Nirvana: 30 años de "Nevermind", el disco que lo cambió todo
24 septiembre, 2021 12:43 pm 8 ComentariosSon contadas las ocasiones que un disco aparece en el momento exacto y cambia la historia de la música. La llegada de 'Nevermind' fue una bomba de relojería que arrasó con el hard-rock y el glam-metal que dominaba la escena de Los Angeles a finales de los ochenta. 'Nevermind' provocó tal revolución que hizo que todo lo que hasta entonces se había grabado en Seattle pareciera una maqueta. Desde ese momento, todas las grandes discográficas pusieron su ojo en la nueva escena que estaba surgiendo en el estado de Washington y vieron en la explosión de grunge la máquina perfecta de generar dinero. Con motivo de su trigésimo aniversario, Alex Rico desempolva la repercusión y los aspectos que rodearon el lanzamiento de este disco.
Una generación vestida de franela
El movimiento grunge se erigió con la ciudad de Seattle como epicentro. La escena musical que arrancaba al noroeste de Estados Unidos puso banda sonora a la llamada Generación X, en la que miles de jóvenes desencantados ante la falta de oportunidades se veían representados con la angustia, el dolor y la rabia que desprendían aquellas canciones. Aunque bandas como Pearl Jam, Mudhoney, o Soundgarden ya mostraban su disconformidad con la sociedad a través de sus canciones, Nirvana elevó todo eso al máximo exponente.
Una juventud que, sin ser muy conscientes de ello, tuvo gran influencia en la cultural juvenil local. Un influjo que trascendió más allá de lo estrictamente musical, tomando una relevancia estética donde el aspecto desaliñado era significativo. ¿Qué seguidor del grunge no ha llevado alguna vez una camisa de franela a cuadros, zapatillas Converse y vaqueros desgastados?
Del underground al mainstream: de Sub Pop a Geffen Records
Es difícil imaginar la repercusión que hubiera tenido el grunge sin Sub Pop, el sello local independiente pionero en contratar a bandas emergentes del circuito de Seattle entre las que estaban Mudhoney, Soundgarden o los propios Nirvana, con quien lanzaron su primer sencillo, “Love Buzz/Big Cheese”.
En junio de 1989, Kurt Cobain, Krist Novoselic, Chad Channing y Jason Everman firmaron el primer contrato profesional con Sub Pop. Un contrato por tres años (hasta 1991) en el que recibirían la ridícula cantidad de 600 dólares en concepto de anticipo por el primero de ellos, y un adelanto de 12.000 y 24.000 dólares respectivamente en los siguientes dos años, algo más acorde a la joya que tenían en sus manos.
Precisamente 600 dólares es lo que el productor Jack Endino facturó a la banda por las 30 horas de grabación en los estudios Reciprocal Recording de Seattle que usaron para las sesiones de su primer álbum, 'Bleach'. El disco caló rápidamente entre jóvenes ansiosos de punk rock y “Blew”, “School”, “Floyd The Barber” o “Love Buzz” se convirtieron en habituales de las radios universitarias de ese momento. Se vendieron cerca de cuarenta mil copias, cifra nada desdeñable para un sello como Sub Pop.
Tras la publicación de 'Bleach', el trío estaba consiguiendo una gran reputación en sus giras por Europa y Estados Unidos. Cobain deseaba un contrato multimillonario confiando que la dualidad de temas oscuros y melodías accesibles que ofrecía Nirvana marcarían una era, pero Sub Pop no tenía el músculo económico y necesitaba un respaldo mucho mayor que el que le aportaba el sello de Seattle.
En agosto de 1990 iniciaron una gira junto a Sonic Youth, quienes le hablan muy bien del sello Geffen Records. Por su parte, Sub Pop sabía que tenía entre sus manos a la gallina de los huevos de oro y en mayo de 1990 remitió al grupo una nueva propuesta de contrato con la mira puesta en un nuevo disco, pero tanto Kurt Cobain como Krist Novoselic habían tomado la decisión en firme de no seguir en Sub Pop, alegando la escasa promoción del disco, el retraso en los pagos establecidos y que el sello nunca le había proporcionado un recuento oficial de copias vendidas. Hay que recordar que irse a una gran multinacional entraba en conflicto con la filosofía de los grupos de Seattle, y muchos fans los tacharon de vendidos, incluso antes de estampar la firmar con cualquier discográfica.
