Entrevistas |Tom G. Warrior (Triptykon, Celtic Frost)

«Nunca le perdoné a mi madre lo que me hizo»

Por: Yorgos Goumas. Fotos: Ester Segarra.

En una época donde los géneros musicales estaban bien definidos y los escasos intentos de borrar estas fronteras por parte de los músicos se topaban con la incomprensión, si no hostilidad, por parte del público, Tom G. Warrior dio a su metal extremo una dimensión añadida gracias a los arreglos de música clásica, un paso que influiría posteriormente a muchas bandas del black y del metal gótico. Treinta y tres años después de la publicación de la primera parte de su trilogía “Requiem” (el tema “Rex Irae” del disco ‘Into the Pandemonium’) y catorce desde la tercera (“Winter” de ‘Monotheist’), tenemos por fin en formato físico la pieza que faltaba para completarla: “Grave Eternal”, la segunda y más larga de las partes. Ve la luz el 15 de mayo como parte del CD/DVD ‘Requiem (Live at Roadburn 2019)’, donde se recoge la actuación de Triptykon junto a la Metropol Orkest en el festival de Tilburgo. Yorgos Goumas ante uno de sus músicos favoritos.

¿Cómo surgió la idea de añadirles arreglos de música clásica a las canciones de Celtic Frost?
“Por suerte tuve unos padres con un gusto musical muy ecléctico, así que crecí escuchando todo tipo de música, desde jazz y pop hasta rock y música clásica. Uno de mis discos de cabecera de adolescente fue ‘Concerto for Group and Orchestra’ de Deep Purple, y también me gustaba mucho ver cómo los Emerson, Lake & Palmer fusionaban la música clásica y el rock; desde entonces tenía la idea de hacer algo similar, pero primero había de madurar como músico para llevarlo a cabo”.

¿Cuáles fueron las reacciones cuando presentaste tu idea?
“Primero tuvimos que lidiar con las objeciones de la propia discográfica, que nos dijo que aquello sería una pérdida de tiempo y de dinero, y que mejor que hiciéramos un disco al estilo de Slayer o Exodus. Posteriormente, nos enfrentamos a los prejuicios de los propios músicos, porque eran ajenos al metal y no entendían el concepto de unir esos dos mundos, bastante separados por entonces. Tienen un lenguaje musical diferente y piensan de manera distinta también, así que durante las sesiones de grabación pasamos mucho tiempo intentado explicarles nuestro concepto. Afortunadamente, Martin (Erin Ain, bajista) se mostró enseguida interesado en hacerlo, gracias al hecho de que él también tenía una mente abierta para la experimentación; tenía un background musical diferente al mío, ya que de más joven escuchaba a new wave y punk”.

¿Quién te ayudó con los arreglos de la primera y la segunda parte? (“Winter” se hizo con sintetizadores).
“Ya que no sé escribir partituras, para los arreglos de ‘Into the Pandemonium’ conté con la ayuda del teclista de la banda alemana de prog rock Eloy, mientras que para la segunda me ayudó Florian Magnus Maier, compañero de V. Santura (guitarrista de Triptykon) en Dark Fortress y que además es compositor de música clásica” (ndr: también ha ayudado con los arreglos orquestales a Paradise Lost y Devin Townsend entre otros).

¿Llamaste a la pieza “Requiem” teniendo a Mozart en mente?
“No. Aunque el de Mozart es el más reputado y famoso, hay más piezas de otros compositores como Brahms o Verdi con el mismo nombre. Además el tema de la muerte siempre estuvo presente en las letras de Hellhammer y Celtic Frost, por eso quería componer una misa funeraria”.

Es la primera vez que te oigo decir algo positivo sobre tus padres…
“Sobre mi padre no tengo ninguna queja, ya que estaba ausente de casa debido a su trabajo, piloto de carreras de motos. Mi madre, antes de hundirse en el pozo de la locura después del divorcio, dedicarse al contrabando de diamantes y dejarme sólo en casa durante semanas (provisto de comida congelada y latas), compartía con mi padre la pasión por la música. Mi única compañía durante mis años de soledad fue su colección de discos, y pasaba horas y horas escuchando de todo. Obviamente, hoy en día mi madre habría acabado en la cárcel por abandono y negligencia, pero eran otros tiempos. Nunca la perdoné lo que me hizo y ella es la razón por la que acabé haciendo metal extremo: la música era mi manera de soltar la furia que llevaba dentro”.

Vuelta al presente: Las partes de guitarra suenan a David Gilmour…
“Le dije a V. Santura que los solos de guitarra debían ser de corte evocador y que “flotaran” por encima del resto de músicos. Le di rienda suelta para que impregnara su estilo y me encanta cómo han quedado”.

“Triptykon es la continuación de Celtic Frost pero con otra formación”

¿Por qué elegiste esa orquesta en particular y por qué ese festival?
“Porque se trata de una orquesta especializada en tocar con artistas ajenos al mundo clásico y son músicos de mentalidad abierta. Florian ya había trabajado con ellos antes, sabía qué músicos encajaban mejor con el proyecto, y es que la orquesta es más grande de los que participaron en el DVD. La elección de los músicos fue perfecta, porque al final conseguimos sacar esto adelante con sólo dos días de ensayos. Con respecto al Roadburn, se trata de un festival no comercial, con un espíritu independiente y un tamaño pequeño. Los que acuden allí no se ven desbordados por masas de gente ni de anuncios por todas partes. Es como si uno acudiera a un festival de jazz y obviamente más abierto a propuestas vanguardistas. No me imagino haciendo esto en Wacken Open Air, por ejemplo”.

Háblanos de la vocalista tunecina Safa Heragh.
“La vi por primera vez colaborando con Dark Fortress cuando tocaron en Zúrich. Me impresionó su voz y le pedí que colaborara con Triptykon; me quedé tan contento que le pedí que participara en este proyecto también. Lo que me sorprendió es que participó de manera activa, aportando ideas y melodías”.

En un momento dado, en la pantalla grande del fondo aparece la portada del disco ‘Monotheist’ de Celtic Frost pero con la palabra Triptykon…
“El fin de Celtic Frost fue dramático e innecesario, quería mostrar que el “Requiem” es el puente que une las dos bandas, y que Triptykon es la continuación de Celtic Frost pero con otra formación”.

¿Sabes que a Tom G. Warrior no le gustaron nada las versiones que Metallica hizo de canciones de Celtic Frost?: "Las destrozaron, fue humillante".

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Esta entrada fue escrita por Yorgos Goumas

7 comentarios

  • Juandie dice:

    Interesante entrevista hacia un ilustre del Metal como es Tom Gabriel Warrior a través de su banda TRIPTYKON y ese futuro álbum con orquesta como otras interesantes anécdotas. Pedazo de tema con orquesta a través de dicho video.

  • Vitus73 dice:

    Lo humillante es ,lo de Warrior rescatando,temas de CF para triptycon y,la chapuza de vuelta de hellhammer.

  • Raimon dice:

    "Nunca la perdoné a mi madre lo que me hizo". Un caso de laísmo de manual...
    Hubiera quedado mejor redactado "Nunca le perdoné a mi madre lo que hizo".
    E incluso más fácil: "Nunca perdoné a mi madre lo que me hizo".

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