Magnum

Lost on the Road to Eternity

SPV (2018)

Por: Roberto Villalba

9.5

Había ganas de escuchar el nuevo trabajo de los británicos Magnum después de que en 2016 publicaran otro estupendo trabajo como fue ‘Sacred Blood Divine’. Con un recopilatorio de baladas de por medio regresa la banda del guitarrista y compositor Tony Clarkin, que tras cuarenta años y veinte discos en el mercado sigue deleitando a nuestros oídos con su hard rock elegante de muchos quilates.

Nadie tiene ninguna duda de que Bob Catley es uno de los mejores cantantes del rock melódico y a pesar de tener setenta primaveras a sus espaldas, sigue sorprendiéndonos con su increíble voz, como en la inicial “Peaches and Cream”. Este tema se grabará a fuego en tu cabeza: posee un sensacional estribillo y unos riffs que emulan a esos cortes del rock de los setenta. Pura elegancia tenemos en “Show Me Your Hands”, otra vez un estribillo muy trabajado (marca de la casa), que junto a la conjunción entre el nuevo teclista, Rick Benton, y la guitarra de Clarkin forman un tándem perfecto en este tema. El medio tiempo “Storm Baby” nos deja una canción con unas acústicas rollo Kansas que tampoco pasará desapercibida para tus oídos.

“Welcome to the Cosmic Cabaret” es el tema más extenso del trabajo. Esta pieza bebe mucho del rock sinfónico y te trasladará por distintos paisajes en sus más de ocho minutos de duración, que para nada se hacen tediosos. Posee un toque a esas canciones más elaboradas de Deep Purple. La gran sorpresa del redondo viene con la participación de Tobias Sammet en “Lost on the Road to Eternity”, consistiendo en un corte muy orquestal al estilo de las composiciones de Avantasia. De nuevo es un placer poder oír en una misma canción las voces de Catley y Sammet. “Without Love” va directa al grano, predominando unos compases alegres que se quedan a la primera escucha. Con “Tell Me What You’ve Got to Say” nos muestran su lado más AOR, tan característico en muchas de las canciones de los de Birmingham.

Continuamos con “Ya Wanna Be Someone”, tema con una estructura que puede funcionar muy bien en directo y que da paso a “Forbidden Masquerade”, mostrándonos otro medio tiempo de calidad justo antes de la recta final. El sonido de “Glory to Ashes” parece sacado directamente de sus grandes álbumes de los ochenta y la épica “King of the World” es la encargada de poner el broche oro a un disco que es una auténtica joya de principio a fin.

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Esta entrada fue escrita por Roberto Villalba

1 comentario

  • Santos Piñeiro dice:

    Una maravilla de disco, como de costumbre, los Magnum jamás defraudan, rock de altos vuelos, su música siempre me alegra el día.

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