Crónicas

Magret de Paco: Delicatessen de estilos

«El quinteto de Granollers se aventuraba por primera vez a tocar fuera de su Cataluña natal, pero jugar de visitante no les pasó factura en absoluto»

6 octubre 2018

Sala La Mala, Madrid

Texto: Sergio García. Fotos: López Pacote

Con cierto retraso saltaban al escenario los catalanes Magret de Paco que acompañaban a los madrileños Teto (cuidado con agacharse delante de ellos) en la sala La Mala de Madrid. El quinteto de Granollers se aventuraba por primera vez a tocar fuera de su Cataluña natal, pero jugar de visitante no les pasó factura en absoluto.

No había demasiada gente en la sala, pero eso no quita para que el buen rollo que tiene esta banda hiciera las delicias del respetable, un servidor incluido.

Abrieron sus 70 minutos de actuación con “Epic Franziskaner”, un tema de su álbum ‘Cosecha 2017’ que ya dejaba muy claras las influencias de la banda, recordando a grupos como Marea, Extremoduro o La Fuga, aunque a lo largo de la actuación demostrarían que dominan muchos más estilos que el puro rock and roll. A esta introducción épica le siguieron un par de covers recordando al rock más clásico; el primero fue un “Born To Be Wild” llevado al ska y al reggae, que empezó a levantar al público asistente, seguido de un “T.N.T.” de AC/DC donde empezó a notarse algo que nos acompañaría durante todo el concierto, el sonido estaba un tanto distorsionado y afectaba sobre todo a la voz de Toni Pacote, que es ya lo suficientemente rasgada para que encima le añadan rasgados en forma de distorsiones de sonido.

Siguieron con un tema propio “Soy aquel que cabalga”, uno de los más cañeros del disco, que recordaba de una manera cristalina a los primeros álbumes del grupo de Kutxi Romero. Sin pausa, pero sin prisa, los covers volvían a escena con un “Break On Through (To The Other Side)” de The Doors que, dicho sea de paso, en algunos momentos recordó al mítico grupo de California. Continuando con esa ‘Cosecha 2017’, nos deleitaron con el festivo “La voz de nadie” y cerveza en mano animaron al público a dar un traguito mientras coreábamos el estribillo.

Llamadme nostálgico, pero mi momento favorito del concierto llegó cuando Blid Pacote empezó el riff que hizo que toda la sala se transportara a los años 90, en mi caso a mi más tierna infancia, con una interpretación magistral de la sintonía de la película Cazafantasmas, dos minutos y medio de una interpelación continua entre el público y el vocalista: “Who you gonna call? Ghostbusters!”.

La segunda mitad del concierto comenzó con tres temas de cosecha propia, casi sin descanso sonaron “Etikaotika”, “La casa voladora”, en mi opinión la mejor canción de todo el disco, directa y rápida, con unas guitarras poderosas y un bajo bien marcado, y cerrando este trío de canciones llegaba un tema en catalán, dedicado al calor que hacía en la sala (creedme, hacía mucho calor) llamado “Suant” (Sudando), una canción muy propia del rock catalán, con sonidos del rock mediterráneo, recordando a bandas como Obrint Pas o La Gossa Sorda.

Se interrumpió la música para que Toni agradeciese a los asistentes la presencia y para que todos uniéramos nuestras voces en un grito unísono de: “¡Pacote!”. La recta final del bolo comenzó con “Muérdeme”, el tema más cañero de la banda, seguido del cover, para mí, más flojo de la noche, un “Toxicity” de System of a Down al que le faltó fuerza, pero que en lo absoluto empañó la sublime actuación de la banda.

“No podrás” sonaba volviendo a traer a la sala esas raíces del rock más canalla, un tema muy a lo O´Funk’illo, sobre todo en el bajo de Joan Pacote, que caía pesado y contundente rememorando al legendario Pepe Bao de la banda andaluza. Inmediatamente después “Heisenberg” llegaba llamando a la puerta (referencia para fans de la serie) con unas melodías pesadas y un tanto oscuras para lo que nos había mostrado el grupo hasta ahora, pero que enlazaron perfectamente con el último cover de la noche, un “Killing In The Name” que hizo saltar al público para que la sala retumbara con los míticos estribillos del tema de Rage Against The Machine.

Quedaban dos rebanadas para que Magret de Paco se acabara de untar sobre el respetable y no defraudaron. Un “Rap” acompañado a la maravilla por los músicos de la banda le sacó el poco aire que le quedaba a Toni Pacote, encajando frase tras frase e incluso clavando alguna estrofilla de Violadores del Verso que yo canté con mucho gusto. Sin pausa, cerraron su primer concierto en Madrid con “De punta en blanco”, un tema festivo, de cachondeo, de esos con los que mola acabar un concierto, con el público arriba y remarcando una delicatessen de estilos musicales con unas raíces rockeras clásicas que esperamos no tardar mucho en degustar de nuevo.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Pués deberían salir de vez en cuando más de Catalunia porque esa noche en Madrid a su manera lo bordaron como pone por aquí.

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