Crónicas
Leyendas del Rock 2019: Fiesta por todo lo alto
«El Leyendas del Rock es, al igual que otros festivales como Wacken o Sweden Rock, una marca que atrae por sí misma independientemente de quien toque»
10 agosto 2019
Polideportivo municipal de Villena (Alicante)
Texto: Andrés Brotons. Fotos: Iñigo Malvido
Todo lo que empieza tiene un final, y esta edición del Leyendas del Rock se ha sacado un año más con éxito tras las jornadas del miércoles, jueves y el viernes. Está claro que el Leyendas del Rock es, al igual que otros festivales como Wacken o Sweden Rock, una marca que atrae por sí misma independientemente de quien toque, aunque a un nivel más minimalista, claro.
Sólo por lo bien que han respondido las hordas rockeras durante estos cuatro días, debería plantearse el mejor cartel posible de cara al próximo año; Marcos y compañía se lo deben a su público fiel.
Para este broche final, nada mejor que el regalazo de poder ver por la cara al vocalista Eric Martin de Mr. Big interpretar un breve concierto acústico en la Plaza Mayor de Villena, acompañado además de Oliver Hartman y Ina Morgan de Avantasia (los tres comparecerían a lo grande sólo unas horas más tarde). Varios clásicos de Mr. Big sonaron en este íntimo formato, como “Kill Me with a Kiss”, “Take Over”, la versión de Cat Stevens “Wild World” o su mítica balada “To Be with You”. Gran leyenda.
Saratoga venía con un nuevo discazo bajo el brazo como es ‘Aeternus’, y aunque esta vez comparecía a unas horas excesivamente tempraneras, lo cierto es que volvió a arrasar una vez más. Temas como “Si tú no estás” o su inmensa nueva balada “Acuérdate de mí” fueron presentados por primera vez en un festival que no sería lo mismo sin ellos. El vocalista Tete Novoa, brillante una vez más, nos dice que el sonido que pone los pelos de punta es el heavy metal, gritándonos "¡quiero más heavy metal!” y animándonos a gritar cada vez que alzaba los brazos. Su concierto fue más corto que otras veces, pero muy intenso, con clasicazos como “Las puertas del cielo” donde Novoa presentó a Dany, Jero y Niko, que en la actualidad conforman una de las bandas más sólidas del panorama español. Desde su regreso, Saratoga ha tenido una auténtica “Resurrección”, himno que tampoco faltó y que demostró una vez más que el grupo madrileño tiene cuerda para rato. Inmensos.
Llegaba a otro de los escenarios principales otra auténtica leyenda, los americanos Metal Church, que con su heavy metal de corte clásico continuaron poniendo el broche de oro a esta edición legendaria. Con una discografía tan extensa como la que tienen, era imposible darles cancha a todos sus álbumes, pero sonaron desde temas de su último disco hasta la fecha ‘Damned If You Do’ como el corte título o “By the Numbers”, a clásicos como “Start the Fire” o “Beyond the Black”. Después de la magnífica “In Mourning” del álbum ‘The Human Factor’ de 1991, su vocalista Mike Howe nos pregunta si queremos escuchar una más, y ante la ensordecedora respuesta afirmativa, rematan con el clásico “Fake Healer” en el final. Sonaron compactos y convincentes; históricos Metal Church.
El teclista de Alestorm, Christopher Bowes, que ya había triunfado en la jornada del jueves con su mencionada banda, hacía doblete en el festival y nos presentaba su otro proyecto de tinte muy diferente, Gloryhammer, con el carismático vocalista Thomas Winkler, alías Angus McFife. La banda formada en Suiza triunfó con su power metal épico y facilón, basando su repertorio en su tercer disco editado este mismo año, 'Legends From Beyond the Galactic Terrorvortex', del que sonaron bastantes canciones como las iniciales “The Siege of Dunkeld (In Hoots We Trust)” o la homónima “Gloryhammer”.
No están exentos de cierto frikismo que se refleja en sus vestimentas épicas, simulando el vocalista incluso peleas en el escenario con performances disfrazados de monstruos enemigos. Bromearon asimismo con que estaban en la tierra de “las papas y la paella”. Obviamente también interpretaron otros muchos himnos de sus otros dos discos como el que da nombre al vocalista de la banda, "Angus McFife" o “Universe of Fire”, cerrando con la nueva “The Unicorn Invasion of Dundee” con la que salieron triunfantes de su descarga.
