Especial Halloween: 1994, el año del black metal

Hay años donde parece que las estrellas se alineen y toda una generación de músicos hagan nacer de la nada multitud de proyectos con influencias e ideas similares que, a posteriori, marcan a toda una generación de artistas y locos. Al igual que pasó con la NWOBHM o el thrash metal allá por los ochenta, o con el grunge en los noventa, el black metal también tuvo su año dorado en el 1994, hace exactamente 25 años.

Cinco lustros después, el black metal sigue más vivo que nunca con bandas como Batushka o Mgla que consiguen conectar con las nuevas generaciones y que llenan las salas que van pisando una y otra vez. Pese a ello, todo eso empezó en 1994, cuando diez bandas lanzaron sus primeros esfuerzos discográficos, el inicio de una historia de amor con el demonio y las escalas menores.

¿Cuántas bandas vieron nacer sus primeros proyectos durante esos doce meses? ¿Cuántas bases musicales se cimentaron en un año donde, por ende, empezaron a nacer las leyendas negras de tantos artistas? Víctor Vallespir repasa los diez lanzamientos imprescindibles para entender el nacimiento de un género, unas ideas y, por qué no decirlo, una forma de vida.

Arcturus - ‘Constellation’

La vertiente más vanguardista del black metal tendría un hueco bien prontito en 1994, cuando los evidentemente noruegos Arcturus lanzaron un EP titulado ‘Constellation’ que pondría las bases a una de esas formaciones que huyeron de los convencionalismos de sus compatriotas para acabar explorando territorios musicales mucho más lejanos.

Pese a que siempre han sido una banda muy discontinua –y es que de hecho solo han lanzado al mercado un total de cinco larga duraciones- es imprescindible comprender su importancia e influencia en las bandas de nueva hornada que no sienten ningún temor hacia la experimentación.

Behemoth - ‘...From the Pagan Vastlands’

Ahora tenemos a Behemoth como, seguramente, la banda de black metal más mainstream del planeta, con un Nergal que ha decidido tirarse a los shows en mayúsculas para acabar configurando una banda que huye de todo tipo de convencionalismos para adentrarse en propuestas escénicas cada vez más lejanas al black metal más puro.

Sin embargo, hubo una época donde lo suyo era el black metal más tradicional e incluso se atrevían con covers de Mayhem. Y sí, ya habían lanzado tres demos antes de 1994, pero ese mismo año fue cuando se atrevieron con un ‘...From the Pagan Vastlands’ que les sirvió para firmar con el sello polaco Pagan Records. Un año después lanzarían ‘Sventevith (Storming Near the Baltic)’, considerado su primer larga duración. El resto es historia.

Cradle of Filth - ‘The Principle of Evil Made Flesh’

No todo nació en tierras escandinavas, y es que una de las formaciones más laureadas de la historia del black metal es, nada más y nada menos, que inglesa. Cradle Of Filth lanzaron su primer disco de estudio en 1994, un ‘The Principle of Evil Made Flesh’ que amagaba unas ideas musicales que, tal y como ahora sabemos, se acabarían diluyendo a lo largo de los siguientes discos de la banda.

Dani Filth y los suyos acabarían sonando a metal gótico o incluso sinfónico, pero allá estaban sus raíces, en la misma época que los grandes del género que ahora restan en el subconsciente colectivo. Si queréis escuchar la versión más cruda de la banda, no dejéis de probar el primer plato.

Dark Funeral - ‘Dark Funeral’

Pese a que les costó algo más hacerse un nombre en la escena, y es que su primer disco no saldría a la venta hasta 1996, su primer EP homónimo y auto-editado, que de hecho presentaron junto a Gorgoroth a la vez que estos presentaban su primer esfuerzo discográfico, sirvió como toda una declaración de intenciones por parte de un Lord Ahriman que empezaba a dar sus primeros pinitos en esto del black metal.

Los suecos, evidentemente, también sabían hablar de satanás y lanzar mensajes anti-cristianos en todas sus canciones, con miembros que se declaraban abiertamente practicantes de la religión. Cosas de la meteorología, suponemos.

Dimmu Borgir - ‘Inn i evighetens mørke’

‘Inn i evighetens mørke’ fue el primer EP de Dimmu Borgir, un compendio de canciones que se agotó enseguida y que sirvió para que la también formación noruega, finalmente, acabara editando un inicial LP en 1995.

