Crónicas

Sons of Steel + Materia: Las nuevas generaciones del metal

«Toca ratificar su propuesta por diferentes ciudades españolas y, quién sabe si en algún momento podrán cruzar las fronteras, pues canciones, calidad y recursos tienen para ello»

22 septiembre 2023

Sala Nazca, Madrid

Texto: José Luis Martín. Fotos: Marta G Paniego

Tras escuchar el brillante bautizo discográfico de los madrileños Sons of Steel, estábamos deseando comprobar cómo lo defenderían en directo en su propia ciudad. Y ese día llegó, acompañados de unos completamente desconocidos para mí como eran los también capitalinos Materia, un nombre que me sonaba de una formación posiblemente extinta y de la que perdimos su pista hace años.

Sons of Steel

Lo primero que llamó la atención al entrar en la sala Nazca, fue la gran asistencia que reflejaba cuando salió el grupo invitado, algo desgraciadamente no muy habitual, pues hay quienes prefieren quedarse en los aledaños tomando algo y entrar solo a ver al grupo principal. Esto presagiaba que habría un gran aforo y así ocurrió.

Materia iban a plantear su actuación basándola en su EP ‘3’, que a pesar del número es el primero de su discografía, y del que fueron desgranando cada uno de sus cortes. Tras el inicial “Hate”, de ritmo cadente y basado en los postulados del stoner rock, llegaba “Liar”, una canción de los belgas Brutus, que era la primera versión de su show.

Lo que más me llamó la atención fue la garra y la presencia de su bajista y vocalista, Laura Torrijos, que mostraba una actitud propia de alguien que ya tiene bastantes tablas sobre un escenario. Como ella me confesó posteriormente, había pasado por bandas como Evil Scapes y James Bonzo, además de militar en una banda tributo a Mötley Crüe, las Mötley Queens, y una de versiones de chicas, Girl Power Time. Los compañeros que le dieron la perfecta réplica fueron el guitarrista Antonio Pino y el batería Juan Carlos.

Alternaron el castellano en “La agonía” y el inglés con un animado “Void”, volviendo de nuevo al idioma de Cervantes con “La mentira”, en un inicio a lo Black Sabbath, mientas Laura desgarraba la voz en un ejercicio de pura catarsis.

Materia

La segunda y última versión fue “Omertá”, del dúo gallego Bala, que esta vez cambiaron por el más habitual de “Agonía”. Tras dar las gracias a Raúl Perona, nos ofrecieron su potente y vibrante tema homónimo, “Materia”, para dar paso después a “Niza”, el último tema que quedaba del disco, y concluir con “Ruina”, suponemos que una canción de reciente composición, siendo despedidos con una fuerte ovación. Un power trío muy interesante, al que a partir de ahora le seguiremos el rastro.

Llegaba el momento de Sons of Steel, unos hijos del acero que surgieron en plena pandemia y cuyo nombre nos podría inducir a vincularlo con el heavy metal clásico de remaches y tachuelas, sin embargo aquí nos encontrábamos con una formación de metal alternativo, que bebe de formaciones americanas como Avenged Sevenfold, Nickelback, Alter Bridge, Silent Theory, Shinedown, incluso de los clásicos Metallica.

El cuarteto está compuesto por el bajista y cantante Tomás Perona, un músico de formación clásica, que ha llegado a tocar la viola en orquestas; el versátil batería Ethan Robs y los aplicados guitarristas Raúl de Marcos y Carlos García, este último muy seguidor de Bullet For My Valentine.

Sons of Steel

Todos salvo el bataca vestían con uniformidad pantalones y camisetas negras. Su nombre surgió al plantearse su sonido como una aleación de elementos musicales, como ocurre con el acero y el carbono, además también como un homenaje al grupo ficticio Steel Dragon, que aparecía en la película Rock Star, que dirigió en 2001 Stephen Herek.

Cuando salieron al escenario, la sala estaba casi llena y con muchos seguidores, entre los que se encontraban los amigos y familiares, que vestían camisetas con las tres palabras que les identifican. Tras una intro, arrancaban con la potente “Beyond My Acts”, con una audiencia entregada desde los primeros compases, que incluso se sabía las letras de principio a fin, creando un ambiente que les hizo encontrase muy a gusto.

A todos nos quedó muy claro la trascendencia que ha tenido, tanto en las composiciones como en el sonido del grupo, la aportación de Rául Perona, hermano de Tomás y director artístico, al que podríamos considerar como el quinto miembro en la sombra. La producción de Carlos Escobedo y las mezclas de Alberto Seara también les han dado el empaque suficiente para conseguir la solidez de un sonido que es reconocible con ese toque de la casa.

Canciones como la poderosa “The Last Notch”, con un precioso riff, o “Fight”, que abre su flamante primer álbum, conseguían crear el clima propicio de comunión con el público, y aunque al inicio se les notaba un tanto serios y tensos, se fueron soltando a medida que avanzaba el concierto.

Tras el introspectivo “Save Me”, llegaba el solo de Raúl, quizás demasiado pronto, porque una vez que tienes al público muy arriba, este recurso apacigua los ánimos, incluso te desconecta momentáneamente. Siendo conscientes de que con el repertorio de su primer disco no hay para más de una hora de actuación, para nosotros hubiera sido preferible recurrir a algunas versiones, antes de completar un set que no llegaba a los noventa minutos con tres solos diferentes.

Descargaban después el vertiginoso “Machine Gun”, en la más pura tradición de los cuatro jinetes de San Francisco, completándolo con un pequeño medley. En el magnífico “The End”, con un gran trabajo de guitarras, salieron a relucir las influencias de guitarristas clásicos como Vai o Satriani, terminando Carlos con otro solo de guitarra en el día de su cumpleaños, como le cantaron posteriormente.

Sons of Steel

Tomás se mostró como el más comunicador de los cuatro, aunque también Raúl animaba y sonreía al respetable, llegando hacia la recta final con un fantástico “So Dark”, que da nombre a su ópera prima y que versa sobre las mentiras y el no poder ser tú mismo en algunas facetas de la vida. Un tema que fue ascendiendo en intensidad, hasta desembocar en un gran crescendo final y que sirvió para hacer una pequeña pausa antes de los bises.

A un medio tiempo muy melódico como “R.I.P.”, que habla sobre el duelo tras una pérdida, le seguía el solo de batería de Ethan, un polivalente percusionista que se ha abierto camino también dentro del jazz, incluso de la salsa, y completaban el setlist con todo un trallazo como “Call to Arms”, uno de mis favoritos, donde emergía la faceta más contundente la banda y que ponía el gran colofón de una noche para el recuerdo.

Ahora toca ratificar su propuesta por diferentes ciudades españolas y, quién sabe si en algún momento podrán cruzar las fronteras, pues canciones, calidad y recursos tienen para ello.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Pedazo de resumen hacia la potente descarga que se curraron los jóvenes SONS OF STEEL presentando su nueva placa de estudio junto a MATERIA como digna banda telonera en la preciosa ciudad de Madrid donde tan grandes bandas rockeras han salido a lo largo de su historia. Sin duda tienen un gran futuro por delante estos cojonudos SONS OF STEEL.

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