Corey Taylor

CMFT

Roadrunner Records (2020)

Por: Alberto Zamora

7

No puede negarse que Corey Taylor, en lo que representa su primer disco en solitario, ha hecho lo que le ha salido de las mismísimas gónadas. Es cierto que estamos frente a una obra mucho más accesible que su producción previa, pero tampoco es que ande mal de pasta o que Stone Sour sean la cuna de la brutalidad.

Después de unos primeros singles, que la verdad me dejaron bastante frío, considero que este ‘CMFT’ es un disco coherente con la trayectoria del vocalista al frente de los tristes de Stone Sour (qué sopor de grupo, de verdad…). Dicho queda, quién se acerque al álbum esperando encontrar fragmentos que recuerden a la banda de los enmascarados se llevará un chasco mayúsculo… Y es que solamente un efecto de guitarra en “HMY 666” recuerda a los natales de Iowa.

Taylor lleva años defendiendo el metal de los ochenta, y quizás no estemos frente a un disco de Mötley Crüe, pero sí considero que es lo más cercano que el pelirrojo ha entregado relacionado con ese espíritu lúdico que tanto ha reivindicado siempre. Pero también conviene aclarar que estaríamos hablando siempre de hard rock (moderno eso sí), no de metal.  Es la sensación que transmiten temas como la citada “HMY 666” o la festiva “Samantha´s Gone”, con un marcado acento americano además. También hay sitio para el punk rock accesible, que no cafre, en la divertida “Meine Lux” o la notable (con un puntito de metálico) “European Tour Bus Bathroom Song”.

También hay que destacar el orden de las canciones, ya que cuando uno empieza a cansarse de la sensación de estar oyendo la radio (la sosa “Silverfish” y la floja “Kansas”), el disco despega con sus dos mejores canciones: la rocosa “Culture Head”, que sí presenta algo de caña, y la punkrockera “Everybody Dies On My Birthday”, con unas deliciosas guitarras más oscuras que pueden recordar a Alkaline Trio. Tanto “Maria Fire” como “Home” vuelven a ser pura comercialidad (la segunda parece Elton John, con eso os digo todo). Vuelve a pisar el acelerador con el single “CMFT Must Be Stopped” al que, sinceramente, le sobran los dos raperos para ser una buena canción y cerrar con la acertada “European Tour Bus Bathroom Song”, dejando una sensación de intensidad en el oyente que no ha sido para tanto.

Debemos juzgar el disco por las canciones, y es cierto que, más allá de gustos personales, no me atrevería a decir que ninguna sea una basura (problema que con Stone Sour no he tenido nunca). No es mi rollo, pero reconozco el salirse de lo esperado y también aplaudo que se recupere el solo rockero con arrestos en bastantes temas.

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Esta entrada fue escrita por Alberto Zamora

4 comentarios

  • Juandie dice:

    Quizás este nuevo álbum no sea muy potente con respecto a las bandas en las que milita pero lo veo bien que se haya arriesgado en esta faceta diferente a través de su primer álbum en solitario.

  • Anónimo dice:

    Bien por arriesgarse..pero personalmente no me gusto ninguna canción...nada que ver con sus anteriores trabajos...

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