Para realizar las giras que hace Scorpions durante meses alrededor de todo el mundo y con varias fechas seguidas hace falta estar en muy buena forma física para poder aguantar los shows sin perder el aliento, sobre todo teniendo en cuenta que sus integrantes tienen entre 53 y 72 años. Si no, que se lo digan al batería Mikkey Dee, que en una entrevista en ‘Drum for the Song’ aseguró que le resultaba mucho más difícil seguir el ritmo en los conciertos a los alemanes que a Lemmy Kilmister y compañía cuando estuvo en Motörhead.
Cuando le preguntaron cuál era la diferencia principal que veía entre tocar con unos y con otros, esto fue lo que contestó:
“Mucha gente me dice: ‘Hey, Mikkey, seguro que te duermes durante el set de Scorpions’. Y te digo que es mucho más exigente de lo que lo fue Motörhead, físicamente. Porque, como sabes, cuando empezaba a faltarme el aliento con Motörhead, simplemente me cagaba en su padre o a Lemmy, y les decía: ‘Esperad, tíos. Bebed un trago”, y fingíamos que estábamos afinando. A Lemmy a Phil no era muy difícil convencerles de que se tomaran un descanso”.
A continuación, el músico comenzó a hablar acerca de los conciertos con Scorpions, en los que el tiempo entre canción y canción está totalmente controlado. “Con Scorpions todo está medido por las pantallas y la producción. Tengo que tocar siguiendo el tiempo, porque tiene que ir al mismo tiempo que las letras y las cosas que aparecen en las pantallas y con la producción en general, algo que nunca tuvimos con Motörhead”, aseguró.
“Así que cada show con Scorpions tiene exactamente la misma duración, en el mismo jodido segundo o minuto… “, continuó contando. “Podría haber una diferencia de uno o dos minutos entre los sets, en sets de dos horas y media, así que es muy exigente. Sube y baja, y hay una parte después de un popurrí acústico y luego subimos a hacer “Wind of Change”. Luego son unos 45 minutos sin parar… Hacemos canciones duras y un solo de batería en “Blackout”, y luego directamente “Big City Nights”. Quiero decir, hay 45 minutos en los que no tengo ni tiempo para cambiar las baquetas”, siguió diciendo.
No obstante, después dejó claro que le apasiona lo que hace: “Es muy, muy exigente para mí, pero es genial. Es un desafío, y me encanta. Cuanto más me canso ene l escenario, mejor toco”.
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3 respuestas
Con SCORPIONS tocar la batería es diferente a MOTORHEAD pero para este gran batería como es Mikkey Dee no hada ni difícil y menos aun imposible.
No se lo cree ni él. Entiendo lo de que no haya descansos, pero lo que tenía que tocar en temas de Motörhead no lo tiene que hacer en Scorpions por mucho que maree la perdiz respecto a que no haya cortes.