Crónicas

Wolfmother + S8nt Elektric: Extra power trío

«El show de Wolfmother, donde la energía fluye a raudales, engancha al público desde las primeras notas y no lo suelta hasta el final»

17 junio 2023

Sala La Paqui, Madrid

Texto: José Luis Martín. Fotos: Alfonso Dávila

Wolfmother

Si a estas alturas de la película tuviéramos que explicar a alguien cómo suenan Wolfmother, le diríamos que se imaginara el resultado de meter en una coctelera un poco de Led Zeppelin, otro poco de Black Sabbath, algo de AC/DC, un toque de Kiss, unas dosis de Kyuss y una pizca de White Stripes. Su show, donde la energía fluye a raudales, engancha al público desde las primeras notas y no lo suelta hasta el final.

Para abrir su nueva visita a la capital, se acompañaron de los emergentes S8nt Elektric, un quinteto americano con apenas dos años de vida, que se mueve entre el hard rock y el rock alternativo, y que mediáticamente se han abierto camino al militar en sus filas el hijo de Slash, London Hudson, que se encarga de la batería.

Apenas tuvieron veinticinco minutos para ofrecernos su propuesta, aunque fue suficiente para ver cómo se desenvuelven en directo. Canciones como “Subliminal”, “X”, “Netn”, “Live On” o “Catacombs” nos sirvieron para ver sus ganas y su energía sobre las tablas, donde destacaba su vocalista, la risueña Briana Carbajal, que llevaba un largo vestido blanco, más habitual de ver en una fiesta ibicenca que en un banda de rock.

Con la canción que les da nombre, “S8nt Elektric”, se despidieron de todos, lanzando unos platos de plástico, que curiosamente llevaban escrito en la base su setlist. Al final del concierto se hicieron fotos con todos los que lo solicitaron en el puesto de merchandising.

London Hudson (S8nt Elektric)

Tras sonar “Black Dog” de Led Zeppelin en la música ambiental, por si alguien tenía dudas de por dónde iban a ir los tiros, arrancaban su show Wolfmother. El power trío australiano comandado por Andrew Stockdale, que el año que viene cumplirá su veinte aniversario, comenzaba de forma arrolladora con “Dimension”, un tema muy a lo Sabbath, de su aclamado y excelente disco debut, que nos cautivó a muchos seguidores de la escena y que iba a ser la columna vertebral del repertorio, para deleite de todos los asistentes.

Un electrizante “Rock Out”, que daba título a su último trabajo de estudio, que ha sido producido por el gran Brendan O’Brien, venía a continuación, destacando la tremenda pegada del batería Jesper Albers (nos quedamos con su matrícula), quedando en un segundo plano el bajista Paul Dockman, que para nada era un mal músico, pero claro, al lado de estos dos monstruos no destacaba tanto. Ambos componentes provienen de la banda neerlandesa de rock alternativo Paceshifters.

Wolfmother

Muy pronto aparecía “Woman”, una composición grandiosa, que se convertiría en su tema franquicia y que les puso en el disparadero en 2005, llegando a ganar en 2007 un premio Grammy a la mejor interpretación de hard rock.

Tras una larga introducción, la esencia setentera, esta vez con gotas de psicodelia, seguía muy presente con otra delicia como “White Unicorn”, convirtiendo la sala en un gran karaoke, con un público muy fiel, que cantaba cada estribillo y que no paraba de moverse.

Hay que reseñar que hubo mucho público joven y femenino en la sala, algo que nos congratula enormemente y que es muy necesario para que la llama siga muy viva.

Wolfmother

La frenética “Apple Tree”, puro punk rock, era una llamada para que se formara un grupo de pogo en medio de la pista, atemperando un poco después con la zepelliniana “Stay a Little Longer”.

Tras “California Queen”, de su segundo disco, ‘Cosmic Egg”, llegaba la contagiosa “Midnight Train”, mientras que Andrew pedía las palmas del respetable, sabiéndose dominador del escenario y del tempo de actuación.

Más retro rock con “Pyramid”, una extraordinaria “Vagabond” y “Colossal”, que, haciendo honor a su nombre, se convertía en una grandiosa pieza, con Andrew en trance y unos cambios de ritmo vertiginosos.

Apenas teníamos tregua mientras llegaba el turno para la maravillosa “Victorious”, muy deudora de Sabbath, con una parte central incluso con acordes muy similares al famoso “Paranoid”. Con “Gypsy Caravan”, Andrew emulaba la mejor escuela Plant y la actualizaba con su toque personal. ¡Un temazo en toda regla!

Sabíamos que a este ritmo no podrían alargar mucho el set, así que, para finalizar, nos iban a dejar canciones memorables como “New Moon Rising”, la festiva “Feeling Love” y “Joker & the Thief”,  otro de sus grandes himnos, que comienza con esa hipnótica intro y que puso a toda la sala patas arriba.

Tuvieron a bien dejarnos un bis con “Rock and Roll Survivor”,  mostrando que son una banda con empaque y muy bien estructurada, donde Andrew es el gran catalizador, pero está muy bien acompañado por una base rítmica que le da una perfecta réplica.

Algunas veces, en un concierto, menos es más, y no es necesario tocar tres horas y media para que el público se vaya exhausto y muy satisfecho cuando te has entregado al máximo y has descargado un repertorio con grandes himnos, sin aburridos y manidos solos, en poco más de ochenta y cinco minutos.

Como sugerencia, deberían currarse un poco más las camisetas, ya que, ante la ausencia de discos en su puesto de venta, no pueden llevar unas prendas tristes y básicas.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Pedazo de crónica hacia las rockeras y cañeras descargas que se marcaron unos habituales en nuestro pais como son los australianos WOLFMOTHER junto a esta banda telonera donde milita a la bateria London Hudson, el hijo de el gran Slash.

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