Sabaton + Babymetal + Lordi: Listos para la batalla

Sabaton

Gran expectación para presenciar el pasado sábado, 15 de abril, a los guerreros del metal, Sabaton, que promocionan su último disco 'The War to End All Wars' con la gira que titulan "la gira para terminar todas las giras" para darle un toque diferente y un giro de tuerca a su propaganda en esta visita a las islas británicas que continuará por Europa. Los suecos eran secundados por los japoneses Babymetal y los finlandeses Lordi como prólogo a una gran velada de puro metal en Wembley Arena en una tarde noche primaveral con buen tiempo incluido.

La última vez que pisaron las islas británicas fue exactamente hace tres años, antes de la pandemia. Fue en febrero del 2020 y estuve allí presente, en el mismo recinto, y fue un anticipo de lo que presumiblemente iban a ofrecer al público inglés, que está verdaderamente entregado a su causa, ya que llegaron a colgar el cartel de "no hay entradas" y llenaron el pabellón con una multitud de once mil fieles seguidores. La cola de gente era tremenda, con metaleros luciendo sus camisetas y sobre todo muchos pantalones de camuflaje, que han sido la seña de identidad de estos grandes vikingos gladiadores.

Primero teníamos en escena a los veteranos Lordi, que continúan en la senda musical con su monstruosa puesta en escena. Supieron entretener a la multitud con un gran sonido y canciones conocidas y otras nuevas para promover su último trabajo, 'Screem Writers Guild', que les mantiene al pie del cañón con su espectáculo de horror al estilo de Alice Cooper, Kiss y compañía, con su parafernalia incluida.

Capitaneados por Mr. Lordi amenizaron la tarde con cuarenta minutos de hard rock finés. Tocaron temas conocidos como "Would You Love A Monsterman?","Who's Your Daddy" y canciones nuevas, como la que abrió el concierto, "Dead Again Jayne", "Thing in the Cage" y "Lucyfer Prime Evil". Para deleite final quedó la más que famosa "Hard Rock Hallelujah", con la que conquistaron Eurovisión en 2006 representando a su país.

Lordi

Buen aperitivo para la siguiente banda, que eran los japoneses Babymetal, una sensación de banda en su país, bastante populares, con un estilo de dance metal con coreografía por parte de las tres chicas con vestimenta de colegialas y voces angelicales, como si fueran de dibujos animados. Algo muy típico de allí y que a la vez resulta familiar.

Musicalmente, sus componentes rayan gran virtuosismo y mucho talento escondidos bajo sus caretas, pero ofrecen grandes melodías que complementan muy bien con las cantantes y se mantiene un gran equilibrio en el escenario. Imagino que es una manera de evolución dentro del género del metal, pero con su propia peculiaridad, la que siempre ofrecen los nipones. Aire fresco con detalles diferentes de originalidad.

Babymetal regalaron cuarenta minutos sin apenas respiro, con un set de canciones de su repertorio para todos los gustos. Temas famosos como "Babymetal Death", que fue la primera canción introductoria del concierto, "Pa Pa Ya", y por supuesto "Gimme Chocolate!", junto a dos temas nuevos, de su reciente trabajo 'The Other One', los temas "Metalizm" y "Monochrome", que bordaron ante el éxtasis de la gente, haciendo a veces un mosh pit en el centro, enfrente del escenario, y conectando con todos al unísono con las luces de los móviles para poner un poco de brillo en el mundo oscuro el que estamos, como comentó una de las cantantes.

Para el cierre de su actuación nos dejaron con la canción "Road of Resistance", que es pura adrenalina para saciar nuestra sed de metal y prepararnos para lo que se avecinaba y lo que todo el mundo estaba esperando. En definitiva, Babymetal rompe un poco las reglas del metal por su forma original de enseñarnos una vertiente diferente, pero cumple con creces con su puesta musical.

Babymetal

Llega la hora para los soldados de Sabaton, a los que la gente ya aclamaba y ansiaba verlos, pues tenían retraso para empezar por la preparación del escenario, ya que la presentación y preparación es meticulosa, rondando la perfección, y de mucha calidad para ofrecer el mejor espectáculo posible con toda clase de detalles.

Un tanque en el centro de la tarima con el set de la batería incorporado, dos torres laterales, barricadas alrededor del perímetro y espacio por doquier para moverse tranquilamente para demostrar que aparte del buen sistema de sonido también había buenos artilugios que utilizar para cada una de sus canciones. Mención aparte para la pirotecnia y los fogonazos de fuego real junto a lanzallamas y mangueras de gas, sin olvidar la maquinaria de echar nieve. Todo a lo grande, como los componentes de la banda compuesta por la voz rasgada e inconfundible de Joakim Brodén, con una potente base rítmica por parte de Pär Sundström al bajo y Hannes Van Dhal a la batería y a las guitarras Tommy Johansson y Chris Rörland.

Sabaton

Después de un amago de comenzar con la intro inaugural, los roadies salieron a comprobar que estaba todo como dios manda, y fue cuando se iluminó la pantalla grande central, detrás del batería, y comenzó con estruendoso sonido y fogonazos la primera tralla de "Ghost Division", con gran fuerza para abrir boca y terminar la canción con el cantante cogiendo un bazoka y disparar a la pantalla. Siguieron los temas "Bismark" y "The Last Stand", pura adrenalina y fuerza a raudales con riffs potentes combinados con la voz, haciendo de cada canción que sean puros himnos de metal.

En ese momento, el cantante, saludando al público y agradecido por nuestra presencia, nos comenta que después de tres años de su última visita contactaron con sus fans para preguntar qué era lo que querían que tocaran y la respuesta llegó con canciones de su viejo repertorio y temas más cañeros todavía, continuando con "Into the Fire", que desempolvaron de su extenso material. El siguiente paso fue preguntarnos qué tal se nos daba el idioma sueco antes de tocar "Carolux Rex" íntegramente en su lengua.

Nos deleitaron con temas de su último disco como "Stormtrooper", donde había soldados de la primera guerra mundial con lanzallamas, "Soldier of Heaven" con nieve artificial y todo, "Dreadnought" y la acogedora "Christmas Truce", que puso al público en pie, y fue ahí cuando se despidieron, pero un par de minutos después, en el encore, nos asaltaron con la famosa "Primo Victoria", y después con "Swedish Pagans", que fue cuando conectaron con el público para comprobar quién gritaba más fuerte entre la multitud, el sector de la derecha o el de la izquierda, alentados por los guitarristas. La última canción para cerrar el concierto fue "To Hell and Back”, para cerrar con broche de oro una memorable velada.

Sabaton se han labrado una reputación con mucho trabajo duro y ofreciendo un heavy metal en su más pura esencia, y son sin duda unos de los grandes por derecho propio.

Como siempre, nos regalaron un conciertazo de mucha calidad y nos educaron con lecciones de historia, plasmando teatralidad al mismo tiempo. Son merecedores de encabezar carteles de festivales, arrastrando miles de fieles ávidos para la causa. Con ellos el heavy metal está en buenas manos.

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