Enrique Bunbury presenta “Curso de levitación intensivo”: “Puedo toser lo que me dé la gana”

El pasado jueves 10 de diciembre, al caer la noche en Madrid, se llevó a cabo la rueda de prensa virtual de ‘Curso de levitación intensivo’, el nuevo trabajo de Enrique Bunbury que salió a la luz este viernes 11 de diciembre a través de Warner Music Spain.

El flamante material del ex-Héroes del Silencio, sucesor de ‘Posible’, editado en mayo, cuenta con 10 nuevas canciones que fueron grabadas junto a su banda, Los Santos Inocentes, en el Estudio La Casa Morada. En el LP se mixturan ritmos negros, pizcas de electrónica y jazz, algo de latin y una oscuridad reinante que se entrecruza con rabia, personalidad y belleza melódica.

Durante la charla, transmitida por YouTube y moderada por el periodista Juanjo Ordás, miles de fans pudieron escuchar las preguntas que periodistas de diferentes medios de España y el mundo le formularon al músico zaragozano vía Zoom. A las 09:00h (hora España) de este viernes, más de 39 mil personas ya habían visto esta rueda de prensa virtual.

Bien predispuesto, reflexivo, de impecable negro, rulos prolijos y con una remera cuya leyenda era “Dracula sucks” (“Drácula apesta”) Bunbury atendió a la prensa durante más de una hora y cuarto, en la que ahondó sobre el proceso de grabación del nuevo álbum, cómo vivió la pandemia, su obra, la vida en general, los tours, la crisis como posibilitadora de nuevos fenómenos artísticos y culturales y otros temas.

Ya de entrada, Bunbury dejó entrever su buen humor al comentar que una de las ventajas del streaming es que “puedo salir en pantalón corto de cintura para abajo, ir en zapatillas y no tener jet lag”. Además, confesó que aún no había visto el vinilo de ‘Curso de levitación intensivo’, así que el moderador de la charla lo mostró en vivo: se trataba de un LP transparente.

Ante la pregunta sobre si la música del australiano Nick Cave fue una influencia a la hora de componer este álbum, el ex-Héroes del Silencio comentó: “Nick Cave ha sido un referente en mi vida, pero particularmente en este 2020 no es que lo haya escuchado demasiado. Estuve degustando su último disco, que es denso y complejo, pero no ha sido una influencia muy presente. Claramente es una experiencia global a nivel discográfico y creo que se pueden rastrear los pozos de Nick Cave en mi carrera. Pero no ha sido consciente”, completó.

Sobre las referencias electrónicas presentes en ‘Posible’ -editado hace sólo unos meses- y en este nuevo trabajo discográfico, Enrique dijo que en ‘Posible’ hay más electrónica, porque la base rítmica está mucho más presente. Pero en el flamante LP la batería y los bajos son mucho más orgánicos. “En ‘Curso de levitación intensivo’ siguen estando los sintetizadores, las secuencias y arpegiadores, pero menos que en ‘Posible’. De alguna forma, ‘Curso de levitación intensivo’ es un disco que cierra el período de ‘Palosanto’ (2013) hasta ahora. Me lleva a una dirección que intento intuir. Sé que estoy saliendo de esta etapa contemporánea y me dirijo a un nuevo lugar”, afirmó.

Pandemia, inspiración y conservación

‘Curso de levitación intensivo’, tal como comentó el músico durante la charla, quizás nunca hubiera visto la luz, sino fuera por este inusual y triste contexto de pandemia. El COVID-19 impactó de lleno en todo el mundo y las y los artistas fueron de los más perjudicados, al no tener la posibilidad de realizar shows en vivo.