Enseguida adoptaron un tono mucho más sinfónico y se alejaron de la crudeza habitual de los lanzamientos de la época; hoy en día, son unos auténticos referentes en cuanto a puesta en escena en el black metal contemporáneo.

Emperor - ‘In the Nightside Eclipse’

Ihsahn y los suyos siempre fueron unos raros en eso del black metal noruego. Alejados de las polémicas de la época e incluso dejando de lado el corpsepaint de forma muy temprana, Emperor siempre han sido una de las formaciones más queridas del género por sus habilidades y por la excelencia compositiva que les caracterizó durante los cuatro álbumes de estudio que llegaron a lanzar.

¿Y qué decir de ‘In the Nightside Eclipse’? Probablemente uno de los discos más influyentes de la historia del black metal, un pilar fundamental para entender de qué va todo esto. Luego Ihsahn se pasó a las gafas de pasta y al pelo repeinado. Pero oye, esa es otra historia (que también nos encanta).

Gorgoroth - ‘Pentagram’

En 1994 estaba muy de moda eso de abrir las creencias satánicas al mundo a partir de letras que asustarían a cualquiera. Gorgoroth, en este sentido, fueron de los más contundentes, con una fama que se irían labrando a partir de sus múltiples escándalos encima del escenario y que, como no podía ser de otra forma, empezaría con un primer disco crudo a más no poder y con todos los ingredientes que caracterizaban esa época.

‘Pentagram’, el primer disco de la banda, es un compendio de treinta minutos de furia descontrolada que, de paso, incorporó el bajo de Samoth (Emperor) en sus canciones. El álbum ha sido re-editado en un total de siete ocasiones de forma posterior y es considerado uno de los pilares del sonido blackmetalero.

Mayhem - ‘De Mysteriis Dom Sathanas’

¿Pensábais que nos los íbamos a dejar? Pocas bandas representan mejor, al menos desde el punto de vista mediático, el black metal que Mayhem. Este no es el sitio para explicar las turbulentas historias de Dead o de Euronymous, pero una banda que contenga suicidios, asesinatos y quemas de iglesias en su historial no puede defraudar.

En los estrictamente musical, y al igual que en el caso de sus compatriotas de Emperor, Mayhem supieron condensar toda una base de ideas musicales en un ‘De Mysteriis Dom Sathanas’ que se convirtió, con el tiempo, en todo un clásico atemporal (que incluso han re-visitado de forma reciente con Attila a las voces).  Evidentemente su grabación estuvo marcada por todas las peripecias antes mencionadas, con los padres de Euronymous incluso quejándose a la banda porque el disco incluía piezas al bajo por parte de Varg Vikernes (su asesino). Veis, si es que es imposible hablar de ellos sin ponerse a describir esa historia ahora adoptada por Hollywood.

Moonspell - ‘Under the Moonspell’

De acuerdo, nunca han sido una banda de black metal, pero algún referente ibérico tenía que haber en la lista, ¿verdad?

Aún es raro, a día de hoy, ver una banda de estas tierras con tanto éxito como estos portugueses, que editaron precisamente en 1994 un primer EP titulado ‘Under the Moonspell’ que coqueteaba con ideas puramente nórdicas.

A la postre se han convertido en referentes del metal gótico, al igual que sus coetáneos de Cradle Of Filth. Se merecen estar en la lista.

Satyricon - ‘Dark Medieval Times’

Hubo una época en que las bandas de black metal distribuían sus propios discos mediante un sistema de contactos de la más alta eficacia. Sin embargo, los noruegos Satyricon fueron los primeros que fueron firmados por una discográfica multinacional, en este caso EMI. Su primer disco titulado ‘Dark Medieval Times’, en realidad, fue lanzado un año antes en sus tierras, pero no fue hasta el siguiente año que se pudo disfrutar a nivel internacional. De todos modos, su segundo disco ‘The Shadowthrone’ también fue lanzado en 1994.

Este disco contó con las últimas guitarras, no acreditadas en el álbum, del miembro original Lemarchand; a partir de allí, la banda siguió adelante con solo dos músicos estables, Satyr (vocalista, guitarra, bajista y teclados) y Frost (batería).

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