Crónicas
Crónica de WarCry: noche de dicotomías resueltas
«Las reacciones eran de absoluta entrega, de admiración sin fisuras»
24 noviembre 2018
Centro Niemeyer, Avilés
Texto: Toni de Lola. Fotos: José Antonio Fernández
El pasado sábado 24 de noviembre fue una noche de algunas dicotomías resueltas. La más obvia, entre heavy y clásica, ya lleva años haciéndose, pero siempre hay una vuelta de tuerca. Así, el concierto de WarCry en formato sinfónico junto a Orquesta Sinfónica Julián Orbón y la Joven Orquesta Sinfónica de Cantabria bajo la batuta del director Miguel Navarro y la colaboración de Vasko Vassilev- reputado violinista acostumbrado a mezclarse con bandas rock- pugnaba por entrar en la lista de “conciertos que vas a recordar”.
Un casi completo auditorio del Centro Niemeyer vibró con cientos de personas disfrutando del espectáculo de los WarCry, más melódicos que nunca, sonando como una máquina que parecía nacida para conjugarse con lo clásico en un repertorio de cerca de veinte de sus más celebrados temas.
Más dicotomías: meter rock y estilos cercanos en teatros y auditorios como un aburguesamiento de la furia. Una forma de domar la rebelión sonora que de por sí debe ser el rock, pero en este caso WarCry la resolvieron ajustándose un fino guante que aterciopelaba aún más el repertorio.
WarCry lo dio todo en este enorme concierto, Víctor, Pablo, Santiago, Rafa y Roberto estaban exultantes antes, durante y después. Salieron a escena habiendo triunfado ya sin tener que empezar, llevaron a la audiencia hacia donde debía estar, a su lado, mucho más que apoyando.
Una más; la frialdad esperada del continente con el fervor de la audiencia. Así el público respondía con coros, aplausos, algunos silbidos y gritos (no muchos salvo alguna contada y eufórica excepción), y entregados en la más absoluta totalidad. Vivimos una catarsis en masa, una experiencia alucinante en la que un colectivo enloquecido con lo que estaba sucediendo en el escenario estaba levitando con aquellos sonidos que se entretejían y se reflejaban en las caras de felicidad, satisfacción y de completa admiración hacia WarCry y lo que estaba logrando en su personal forma de conjugar heavy melódico con música clásica.
Coreando “El más triste adiós”, “Aire”, “Keops”, “Muerte o victoria” y “El amor de una madre”, el público estaba encantado. Versiones como nunca de temas de siempre, todo un acierto. Cuando Vasko Vassilev salía a sus solos en “Vodoo”, “No te abandonaré”, “Nana”- y para el apoteósico final del doblete- “El guardián de Troya” y “Hoy gano yo”, las reacciones eran de absoluta entrega, de admiración sin fisuras.
Después de haber asistido a esa maravilla que fue el concierto de WarCry en sinfónico en el Centro Niemeyer, de ver la enorme alegría que tenía la audiencia por estar disfrutando de todo lo increíble que había ocurrido, de paladear lo que se estaba transmitiendo desde el escenario en el que casi 70 músicos de altísima calidad dieron todo de sí aplicando toda su calidad artística para que la noche fuese todo el absoluto éxito que fue, ya certificamos que está en la lista de “conciertos para recordar”.
Quienes allí estuvimos podremos decir “yo estuve allí” con aires de presuntuosidad cuando se toque el tema del concierto de WarCry en el Centro Niemeyer. Porque una cosa es no comprender qué fue lo que se vivió y otra muy distinta negar que se hizo historia de la música en Avilés, en Asturias, en… ¿Sigo?
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1 comentario
Con orquesta o sin ella una de nuestras mejores bandas como son WARCRY lo bordan y esa noche ante sus paisanos la volvieron a liar con esos temazos que con el paso de lo años ya son historia viva de nuestro Heavy Rock.