Ante los graves problemas económicos de Sub Pop, el fundador del sello, Bruce Pavitt, accede a escuchar la oferta del empresario David Geffen para llegar a un acuerdo y liberar a Nirvana del contrato de Sub Pop. El trato se cierra por la cantidad de 75.000 dólares en efectivo a lo que había que sumar el dos por ciento de los royalties de los futuros discos de Nirvana en Geffen Records. Lo que nadie imaginaba es que ese porcentaje acabaría repercutiendo una millonada a las arcas del sello independiente.
Ese chico de 21 años llamado Dave Grohl
Desde los orígenes, el puesto de batería fue siempre el más inestable. Comenzando por Aaron Burckhard, como batería casi simbólico hasta diciembre de 1987, cuando la banda todavía se presentaba bajo el nombre de Skid Row, la posterior ayuda de Dale Crover de los Melvins para grabar una demo de diez canciones en 1988, o Dave Foster, quien tocó en una decena de conciertos, pero vivía lejos de Aberdeen y no podía asistir con regularidad a los ensayos.
Parecía que la estabilidad la habían encontrado en Chad Channing, encargado de grabar 'Bleach', pero Kurt y Krist estaban descontentos con su trabajo, mientras él, por su parte, mostraba su frustración por no haber participado durante la composición de las canciones. Estas diferencias provocaron la salida de Channing de la banda en mayo de 1990, cuando la banda ya estaba inmersa en la planificación del segundo álbum para Sub Pop. Como recambio provisional, preguntó de nuevo a Dale Crover si podría ayudarle con unas fechas en verano, a lo que accedió. Pero Crover tenía que volver con los Melvins y Nirvana contrató al batería de Mudhoney, Dan Peters, con quién grabó una nueva canción, “Sliver”, y dio un único concierto. Precisamente en ese concierto estaba un chico de 21 años llamado David Eric Grohl, que buscaba una nueva banda después de la disolución de Scream, el grupo de hardcore-punk de Washington D.C en el que militaba. Habían encontrado la pieza que faltaba del puzzle.
“Krist y yo hemos estado tocando juntos durante aproximadamente cuatro años y medio con algunos bateristas diferentes. Dave ha estado en la banda durante aproximadamente un año y es la primera vez que nos sentimos como una unidad muy definida", declaró Cobain sobre Grohl en una entrevista en Bélgica en 1991.
Grabación de Nevermind: Butch Vig y el cambio del sonido de Nirvana
Las primeras sesiones de lo que sería 'Nevermind' comenzaron en abril de 1990, cuando todavía la banda tenía contrato en vigor con Sub Pop. Bruce Pavitt, uno de sus fundadores, tomó una acertada decisión que cambió el rumbo del sonido de Nirvana: recomendar al prometedor Butch Vig como productor.
Su principal logro fue captar el espíritu de la época, hacer accesible el punk-rock a todos los públicos y llevarlo al mainstream. Para ello utilizó todo tipo de recursos como grabar "overdubs" (sobreponer capas de audio), algo contrario a la filosofía de Cobain, que quería una grabación lo más directa posible, pero al que acabó convenciendo alegando que John Lennon también lo usaba en sus grabaciones.
Ya en el estudio se grabaron ocho temas: “Immodium” y “Pay To Play” (posteriormente conocidas como “Breed” y “Stay Away”, respectivamente), “Dive”, “In Bloom”, “Sappy”, “Polly”, “Here She Comes Now” y “Lithium”. Precisamente en esta última, la voz de Cobain tocó fondo y las sesiones se tuvieron que parar temporalmente.
Tal era el convencimiento que tenía Kurt Cobain acerca de que su segundo álbum arrasaría, que quiso llamarlo inicialmente 'Sheep', prediciendo que los fans acudirían en masa como ovejas a comprar el álbum. ¿Este parón en la grabación fue casualidad o algo premeditado? La realidad es que estas pistas se usaron a modo de demo para las grandes discográficas, firmando finalmente con Geffen Records.
Pese a la insistencia del nuevo sello de remplazar a Butch Vig por Scott Litt (R.E.M.) o David Briggs (Neil Young), Nirvana decidió apostar por la continuidad del que a posteriori sería el batería de Garbage. Así pues, entre mayo y junio de 1991 y con un presupuesto de 65.000 dólares, la banda inmortalizó 'Nevermind' en la consola Neve 8028 ubicada los Sound City Studios de Los Ángeles.