Si no recuerdo mal, creo que esta es ya la tercera presentación que los suecos Hammerfall realizan en este festival, y una vez más, se coronaron como una de las bandas más queridas del power metal. Es curioso que se juntasen dos grupos que tienen al martillo como icono en su nombre, siendo el guitarrista fundador, Oscar Dronjak, el que llevase su ya famosa guitarra martillo, jugueteando a veces con la misma y alzándola victorioso en plan lucha. Creo que su concierto comenzó a funcionar con temas como “Renegade”, “Riders of the Storm” o la hímnica “Blood Bound”, con su carismático vocalista Joacim Cans animando a todos sus fans. Nos regalaron grandes joyas como “Any Means Necessary” o la pegadiza “Hero’s Return”. En el final “Let the Hammer Fall” fue coreadísima y sonó cañón, pero fueron “Templars of Steel” y la final “Hearts on Fire” las que más vítores consiguieron; fue además emotivo ver a niños a lomos de sus padres alzando los cuernos. Hammerfall prometió volver en breve, una vez que editen su próximo álbum del que también fue muy celebrado el reivindicativo single “(We Make) Sweden Rock”.
Increíble la descarga de Nervosa en el Mark Reale, pues demostró con creces el poder femenino con temas como “Into Moshpit”, haciendo honor al título precisamente formando el público un círculo con un impactante mosh. La formación se integra por Fernanda Lira a la voz y al bajo, Prika Amaral a la guitarra y coros y Luana Dametto a la batería, y sin duda, este trío brasileño lo partieron literalmente. ¡Menuda tralla metieron!
El concierto más elegante de la jornada, y seguramente la propuesta más original del día, fue la de los fineses Apocalyptica, que están celebrando desde hace ya tiempo los más de veinte años de su álbum debut en el que rendían tributo a Metallica. Así, no era de extrañar que su repertorio en este festival se basase casi exclusivamente en rendir tributo con espectaculares versiones instrumentales a la banda de Hetfield & Ulrich.
Además de los chelos, Eicca Toppinen, Paavo Lötjönen y Perttu Kivilaakso, que cumplen a la perfección su rol como si de guitarristas y bajo se tratasen, cuentan con el percusionista Mikko Sirén, que se encarga de dar más fuerza, empaque y calidad a las recreaciones de la banda. ¡Tremenda pegada! Su repertorio fue extenso y de calidad, abriendo con “Enter Sandman”, “Master of Puppets” y “For Whom the Bells Tolls”. “Fight Fire With Fire”, la bella balada “The Unforgiven” u “Orion” (la única instrumental originalmente) también sonaron con gran fidelidad. Tras “Battery”, “Creeping Death”, “Seek and Destroy” y hasta el “Thunderstruck” de AC/DC, llegamos al culmen de un concierto que quizás funcione más en teatros que en recintos abiertos con las pausadas “One” y “Nothing Else Matters”. Diferentes, pero muy buenos.
Por segunda vez en la historia del festival, llegaba la banda de Tobias Sammet que, aunque había comenzado como un proyecto paralelo a sus Edguy, terminó convirtiéndose en el monstruo que a día de hoy reina en todos los festivales europeos. Así, tras la intro pregrabada de la “Sinfonía Nº 9, Op. 125” de Beethoven (el conocido "Himno de la Alegría"), teníamos a Avantasia en el escenario presentando su último disco, ‘Moonglow’, y abriendo precisamente con “Ghost in the Moon”; el sonido no es perfecto al principio pero sí fue mejorando progresivamente, aunque como siempre ocurre, depende de la ubicación donde te sitúes. El cachondo de Sammet no paró de bromear a lo largo de todo el show, pidiendo además una mayor efusividad del público cuando comentó que venían a presentar su última obra. Dos puntualizaciones: la puesta en escena fue mucho más sobria que cuando comparecieron hace tres años, cuando llevaban un montaje espectacular con un castillo. Ni siquiera pudieron colocar las proyecciones en la parte de atrás, así que nos quedamos sin pantalla para ver a Sammet & compañía con detalle (al menos los que nos encontrábamos en la parte de delante, imagino que en la pantalla trasera sí se ofrecería la panorámica).
