Crónicas

Crónica de Toundra + It It Anita: Emoción sin palabras

«Un concierto lleno de sensaciones y, sobre todo, de buena música»

15 noviembre 2018

La Riviera, Madrid

Texto y fotos: Nerea Mayor

Gracias al festival Tomavistas Ciudad y con motivo del lanzamiento de su quinto álbum de estudio, ‘Vortex’, la banda madrileña Toundra tocó ayer a la sala la Riviera, donde nos esperaba una intensa noche de post rock instrumental.

A las 8 de la tarde se abrieron las puertas pero no sería hasta las 9 cuando los encargados de caldear el ambiente saldrían al escenario. En este caso fueron It It Anita con su peculiar post punk cumplieron con creces su acometido. Llamaba la atención la disposición en el escenario de los cuatro integrantes, quienes parecía que tocaban más para ellos que para los presentes y efectivamente así era, hasta que en el último tema, su cantante Mike Goffard saltaba al escenario ante el sorprendido respetable. Sin duda una carta de presentación muy potente en la que seguro que captaron a algún nuevo aficionado.

Tras quince minutos de cambio de escenario, y con un público que estaba impaciente ante lo que venía (las personas de la primera fila llevaban desde antes de las 19:30h) se apagaron las luces y con ellas sonaron los primeros acordes de Cobra’, segundo tema del nuevo álbum. Bajo unas luces enteramente azules Esteban, David, Alex y Alberto sumergieron en su particular universo al respetable.

Y es que Toundra es de esas bandas que no necesita letras para trasmitir emociones o ideas, superando a otras bandas que, incluso con lírica, no llegan a expresar todo lo que podrían. En el caso de “Cobra” a raíz de su videoclip podemos ver que es una oda a los inmigrantes, una crítica a la guerra y un llamamiento a la solidaridad.

Después de un tema tan intenso llegaba el turno de “Tuareg” también de su último LP ‘Vortex. Como curiosidad cabe añadir que el nombre del álbum procede de una sala en Alemania en la que la banda tocó a última hora hace seis años en un festival donde tuvieron un gran recibimiento pese a las nulas expectativas.

Bajo unas luces completamente rojas, para alegría de los presentes llegó el turno de “Bizancio”, parte de su segundo álbum. Cabe señalar la particular estructura de los temas de esta banda, casi teatral, en el que parecen contar una historia con planteamiento, nudo y desenlace no necesariamente el ese orden.

El cuarteto entre risas y miradas cómplices no paraba de dar las gracias al público y en los crescendos podíamos observar las extrañas y habituales posturas acrobáticas de Esteban (guitarra rítmico) y quien más interactuaba con el público.

David inauguraba el segundo bloque de la noche con “Kitsune” (que significa zorro en japonés) de su cuarto álbum. Es curioso como han dejado de numerar con números latinos cada álbum, siendo ‘Vortex’ el primero sin numerar y debido al cambio de estética parece que es el principio de otra etapa.

Eso no quiere decir que temas como el que siguió (“Ara Caeli”) sigan siendo de los favoritos entre el público quien ya sobrepasado el hemisferio del concierto se sumía en un trance donde cada cual se movía como le apetecía creando de alguna manera una masa muy diversa de gente conectada, desde metaleros a indies. Y es que Toundra tiene esa capacidad para unir a gente de gustos musicales completamente distintos.

El siguiente tema escogido fue la emotiva “Kingston Falls” del nuevo álbum, en el cual han optado por temas de menor duración, siendo la media de 8 minutos de tema. La siguió “Magreb” ('II') donde el público se terminó de venir arriba entre vítores y aplausos, a lo que David por el micro de la guitarra les dio las gracias emocionado.

Ya eran las once de la noche y el final se veía venir con “Oro Rojo” (álbum 'IV') y “Mojave” ('Vórtex') con la que salieron del escenario. El público quería más y los madrileños les complacieron no con una sino con dos bises entre los que se encontraba otra de sus canciones más conocidas; “Cielo Negro” (álbum 'III') que pese a no tener la colaboración de la chelista original, fue un final redondo para un concierto lleno de sensaciones y, sobre todo, de buena música.

Tras dar púas, saludos y las gracias una vez más la banda se despidió hasta nuevo aviso, ya que parece ser que van a estar un par de años sin hacer conciertos en solitario en España, centrándose más en Europa (donde están muy bien valorados) y festivales. Esperemos que se dejen ver antes y podamos volver a disfrutar de su increíble música.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Seguro que la gran sala La Riviera se les quedó pequeña a esta buena banda como son TOUNDRA ya que como he podido leer se salieron en todos los aspectos por eso no me extraña que sean conocidos fuera de nuestro país como les avisen igualmente en otros países para desplegar su gran directo.

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