Female Metal Voices 2018: Butcher Babies, Kobra & The Lotus, Skarlett Rioy, Ignea y Asphodelia

Asphodelia

La primera banda en subir al escenario fueron Asphodelia (el asfódelo era la flor asociada con Hades, el inframundo de la mitología griega), un quinteto oriundo de la ciudad de Foggia en Italia, quienes optan por hacer un metal sinfónico muy en la onda de unos Delain, Edenbridge o Xandria. Este año vio la luz su debut, 'Welcome Apocalypse', y aunque no reinventan nada, su propuesta se deja escuchar con agrado. Los amantes del género deberían darles una escucha.

Ignea

Les siguieron los ucranianos Ignea, quienes siguen por la senda del metal sinfónico, pero con un fuerte toque de melodías orientales (no en vano, cuando se hacían llamar Parallax, sacaron un disco donde participaba el fundador del metal oriental, Yossi Sassi, ex-Orpaned Land) e incluso de power metal. Por ejemplo, temas como "Seytanu Akbar" (un tema en contra el terrorismo, venga de donde venga) está basado en un tema tradicional libanés y "Alexandria", bueno, hace referencia a la ciudad fundada por Alejandro Magno en Egipto. Tengo que admitir que, a nivel de ejecución y de propuesta artística, no me desagradaron. Sin embargo, la presencia escénica de su vocalista me dejó bastante frio ya que no supo conectar con el público y eso que puede cantar bien tanto con voces melódicas como guturales. De todos modos, su debut, 'The Sign of Faith', bajo su nuevo nombre es digno de ser escuchado.
Los ingleses Skarlett Riot cambiaron el enfoque musical ya que su propuesta está influenciada por bandas como In This Moment, Halestorm o Lacuna Coil. Su vocalista, Chloe "Skarlett" Drinkwater, supo meter al público en su bolsillo desde el primer momento, no solamente con su chorro de voz sino además con su dominio del escenario, y si añadimos a eso temas que enganchan a la primera, entonces podríamos hablar de la banda revelación de la noche, aunque llevan en la brecha desde 2010. Desde luego, esta banda debería haber alcanzado por lo menos el mismo nivel que los grupos antes mencionados, porque se lo merecen. Muy recomendables.

Skarlett Riot

Los canadienses Kobra and the Lotus están finalmente viendo los frutos de su incansable esfuerzo, tanto a la hora de grabar como de girar, ya que están consiguiendo hacerse su propio hueco en el panorama internacional y, de hecho, sólo fue el pasado julio cuando habían estado por la península la última vez. Tenía curiosidad para ver si todo ese hype tiene una base sólida y la verdad es que no me han dejado ni frio ni caliente. Los que son fans del power norteamericano como Iced Earth, Kamelot o Symphony X seguramente encontrarán mucho con lo que deleitarse aquí, pero a nivel personal, echo de menos el groove tan presente en otras bandas norteamericanas y, sobre todo, echo de menos melodías memorables.

Kobra and The Lotus

Son todos muy buenos músicos y se nota que han asimilado bien todas las lecciones del rock y heavy metal clásico, Kobra Page tiene una voz potente y una presencia que inevitablemente acapara todas las miradas (momento curioso cuando hizo que el público pasara su propio teléfono móvil de mano en mano entre el público y dejara constancia de ello, saludando o lo que fuera, hasta que llegara a manos de su tour manager en la parte de atrás de la sala) y hay por allí y por allá buenas ideas y momentos más memorables que otros, pero personalmente creía estar escuchando a lo largo de su actuación el mismo tema con mínimas variaciones. Es un típico caso de "quiero y no puedo" a la hora de traspasar esa línea que les haría grandes y eso que no hay mucho que recorrer hacia ella ya que tienen todo el potencial.
Admito que no guardaba muchas esperanzas acerca de Butcher Babies ya que venía con la idea preconcebida de que basaban su propuesta más que nada en el atractivo de sus dos vocalistas: Heidi y Carla, pero tengo que admitir que me sorprendieron gratamente.

Butcher Babies

Para empezar, Heidi ha mostrado tener una buena voz cuando toca cantar con registros melódicos y, aunque Carla no llega a los registros de su compañera, su dominio del escenario compensa esto con creces. Su música puede que caiga dentro del ámbito de metalcore, pero hay suficiente variedad de riffs, atmósferas y cantidad de groove como para que su música no se haga lineal, un pecado venial para la mayoría de las bandas del mismo género, gracias al buen hacer del guitarrista Henry Flurry. Obviamente, se trata de dos frontwomen que no paran ni un segundo a la hora de moverse, saltar, comunicar con el público, gritar hasta que les salen los pulmones por la garganta, animar al respetable y a la vez consiguen no perder el aliento. Consecuentemente, consiguieron que los circle pits se crearan con asiduidad y los asistentes seguían sus indicaciones y sus comentarios con la mayor atención, consiguiendo un alto grado de conexión entre la banda y el respetable. Hay momentos más, digamos, ligeros, como el tema “Pomona (Shit Happens)”, donde se dedican simplemente a soltar profanidades, pero otros temas como "Korova" o "Lilith" muestran a una banda que demuestra haber madurado y que podría hacer otras cosas en el futuro más alejadas del metalcore.
En definitiva, fue una velada donde las propuestas se mantuvieron en un nivel medio-alto y esperemos poder volver disfrutar con más ediciones de este festival por estos lares.

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