Entrevistas |Sophie's Choice

«El batería era satánico de verdad»

Por: Juan Destroyer

A los que les guste descubrir bandas perdidas les va a encantar la historia de Víctor Ramos. 5 años antes de que saludaran al mundo los Warlock de Doro Pesch, los Warlock madrileños ya estaban dando guerra, y en 1979 lograron abrir los dos conciertos de la Ian Gillan Band en el Teatro Monumental de Madrid. Estos alumnos de Black Sabbath no llegaron a grabar nada de manera profesional, pero siete lustros después, el guitarrista y cantante recuperó aquellas canciones para regrabarlas con su actual proyecto, Sophie’s Choice, que le une a su hijo, el batería Pablo. El LP ‘Warlock 35 A.D.’ se puede conseguir en la web www.sophies-choice.es, mientras que fue el sello Pakistan Rock’n’Roll el que puso en circulación un single con dos temas extraídos de una maqueta de época.

¿Por qué decidiste recuperar con tu actual proyecto, Sophie’s Choice, las canciones de Warlock?

“En realidad es un poco la continuación de una misma historia, aunque he tenido otros grupos, el sonido creo que siempre ha dependido de mí en todos ellos. Alguna de las canciones ya las tocábamos en directo, y “Lost Control”, que tendría que haber sido incluida en ‘35 A.D.’, no lo hicimos porque se grabó una versión actualizada en nuestro anterior CD ‘Caña-Mo-Town’. Siempre me gustó la frase de Robert Fripp sobre King Crimson: “Es un modo de hacer música”, sin un estilo definido; y la de Jimmy Page de Led Zeppelin: “Siempre intentamos no hacer dos temas iguales”, salvando las lejanas distancias con esos “dioses”, por supuesto. De cualquier manera, grabar el LP fue como añadir un fascículo de la historia del rock madrileño -y español- que creo que faltaba, igual que otros grupos como Eva Rock o Gracoma, que iban de la misma onda que nosotros. De hecho, David Montalvo está recopilando información para escribir un libro sobre todos aquellos grupos que estábamos en Madrid en esos años y que no llegamos a grabar en su momento”.

¿Por qué alternar castellano e inglés?

“En aquella época cantábamos en inglés, pero Enrique Pérez (bajista de Burning que se hizo su manager al salir de la banda de Toño, Risi y Johnny) y las tendencias del rock madrileño emergente nos empujaban a cantar en español, así es que pasamos todas las canciones al español, aunque como ahora los tiempos son distintos, preferí volver a los originales para el LP. Sin embargo en español quedaban bien “Misa negra” y “Huelga en la mente” y así se grabaron”.

 

Warlock

¿Es cierto que la canción “Misa negra” era una especie de mofa a los que os tildaban de satánicos?

“Bueno, en realidad el batería era satánico de verdad, yo prefería el otro lado, aunque con los tiempos ves las cosas de forma diferente. Nos interesaban el ocultismo, el más allá, los ovnis, el espacio o la psique humana. Las letras reflejan esos temas”.

Supongo que lo de “Space Ritual” era un guiño a Hawkwind…

“Creo que tanto ellos, como Black Sabbath, han influenciado mi sonido. Soy un guitarrista del montón, pero sé hacer “sonar” al grupo, algo de lo que estoy muy orgulloso. Conocí a Dave Brock (líder de Hawkwind) en Francia y le envié una cinta con las versiones que hacíamos de ellos y algunos temas nuestros y nos dijo: “Suena a Hawkwind”. Aunque no sé si fue un cumplido, fue muy agradable escucharlo, bueno, leerlo, lo tengo escrito en una tarjeta que me envió”.

¿Qué recuerdas de vuestra actuación en M&M? Ha quedado para la historia como una mítica sala de conciertos y discoteca.

“Sinceramente, para mí fue casi más importante tocar en M&M que en el Monumental, pues era el templo de la música progresiva en aquellos tiempos, aunque fuese en un día entre semana y no tuviésemos mucho público”.

Tengo entendido que llegaste a coincidir con Jero en una banda llamada Naranja Fricción.

“Sí, cuando Warlock se disolvió, en 1980, aunque estuve solo dos o tres meses. No recuerdo como conocí a Jero, el caso es que me llama para sustituirle, pero seguía apareciendo por allí de vez en cuando. En tres o cuatro de esos días, en ratos libres, Jero y yo, junto al batería de Naranja Ficción y creo que también el bajista, hicimos unas jams cuyas cintas conservo. Fueron apenas dos o tres sesiones, yo le ponía de los nervios porque él tocaba mucho y yo muy poco (risas). Luego me fui a vivir a Alicante y nos vimos en alguna ocasión cuando subía a Madrid”.

Debe ser un punto compartir el proyecto con tu hijo y encima grabando en el estudio casero, ¿verdad?

“Lo de mi hijo es un punto, sí, y un agobio (risas). Toca muy bien la batería, pero es de la generación siguiente, le gusta mucho el doble bombo y hay problemas con eso (más risas). El poder disponer de medios para grabar en casa es algo que a cualquier músico le permite hacer cosas imposibles en otros tiempos. De hecho, nuestros dos discos han sido posibles gracias a estos adelantos tecnológicos”.

¿Lo de Sophie’s Choice viene por la película?

“El grupo se llamaba El Resplandor y el bajista decidió dejarnos. Acabábamos de grabar el disco ‘Caña-Mo-Town’ y tuve que decidir si regrabar los bajos y sus voces o seguir tal como estaba. No terminamos bien y decidí cambiar el nombre al grupo; no fue fácil, se me ocurrían muchas ideas pero buscaba en la red y ya había algo con el mismo nombre, aunque no fuesen grupos. La película siempre me gustó, así como el nombre, y como en el CD hay un tema que se llama “Sophie” y yo tenía que tomar una decisión, me quedé con ese”.

¿Estáis dando conciertos? ¿El bajista es siempre el mismo?

“Tocamos en pubs locales y algún que otro festival. Este verano tocaremos en un par de ellos por la zona sur de Alicante y estaremos en Madrid en el Blackbird Rock Bar cuando nos den la fecha.

En directo toca con nosotros Jesús, de Bëiruth, grupo de rock progresivo experimental, aunque actualmente estamos preparando cosas también en el estudio. Es muy curioso, él también es madrileño como yo, y en aquellos tiempos era fan nuestro, pero yo le conocí en Alicante años después y supe esto cuando coincidimos”.

¿Qué planes futuros tenéis?

“Hay muchos temas de Warlock y posteriores que creo que tienen que quedar plasmados en vinilo o en CD, formato que dentro de poco estará casi más obsoleto que el vinilo. Estamos recopilando y eligiendo temas para el próximo álbum, aunque en esta ocasión se respetará la estructura de la canción pero no intentaremos emular tanto el sonido original.

En cuanto a conciertos, esperamos colarnos para el año que viene en algunos festivales de mayor envergadura”.

Juan Destroyer
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