Quien escribe estas líneas aprovechó la ocasión para que Bunbury le respondiera a MariskalRock la siguiente pregunta: “¿Cómo mantuviste tu voz en forma durante estos meses fuera de los escenarios? Del otro lado, Quique, pensó brevemente y respondió: “Por un lado me meto en el estudio muchos días a grabar. Siempre hago colaboraciones, participé en el álbum de Love Of Lesbian y otros artistas, y además hago mis propias composiciones. Pero, por otro lado, lo que hice sobre todo es disfrutar del placer de levantarte un día afónico por cualquier cosa y que no te importe. Cuando estás de gira es tan estresante todo el asunto de nariz y garganta… Llega un momento que cuando no tienes que cantar todos los días para el público es un verdadero placer pasar por una afonía o por un día de tos. Incluso con el disfrute de decir: “Puedo toser todo lo que se me da la gana”. Como cantantes estamos demasiado obsesionados con el estado de nuestra garganta. En el avión quizás tienen el aire acondicionado muy fuerte, llegas al hotel y la calefacción está muy fuerte, te subes al coche y te pones la bufanda. Nos obsesionamos con cualquier cosa que pueda estropear la voz”, detalló.

Por otra parte, se le preguntó a Enrique cómo es el momento artístico que atraviesa con ‘Curso de levitación intensivo’. El vocalista consideró que “es un disco urgente, que necesitaba sacar. Son canciones que tenían que salir en el 2020, porque hablan o resuenan con respecto a esto que nos ha ocurrido a todos a nivel global. Hay muchos debates que deberían estar abiertos y que, de alguna forma, resuenan en los textos de este disco y tienen una conexión con el presente”, sintetizó.

El precio de la fama

Tomando como referencia la letra de “El precio que hay que pagar”, uno de los tracks que integran el nuevo disco, un periodista le preguntó al músico acerca de cuál fue el precio que tuvo que pagar para consolidarse y llegar a ser uno de los artistas más grandes de la música en español. Bunbury agradeció dicha consideración y explicó que el precio que hay que pagar por llegar adonde cada uno desea estar como ser humano, “en cierto modo es un precio que has asumido a lo largo de tu vida”. Y añadió: “Has preferido hacer determinadas cosas para ser quien quieres ser, así que considero que es un precio pagado con gusto. Obviamente hay situaciones que preferirías que fueran de otra manera. Hay partes de la profesión que te gustan más y otras que te gustan menos, pero con el tiempo vas montando la cosa más a tu gusto. A mí, por ejemplo, el hecho de la promoción no es algo que me moleste, pero no es mi parte favorita”.

La vida de gira

Una de las partes más lindas -y difíciles- en la carrera de cualquier artista son los tours. Generalmente eso implica que músicas y músicos pasen largos meses fuera de casa, tocando casi todos los días, comiendo lo que haya a la hora que sea, pasando mucho tiempo entre aeropuertos, aviones, hoteles y teniendo jet lag. La contracara de ello, es lo hermoso de poder tocar todas las noches ante un público que ama lo que haces. Sobre este punto, el oriundo de Zaragoza aseguró que a principios de este año estaba en un momento de enfrentamiento con las giras. “Estaba pensando que lo que me tocaba era hacer tours más cortos, porque no tenía tantas ganas de estar nueve meses fuera de casa. Y bueno, te vas adaptando de la mejor manera posible”, razonó.

Bunbury y el streaming

Por otra parte, el músico ironizó sobre el streaming de artistas que han hecho canciones desde sus casas, en pijamas, para generar interacción con el público a través de las redes sociales. En ese sentido, reveló que él personalmente se resistía a eso, porque considera que los músicos deben cobrar por su trabajo. “Ofrecer la música en streaming, más discos que salen a través de Spotify, Deezer, Tidal y otras plataformas, ya es regalar la música. Hacer eso mismo con los conciertos me parecía el colmo de los colmos. Así que hemos intentado hacer un show, sólo uno, con una promotora que garantice que el streaming llegue a todos los países y que podamos tener un escenario en condiciones, con luces, ensayos, toda la banda y todos los técnicos. Son condiciones especiales y será lo que esperamos que sea el comienzo de una nueva gira”, afirmó.

Otra de las preguntas giró en torno a cómo después del caos todo tiende a ordenarse; es a través de los momentos de crisis donde el arte genera una renovación cultural rica en diversidad. Sobre este punto, el de Zaragoza respondió que sólo se puede especular, pero que cree que va a ocurrir algo distinto. “Sí, creo que va a ocurrir, vamos a tener en especial consideración la música que nos explica momentos confusos o complicados”. Por otro lado, reveló que le parece raro que no haya habido más discos o artistas hablando de la situación particular de este año. “Me extraña el silencio cultural que ha habido en el 2020”, cerró.

Hernán Osuna

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