Sons of Apollo: Una de las mejores actuaciones del año

30 minutos antes de la hora prevista, los teloneros están sobre el escenario del antiguo salón de baile del bar Le Kursaal. Dilemma es una banda holandesa que ha estado paralizada durante unos cinco años y ahora está de vuelta con un nuevo cantante, nada menos que el británico Declan Burke, quien hace dos años lanzó un hermoso álbum en solitario, ‘Book of Secrets’. Lamentablemente la banda no tiene mucho espacio en el escenario, los cinco están parados o sentados en una fila al frente del escenario, la mitad está ocupado por los teclados del fundador Robin Z y el batería Collin Leijenaar, conocido de Kayak o del Neal Morse Band, entre ellos Dec Burke, Paul Crezee en las guitarras y el bajista Erik van der Vlis.

Después de un comienzo un tanto incómodo con problemas técnicos de sonido, la banda y la audiencia empiezan a calentarse. Un atractivo rock progresivo llena el lugar, una lástima que algunos metaleros alemanes no supieran apreciarlo, el resto de la audiencia se está chupando los dedos y otorga regularmente a la banda un aplauso atronador.

El cantante/guitarrista Dec Burke está feliz, como un niño con juguete nuevo, el resto de la banda se muestra algo indiferente, aunque se puede ver una sonrisa aquí y allá. El trabajo de batería de Collin Leijenaar destaca de manera positiva, al igual que el talento del nuevo cantante Declan Burke. Aquellos que aprecian el rock progresivo deberían estar atentos a esta banda y, por qué no, escuchar el ‘Book of Secrets’ de Dec Burke.

"Bumblefoot", Sons of Apollo

Dilemma lanzará ‘Random Acts Of Liberation’ a principios de noviembre a través del sello holandés Butler Records.

Es la hora, luces LED parpadean al fondo de las alas del oscuro escenario. Momentos más tarde, los cinco excelentes músicos de Sons of Apollo saltan al escenario dirigidos por Ron "Bumblefoot" Thal, armado con su guitarra de doble mástil de la marca francesa Vigier con un brazo sin trastes; su colega Billy Sheehan, bajista de Mr. Big, también tiene un bajo de doble mástil colgado alrededor de su cuello, este de fabricación japonesa.

Después de unas cuantas notas, Jeff Scott Soto se une a sus colegas con su inseparable bufanda negra para traer los primeros versos de “God of The Sun”, la primera canción de ‘Psychotic Symphony’, un pedazo de tema. El resto de la noche se pone a tono.

Pronto notamos el buen ambiente entre los integrantes de la banda, hacen regularmente chistes entre ellos, Jeff Scott Soto suele ser responsable de la mayoridad de las bromas.

Después de tres excelentes temas, la audiencia se deleita con “Just Let Me Breathe”, canción del único álbum de estudio de Dream Theater, los mastodontes del metal progresivo, en el que Derek Sherinian colaboró como miembro de la banda. El cover es tan bueno como el original ejecutado por la nueva súper banda. Después de “Labyrinth”, Billy Sheehan hace un solo de bajo en el que nuevamente muestra por qué es uno de los mejores bajistas contemporáneos, un solo que dura algo más de tres minutos, que en ningún momento aburre al público. Sigue “Lost in Oblivion” y luego viene un tema fuerte de Jeff Scott Soto, un solo vocal basado en una canción de Queen (“The Prophet's Song”) que al final termina en “Save Me”. Diría que Freddie Mercury no fue para nada una influencia de Soto, pero Jeff es un excelente cantante.

Sons of Apollo

Al inicio de la segunda parte del set escuchamos el tranquilo comienzo de “Alive”, en el que Ronald Blumenthal ejecuta un solo, una parte solista que gira alrededor de la famosa canción de “The Pink Panther” de Henry Mancini y termina en “Opus Maximus”, un tema que no podía faltar. Esta es la última canción del único álbum de Sons of Apollo, un tema que pudo ser compuesto por Dream Theater y esto no sería sorpresa si conoces la historia de Sherinian y, especialmente, de Portnoy. Hacia el final del espectáculo obtenemos otro solo, un solo de teclados de Derek Sherinian en el que se procesa “Eruption” de Van Halen, en el que Sherinian se para delante, en medio y detrás de la configuración de teclados para interpretar su pieza.

Durante “Lines In The Sand”, el segundo cover de Dream Theater de la noche, este del álbum ‘Falling Into Infinity’, Soto hace uno de sus últimos chistes, jugando con los teclados de su compañero Derek. La versión, al igual que la anterior, se presenta en una versión glorifica del quinteto; dos canciones en las que Bumblefoot muestra por qué pertenece al pequeño grupo de los mejores guitarristas de este mundo.

Con el segundo apunte de Dream Theater se terminó el set regular en el que Sons of Apollo estuvo en el escenario por más de una hora y media, divirtiendo a la audiencia como se divirtieron ellos mismos. Solo veo caras felices y aún tenemos por venir el bis; “Coming Home”, un tema en el que extrañamos a Soto, escuchamos al cantante, pero no lo vemos, hasta que casi toda la sala se da la vuelta y Jeff Scott Soto aparece entre el público micro en mano. Gradualmente se abre camino entre los asistentes, mientras que el vocalista se toma el tiempo de hacer voluntariamente una serie de selfies con los fans, hasta que llega al escenario y se reúne con sus compañeros, para finalmente cerrar el espectáculo tras casi dos horas. Esta fue sin duda una de las mejores actuaciones del año. Ya estoy esperando ansioso el próximo larga duración de esta súper banda.

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