Menos mal que su música hizo que esos pormenores fueran insignificantes y enseguida fueron sucediéndose todos los invitados que el pequeño vocalista alemán originario de Fulda se ha agenciado para esta enésima encarnación de su “All Star Band”. Por cierto, Tobias estuvo muy bien de voz y sus coristas Adrienne Cowan, Ina Morgan y Herbie Langhans le cubrieron tan bien las espaldas como sus estrellas asalariadas. Así, tuvimos la presencia en el escenario de auténticas leyendas, como los inmensos Jorn Lande, Eric Martin (Mr. Big), Bob Catley (Magnum) y Geoff Tate (ex Queensrÿche), todos además dando un gran nivel. Una pena la ausencia de Ronnie Atkins (Pretty Maids), que sí ha estado presente en la gira, pero aún así, todos nos ofrecieron un conciertazo.
Temazos como “Book Of Shallows” o “The Scarecrow”, con la presencia de Lande, iban conquistando a los presentes. La rápida “Reach Out of the Light”, no podía faltar, al igual que la balada “Invincible” que Sammet nos confiesa que es de sus cortes favoritos, y donde a Geoff Tate se le vio mucho más en forma que en la anterior gira de hace unos años. El líder de Edguy nos presenta a su cantante británico favorito, el mítico Bob Catley de Magnum, que nos regala varios momentazos a lo largo del concierto. Así, a gloria sonó “The Story Ain’t Over” y tampoco se quedó atrás el single “Dying for an Angel” con el cantante de Mr.Big. En “Twisted Mind” se le sumó Tate, y es que eso era uno de los alicientes de este espectáculo, ver grandes temas a cargo de duetos espectaculares e irrepetibles.
En “Let the Storm Descend Upon You” la bestia Lande dio toda una lección de cómo se debe cantar, mientras que en el increíble single “Mystery of a Blood Red Rose” junto al líder de Magnum pudimos comprobar lo mucho que le debe Sammet a Meat Loaf en el sonido operístico y elegante de Avantasia. Toby nos comenta entonces que tiene una buena y mala noticia que darnos, matizando que la mala es que van a tocar la última canción y añadiendo que la noticia buena es que es una gran canción… En parte nos mintió porque aún quedaba alguna sorpresa más, pero sí es cierto que sonó uno de los grandes hits de la banda con la melosa “Lost In Space”, que además en vivo gana muchos enteros. A continuación, nos presenta a toda la banda con un cameo del “Heaven and Hell” de Black Sabbath & Dio, incluyendo también a su fiel guitarra y productor Sascha Paeth, a Oliver Hartman o a Felix Bohnke, al que alaba como el mejor batería del mundo.
El broche de oro es para el medley que incluye “Sign of the Cross” y “The Seven Angels”, con todos los invitados presentes en el escenario y una espectacular lluvia de confeti ilustrando el momento. Inmensos, como siempre, demostraron por qué fueron el verdadero cabeza de cartel, aunque se dejasen en el tintero algunos temas infaltables como el mismo “Avantasia”.
Por primera vez en el festival, llegaba la esperadísima descarga de uno de las bandas más conocidas del death metal, los polémicos Deicide. 52 castañas se gasta ya el amigo Glenn Benton, vocalista, bajo y líder indiscutible de la banda, y resalto esto porque muchos aún recordamos sus declaraciones en la Heavy Rock de que a la edad de Cristo se suicidaría… Pues no, ahí lo tenemos, vivito y coleando, y demostrando por qué sus “deicidas” siguen siendo un combo de referencia en los sonidos más oscuros y tralleros, merced a temas como “Dead by Dawn”, “Serpents of the Light” o “Kill the Cristian”. Aunque contaron con un tiempo más bien breve debido a que Avantasia se pasó de su horario, nos ametrallaron con buena caña dando un buen repaso a su discografía, a pesar de que espantasen a parte de la audiencia al Mark Reale Stage, pero es que muchos ya sabíamos que no son precisamente hermanitas de la caridad. Pura tralla sin florituras.
La alternativa en el escenario pequeño no se quedó precisamente tampoco coja, pues los alemanes Brainstorm consiguieron conquistar a un gran número de adeptos con su heavy metal de corte clásico. Vinieron a presentarnos su último álbum editado hasta la fecha, ‘Midnight Ghost’, del que sonaron temas como “Devil’s Eye” o “The Pyre”, no faltando el recuerdo a otros clásicos del combo como “Shiva's Tears”. Quedaron sorprendidos por la reacción del público, parando incluso para grabarnos con el teléfono móvil mientras coreábamos varios de sus temas. Con la excelente “Ravenous Mind” cerraron con éxito su contundente descarga.
