“Ozzy Osbourne es el mejor frontman para el que he trabajado, tiene el magnetismo de Elvis Presley”

Hablar de Ozzy Osbourne es hacerlo de uno de los principales protagonistas de la historia del rock. Aunque él mismo señale a Lemmy como su "dios del rock", está claro que Ozzy lo es para muchos de los que hemos disfrutado de su música y también para los que han sido sus compañeros en estas largas décadas de grabaciones y escenarios.

Este es el caso del batería Tommy Clufetos, que acompañó tanto a Ozzy en solitario como la última etapa de Black Sabbath, ocupando el puesto en la batería tras rechazar Bill Ward formar parte de la reunión.

En una reciente entrevista concedida a MisplacedStraws, Clufetos ha recordado cómo fue ocupar aquel puesto tras tres leyendas como Tony Iommi, Geezer Butler y el propio Osbourne: "Ahí había tres líderes. Ozzy me conocía, tenía su confianza, pero me tenía que ganar la de Tony y Geezer. No lo iba a conseguir diciendo: "Soy vuestro chico", no. Eso se consigue estando ahí cada día y conociendo cada canción. Así es como te ganas la confianza de la gente. Creo que me los gané de esa manera. Y creo que me gané al público en los conciertos. Siempre habrá detractores, es parte del negocio, pero mi objetivo era salir y patear traseros todos los días. Y puedo apostar a que nadie salió descontento con un show. Así que eso es lo único que puedo hacer, dar lo mejor de mí tocando la batería. Si yo no lo hubiera hecho yo, alguien más lo habría hecho. Puede que ahora sea un batería de renombre. Aunque estoy acostumbrado a sustituir a grandes baterías, saber que reemplazaba a Bill Ward era otro nivel. Me enorgullece haber intentado quedarme fuera de la atención. Estaba preparado para eso. Sé que Black Sabbath es Ozzy, Tony, Geezer y Bill, y creo que respeté eso".

Cuando recuerda cómo fue estar sobre el escenario con ellos o en las giras, Clufetos lo tiene claro: "Muchas veces, cuando salgo de gira con otros tíos, están cada uno con sus teléfonos o sacando fotos o están con sus amigos antes o después… lo que sea. Hay todas esas distracciones. Dos horas y media antes del show, yo no hablo con nadie. Estoy en el camerino preparándome para el concierto, y ellos (Iommi, Ozzy y Geezer) también. Eso me hacía decir: "Estoy haciendo exactamente lo correcto. No soy un idiota. Estoy haciendo lo mejor que se supone que debo hacer". Con eso se supone que van a dar el ciento diez por ciento en el show… Y lo hacen".

Entonces Tommy señala uno a uno a esos tres mitos, empezando por Ozzy: "Es tan profesional. Hace sus calentamientos vocales. Es uno de los mejores frontman. Es el mejor frontman con el que he trabajado. Puede manejar al público como nadie. Tiene el magnetismo de un Elvis Presley en el mundo del heavy metal. Sale ahí fuera, sonríe, y los tiene en el bolsillo antes de siquiera decir una palabra. Eso sin faltar a su increíble voz, que no ha recibido suficiente crédito durante mucho tiempo. Tony Iommi toca con tanta concentración que está sudando solo de concentrarse. Y Geezer Butler es uno de los mejores bajistas que jamás haya caminado sobre la faz de la Tierra. Está él, John Paul Jones, James Jamerson, y no hay muchos más de esos tipos. Yo pude tocar con estos tíos. Fue un placer".

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