes”, “Nors Sea Storm” y “Runes To My Memory” que musicalmente fue un desastre pero que dejó maltrechas las gargantas de muchos intentando corearla. Fue tal el éxtasis de la sala que ovacionaron a los suecos (y finlandés) con un “Oé Oé” generalizado que casi hace que al vikingote se le saltaran las lágrimas. Como agradecimiento se sacaron de la manga un “Death In Fire” que tiró el lugar abajo aunque, de nuevo, musicalmente dejó mucho que desear. “Valhalla Awaits Me” y “Victorius March” (uno de mis temas favoritos) fueron la recta final del concierto para regalarnos en el bis “Cry Of The Blackbirds” y su inconfundible y aclamado “Pursuit Of Vikings”. Concierto, pues, intenso y muy esperado, vivido con pasión y en el que la sensación del viking metal se lleva la corona de laurel en cuanto a la euforia que lograron desatar en la Heineken. Suspenso a la hora de juzgar su ejecución musical. Con tanto movimiento se comprenden algunas notas mal tocadas pero hubo piradas de tono y fallos rítmicos que no se pueden admitir en una banda de su nivel. Esperemos que regresen pronto y mejoren la imagen musical, todo lo demás ya lo han ganado.
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5 comentarios
En Bilbao se salieron,unas putas maquinas se veia que estaban frescos y que comieron chuleton.
Hay que cuidarlos bien,son los mejores.
Jajajaja Claro que les faltó movimiento a Runic pero porque no tenían apenas espacio con la bataka de Amon detrás. El bajista estaba apretujado entre el teclado y el cantante y la chica que canta tenia que apartar al guitarra jajaja de todas formas que pasada de concierto por parte de lso dos grupos, yo aún me estoy recuperando del cuello. que Runic haga mas conciertos que molan mogollon!!!!
Todo en esta vida es subjetivo. Leo la crítica y no tiene nada que ver con lo que viví el domingo en el concierto de Amon Amarth en la Heineken.El sonido fue muy bueno salvo en un par de momentos,no se movieron mucho porque no hay espacio suficiente en el escenario, al igual que nosotros el público, ya que estaba la sala abarrotada.
Hay que agradecer el ver un grupo que disfruta en el escenario y que nos hace disfrutar.
Ah, se me olvidaba, la barriga puede molestar para algunas cosas pero creo que no a la hora de cantar.
No puedo ser objetivo, puesto que no estuve allí. Pero por el comentario entiendo que tocaron como el culo, con fallos de ritmo, de sincronización, en los tonos y fallando notas a diestro y siniestro, además el cantante berreando porque no tenía voz. O sea que más o menos peor que si gue fueran principiantes. Y digo yo ¿A eso ahora lo llaman concierto? A este tipo de grupos se les perdona todo.
Luego hay quien dice que no escucha rock nacional porque los grupos españoles no tienen nivel. Pero parece ser que estos destroza-instrumentos si lo tienen, y si no, pues no pasa nada, porque las pinturitas molan un montón (si un grupo español se pinta les llamamos horteras y amariconados) y además dan unos saltos más chulos.
Yo creo que lo mejor será que toquen en play-back, ponemos una cinta con lo que nos grabaron unos músicos profesionales en el estudio y el arreglo maravilloso que hizo el productor con nuestras cagadas, y ala a dar saltos y gritos, que eso al público le encanta. Vamos como si fueramos triunfitos.
Yo de momento voy a seguir escuchando bandas con músicos de verdad, que las hay y muchas, nacionales y extranjeras, aunque no sean tan espectaculares y eso les quite el aprecio del público mayoritario... o borreguil, según se mire.
Si hay que perdonar ha alguien, es a cualquier grupo que toque death melodico durante 1h 36 min cada concierto que se curraron por ejemplo en Bilbao.
Hay que respetar a todas las bandas, ya sean nacionales como internacionales pero nunca decir que un cantante berrea, si no que hace otro tipo de musica, al que ha nadie se le obliga escuchar,con no ir al concierto o comprar sus discos es suficiente.
Quien dice hoy en dia que Amon Amarth es un grupo que hace solo ruido y malo les animaria a ese tipo de personas que no se se harian llamar amantes del ¡¡METAL!!.