Mezquita: Gracias por venir

La nueva "normalidad" nos va dejando eventos culturales con cuentagotas. A falta de festivales que cada año llenan el verano  de nuestro país, y más concretamente del Festival de la Guitarra de Córdoba, que este mes de julio  hubiera cumplido su 40º edición, nos encontramos con "Gracias por venir",  un ciclo de conciertos de diferentes estilos que el Ayuntamiento de Córdoba nos propone para devolver  las emociones del directo, lógicamente con los protocolos de seguridad necesarios.

El teatro al aire libre de La Axerquía es el recinto perfecto para ello. La ciudad va retomando el pulso musical,  primero fueron Medina Azahara, días antes los granadinos 09,  y ahora la Axerquía volvería a vibrar con los sonidos arábigos,  hardrockeros y progresivos de los históricos Mezquita.

La banda cordobesa fue una de las elegidas por Vicente “Mariscal” Romero para su sello Chapa Discos, que tanto aportó al panorama musical de este país. 40 años y una pandemia desde el lanzamiento de su primer álbum, considerado por muchos de auténtico culto. ‘Recuerdos de mi tierra’ les puso,  junto al debut de sus vecinos Medina Azahara, en lo más alto del panorama musical estatal.

Expresión, se llamaron en sus inicios, y no hay mejor nombre para definir la cultura y el arte de nuestras raíces fusionadas con el rock.

Los Califas del Rock regresaban a los escenarios y sabemos que dadas sus esporádicas apariciones, cada concierto hay que saborearlo como si del mejor vino se tratase. A las 22:30 horas, la banda apareció en escena con el logo de Mezquita en una pantalla gigante, un escenario a la altura de los músicos que lo ocupaban.

Una intro con sonidos arabescos daba pie a un repaso de sus dos discos de estudio, el ya citado ‘Recuerdos de mi Tierra’ y ‘Califas del Rock’. Los espectadores permanecieron en sus asientos, respetando el espacio entre ellos pero emocionados y partícipes de cada una de las canciones, clásicos imperdibles que interpretaron con la maestría que el cuarteto nos muestra en cada uno de sus directos, la mayoría historias de nuestra ciudad en forma de hermosa canciones, acompañadas de imágenes cordobesas y muy andaluzas. Sonaron "Desde que somos dos", "El bizco de los patios", "Aguas del Guadalquivir", "Así soy yo", "Recuerdos de mi tierra" -con una emotiva dedicatoria a su baterista Rafael Zorrilla «El Pelucas», fallecido en el año 2001- y "Resaca del Amanecer"  entre otras.

Tras un amago de retirada, para los bises nos dejaban dos composiciones más modernas, incluidas en su disco en vivo de hace diez años ‘30º aniversario en directo’: "Noche sin Luna" y "Eso es Vivir".

José Rafa, Randy  López, Francisco  Roscka y Eduardo Viñolo prometieron una sorpresa en este concierto y era el momento de descubrirla. Como músicos que han vivido los setenta, cuando eran Expresión, empezaron haciendo versiones de grupos que fueron sus influencias, y Deep Purple era una de las mayores (la portada de su directo es un claro reflejo). En aquella época interpretaban álbumes enteros en vivo, y el disco de 1972 ‘Machine Head’ era uno de ellos; de aquel clásico nos dejaron como despedida "Highway Star" y "Space Truckin’", que curiosamente en 2010, en la edición número  30 del Festival  de la Guitarra, los propios Deep Purple interpretaron en ese mismo escenario.

Pasada la medianoche se despedían entre aplausos y con la clásica foto final incluida de las casi 500 personas que, a pesar de la época vacacional y del sofocante calor típico de las fechas por estas tierras, no quisieron perderse una inolvidable noche con una de nuestras joyas del rock hecho en Andalucía. En privado me comentaban que habrá disco nuevo, gran noticia sin duda,  y todos esperamos que su regreso sea menos dilatado en el tiempo.

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Antonio Vázquez

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