Un disco irrepetible que hubiera sido imposible concebirlo en otro momento: “Si Nevermind saliera esta semana, a pesar de ser un gran disco, no tendría el mismo impacto cultural. Era el momento perfecto para salir cuando había un cambio en la música y se sentía como una revolución. Puedo ver que eso está sucediendo de nuevo, pero no de la misma manera, un disco así no podría ser capaz de conectarse de la misma manera en la era del streaming”, confesó el propio ButchVig a NME.
Una portada icónica: ¿Mordieron el anzuelo?
Una imagen vale más que mil palabras, y la portada de 'Nevermind' estaría en el podio de los fotogramas más simbólicos del movimiento grunge. En ella se muestra a un bebé desnudo bajo el agua de una piscina nadando tras un dólar enganchado a un anzuelo, una idea surgida de los partos subacuáticos y suavizada por la discográfica para no ser demasiado explícita.
El bebé en cuestión es Spencer Elden, hijo de la pareja del fotógrafo Kirk Weddle, quien contaba con cuatro meses de edad cuando salió el álbum por el que su familia cobró 200 dólares: “Es algo espeluznante que tanta gente me haya visto desnudo. Tengo la sensación de ser la estrella porno más grande del mundo", declaró Spencer Elden tiempo atrás en MTV.
Lo que está claro es que nadie imaginaba los millones de copias que vendería 'Nevermind', y Spencer Elden, treinta años después, está intentando sacar tajada con la surrealista demanda a Nirvana por "pornografía infantil y explotación sexual" en la que reclama una indemnización de 150.000 dólares.
El legado: “La angustia adolescente ha merecido la pena”
El primer verso de “Serving The Servants”, lanzado en el disco ‘In Utero’, es el claro ejemplo de que un artista necesita la tragedia constante para expresar plenamente su trabajo. Si la música de Nirvana no hubiera sido tan sincera, sería imposible que treinta años después de su publicación ‘Nevermind’ siga siendo uno de los discos más importantes, emblemáticos y atemporales de la historia de la música con más de 30 millones de copias vendidas.
Las ventas de 'Nevermind' superaron cualquier expectativa por optimista que fuera. Geffen Records esperaba igualar las 250.000 copias que había despachado el 'Goo' de Sonic Youth, pero después de la difusión del video de “Smells Like Teen Spirit” en la MTV, 'Nevermind' se vendía a un ritmo de unas 300.000 copias semanales a principios de 1992.
Por aportar alguno de los reconocimientos que ha logrado el disco, es considerado el mejor disco de los 90 por medios como Spin y Entertainment Weekly, figura en el puesto 17 de ‘Los 500 mejores álbumes de la historia’ en la lista de Rolling Stone, o uno de los cinco mejores álbumes de grunge de todos los tiempos según Kerrang!.
Nirvana cambió la historia de la música, puso a Seattle en el mapa e inspiró a miles de jóvenes de su generación. Como dijo el fundador de Sub Pop, Bruce Pavitt, en su libro ‘Experiencing Nirvana: Grunge In Europe, 1989’: “La historia de Nirvana fue épica. Nirvana hizo por Seattle lo que los Beatles hicieron por Liverpool. La música realmente aportó un nivel de profundidad emocional que había estado ausente en la radio pop y que ahora no está en la radio pop".
El icónico álbum de Nirvana ha sido uno de los protagonistas del número 434 de La Heavy, el que luce a Bruce Dickinson en portada con motivo del lanzamiento de 'Senjutsu', el nuevo disco de Iron Maiden. En las páginas de la revista encontrarás también la visión que grandes músicos de la escena tienen actualmente de 'Nevermind', como la que nos dejó Ariadna Paniagua de Los Punsetes y el "nivel pasión" que alcanzó con la "energía brutal" de Nirvana. Corre a tu kiosco o visita nuestra tienda online para no perderte nada.
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8 comentarios
Gran resumen hacia tan mitico álbum de los históricos NIRVANA en su trigésimo aniversario y con sus tres temas y videoclips más conocidos. Por mi parte solo puedo decir que es un puto placer tenerlo desde hace muchos años.
Lo cambió todo ,pero para peor.
Parece ser el idiota de siempre tratando de capturar la atención que no tiene ni de su perro. Cómprate una vida Juandie...
Callate aceitunero, tanto comentas de judas priest como de estos. No se puede ser heavy y amar a nirvana, si hay que ser tontaina juani