Volvoreta: Mariposas en el estómago

Tienen entre 18 y 20 años, dos aún ni siquiera eran mayores de edad cuando consiguieron contrato discográfico, y sus padres tuvieron que firmar por ellos.

La sala Rockville iba a ser testigo de su primer concierto en Madrid. Volvoreta significa mariposa en gallego, y hay unas mariposas en el estómago que me dicen que pueden llegar lejos, así que no quise perdérmelo. Quién sabe, quizás el día de mañana sea de los que farden diciendo “Yo estuve allí”, como hacen los que vieron a Marea en la Hebe.

Salen “uniformados” con camisetas a rayas de distintos colores, y el hecho de que arrancaran el concierto con una intro instrumental y una declaración de principios como “Amor por el Rock and Roll”, habla ya de un descaro personificado en el bajista Daniel Manzanares, que se mueve por el escenario y gesticula con la misma soltura que El Drogas en los tiempos en que Barricada era la banda número uno del rock estatal.

“Soy bipolar”, la canción con la que nació el grupo según contó el cantante y guitarrista Carlos Martín, es significativamente coreada por un público en el que se mezclan los primeros seguidores madrileños de Volvoreta (algunos de ellos presentes vía MariskalRock), familiares de los chicos y personajes muy relevantes de la trastienda del rock como el productor de Rosendo, Eugenio Muñoz, o el manager Cristóbal Cintas; también estaba allí Fernando Fernández "Fefe", productor del disco.

“Siempre con profesionales” es dedicada a toda la gente que ha confiado en ellos, con especial mención para Charlie Sánchez, de su sello Metales Preciosos, y Chema Gallego, de su agencia de prensa La Central de Comunicación.

En “Enganchados a la red” canta Carlos que su red social favorita siguen siendo los bares y, la sala de juegos, la calle. Orgulloso manifiesto que critica la insustancialidad de su generación, haciéndonos ver que no todos los jóvenes comulgan con el postureo imperante.

No se aprende a tocar como Dani Solano pasando la tarde haciéndose selfies, sino rompiendo muchas baquetas. El tío se sale en “El oportunista”, versión de Leño concluida con un muestrario de redobles a cada cual mejor.

Además de las individualidades, quiero también destacar el buen trabajo de coros, todos aportan, especialmente el guitarrista Alejo Martín, hermano de Carlos.

 

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No deja de ser curioso que el mismo grupo que tiene un tema llamado “El Quijote” sea el que haya musicado el poema “Despierta Guadalajara” de Alfonso Domingo Gil “Kazo”, en el que se reivindica Guadalajara como provincia castellana y no manchega. Toda queja territorial merece ser escuchada, como merece también tu atención el temazo “¡Quema! ¡Quema!”, muy celebrado por la concurrencia.

Fue igualmente en el tramo final de la actuación cuando vino la sorpresa y Dani, el batería, se cantó “Días de escuela”, el tema de Asfalto con el que se puede decir que comenzó lo que conocemos como rock urbano. ¡Todo vuelve!

“Un veterano y semi-retirado guitarrista y cantante rockero de Carabanchel, cuando los escuchó literalmente comentó: “Me he visto con 50 años menos… ¡¡¡darles caña!!!”, reza el comunicado de prensa con el que se llamaba la atención de los medios de comunicación. Ojalá sea el preludio de una carrera larga y plagada de éxitos.

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