Con la inesperada caída del tributo a Ángeles del Infierno, sus sustitutos, los catalanes Daeria, que ya habían tocado con gran éxito al mediodía en el Camping Stage, dieron un buen broche final escenario pequeño, dedicando su tema “Laberinto” a David Bowie (del que me llamó la atención que presentaron con su faceta de actor por “Dentro del laberinto” y no por su trayectoria musical). Surgidos de las cenizas de Döria, presentaron su único disco ‘Fenix’ con un gran recibimiento, y además, por partida doble. Pocos han contado con esa suerte en el festival, y aprovecharon su doble descarga muy bien.
Era el turno de los míticos argentinos Rata Blanca, que comenzaron con algunos temas pertenecientes a su último disco ‘Tormenta eléctrica’ como “Los chicos sólo quieren rock”, amén de sonar otros clásicos como “Sólo para amarte” o “Aún estás en mis sueños”. La banda liderada por Walter Giardino tocó con fuerza y contundencia, pese a que la ecualización en la voz del “pequeño gran” vocalista Adrian Barilari quedaba algo baja en la ecualización final. Al grito de “¡Esto es una fiesta!” hicieron un medley donde Giardino & compañía iban tocando alguno de los clásicos más reconocibles del rock y el pop. Así, sonaron “Are You Gonna Go My Way?” de Lenny Kravitz, “Pretty Woman” de Roy Orbison, “Smoke on the Water” de Deep Purple, “Enter Sandman” de Metallica, “Sweet Child O’ Mine” de Guns N’ Roses (con parte vocal de Adrian incluida), “Jump” de Van Halen, “Fortunate Son” de Creedence Clearwater Revival, “Billie Jean” de Michael Jackson y “Highway to Hell” de AC/DC. Recuperaron su repertorio propio con la pegadiza y coreada “Volviendo a casa”, no faltando tampoco los clásicos “Días duros”, “Guerrero del arco iris” y las esperadísimas y celebradas “Mujer amante” y “La leyenda del hada y el mago” con los que finiquitaron su genial bolo. Hard rock del mejor.
Como todos los años, Óscar Sancho y sus Lujuria se encargaban de cerrar el festival por todo lo alto, abriendo con fuerza con “No soy carne de cañón” al grito de “¡Somos la familia del metal, hermanos y hermanas…!”. Sonaron clásicos como “Sin parar de pecar” o la no menos cachonda “Jekyl y Mrs. Hyde”. Tras “Cinturón de castidad”, Oscar pidió un fuerte aplauso para los técnicos de sonido. Fue otra noche de muchas risas y bromas, y es que los segovianos deberían de abrir algún año también el festival para que muchos pudiesen disfrutar de su propuesta, pues siempre son relegados a última hora cuando el personal está hecho polvo y muchos emprenden la retirada. No faltó su habitual apoyo anual a bandas nacionales como los salmantinos Kritter o los zaragozanos Umbra, que estuvieron presentes en el escenario por el habitual concurso Forjando Leyendas. El “Corazón de heavy metal” siguió presente hasta el final de la jornada, pero estamos convencidos de que el próximo año será más y mejor… Como diría Tobias Sammet… "¡arriba el “Lejendas” del rock!".
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2 comentarios
Un placer haber leído la crónica de algunas de las bandas que tocaron en uno de nuestros festivales más históricos como es EL LEYENDAS DEL ROCK caso de una banda que me encanta y las ví en directo a finales del mes de Julio como son las brutales NERVOSA que estoy seguro que darían al igual que en el ESTAKA ROCK FESTIVAL una pedazo de actuación a base de potente Thrash Metal. RATA BLANCA también fueron de las bandas triunfadoras ya que se marcaron un gran concierto a base de sus temas mas míticos junto con sus versiones de temas rockeros y poperos. Y para terminar otro gran concierto de nuestros LUJURIA a través de esos temazos del mejor Heavy Metal aunque la única pega fue que al final no se realizase dicho homenaje a nuestro histórico Jose Antonio Manzano por los familiares.