Crónicas
H.E.A.T + Crazy Lixx en Bilbao: Poderío hard rockero
«El poderío hard rockero que exhibieron sobre las tablas convierte a los suecos en uno de los ejemplos más notables en su estilo, no solo a nivel europeo, sino mundial. Que vuelvan cuando antes. ¿Cómo se convence a indecisos? Pues con hechos puros y duros tan inapelables como los de esa noche. Inmensos.»
2 noviembre 2023
Sala Santana 27, Bilbao
Texto y fotos: Alfredo Villaescusa
Es bien sabido que los cambios de cantante suelen resultar bastante traumáticos para la mayoría de formaciones. No se trata solo de reemplazar una persona o compositor, sino también de llevarse gran parte del sonido, señas de identidad que pueden provocar que un grupo sufra una metamorfosis de arriba abajo. Tal vez en el aspecto instrumental las bajas no se sientan tanto, pero si hablamos del encargado de dar la cara en primera línea de frente, ahí sí que no se debería tomar una decisión a la ligera.
Los suecos H.E.A.T en este sentido es como si hubieran vuelto a la casilla de salida, puesto que tras la salida de Erik Grönwall han fichado a Kenny Leckremo, el vocalista original que participó en los dos primeros álbumes de la banda. Todo queda en casa. Nunca una transición resultó tan sencilla para los fieles, aunque seguro que habrá opiniones divergentes.
A nosotros nos llamaba más la época con Grönwall en la que facturaron discos soberbios como ‘Address the Nation’ o ‘Tearing Down the Walls’, a la altura de grandes clásicos del género de la envergadura de ‘Slippery When Wet’ de Bon Jovi o ‘The Final Countdown’ de Europe. El tono más cercano al rock melódico de Leckremo tampoco es que nos cautive especialmente, pero no dudamos en quitarnos las dudas de la manera más convincente posible, esto es, en directo.
Muy buena entrada para un jueves presentaba la bilbaína sala Santana 27, una prueba de que los suecos todavía poseen gancho por estos lares, a pesar de la tira de veces que han venido. Eso sí, costará olvidar aquella imagen de Grönwall en la pasada ocasión en Bilbao pidiendo chupitos y subiéndose a la barra de la sala dándolo todo. Y encima decía que estaba con gripe. Ojalá los procesos virales siempre fueran así.
Calentaron el ambiente Crazy Lixx, compatriotas de los protagonistas de la velada cuya propuesta de hard rock de regusto angelino no desentonaba para nada. “Rise Above” desde luego pudo levantar a un muerto, y lo mismo podríamos decir de “Silent Thunder”, ambas casi enlazadas en un bloque compacto que revelaba su solidez en directo.
En este estilo hay grupos que se pierden irremediablemente en el postureo gratuito, pero este no era para nada el caso, pues dieron espectáculo de lo lindo homenajeando a Jason Voorhees de Viernes 13, por ejemplo, o con poses que parecían sacadas de un videoclip ochentero. Y encima se marcaron temazos tan rotundos como “Anthem For America” o “Never Die (Forever Wild)”, con el que terminaron. Grupazo.
Que Kenny Leckremo venía motivado a tope para su actuación con H.E.A.T nos lo confirmó su arrolladora presencia escénica desde el comienzo, saliendo como si le hubieran disparado desde un cañón, agitando la cabellera y moviéndose de un lado a otro con una vitalidad que ya quisieran muchos. Aquí no se admitían gatos de escayola.
Tras la recordada intro de “The Heat Is On” de Glenn Frey, BSO de ‘Superdetective en Hollywood’, arrancaron de una manera muy enérgica con “Demon Eyes”, que bordea casi el power metal. “Rock Your Body” fue el primer corte de su álbum ‘H.E.A.T II’, que tendría un notable protagonismo en el repertorio, incluso más que su último trabajo en estudio ‘Force Majeure’. De hecho, si le habrían dado más cancha, no creo que nadie se hubiera quejado.
Lo cierto es que los escandinavos superaron nuestras expectativas por completo, pues pensamos que quizás se escorarían más hacia el AOR en detrimento del hard rock. “One by One” nos aseguraba que esa noche habría respiros los justos, quizás “Never Let Go” de su debut podría entrar en esa categoría, aunque viendo la energía que imprimía Kenny a cada uno de los cortes esto sería algo discutible.
El vocalista estaba además entusiasmado porque hacía la tira de años que no cantaba esos temas en directo, lo cual explicaba su extraordinaria motivación en las distancias cortas. Pero el material en el que el inquieto frontman todavía no estaba en la banda no se resentía lo más mínimo, “Come Clean” brilló hasta un extremo inimaginable, al igual que “Dangerous Ground”. Cualquiera diría que tal era su formato original.
Lo único que sobró fue la excesiva interacción con el público que restó cierto dinamismo al bolo, pero oficiando a un nivel tan estratosférico creo que hasta se les puede perdonar, al igual que las consabidas palmas del respetable. Unos pensamientos que ni siquiera se contemplaban en el colosal tramo que se cascaron con “Breaking The Silence” y su gran hit “Living On The Run”, que la peña cantó a pulmón incluso antes de empezar.
Bajaron ligeramente las revoluciones con “Cry”, pero pudimos confirmar una vez más la garganta privilegiada de Leckremo, con un cantante dejándose la piel de esta manera es que no era cuestión de quejarse. Recuperaron ímpetu con “Point of No Return” y “Back To The Rhythm”, donde nos legaron otras interpretaciones para enmarcar y convencer de un plumazo de la solidez de su vocalista.
No desmerezcamos tampoco el trabajo de sus compañeros, como el del siempre efectivo batería Don Crash, o los punteos del guitarrista con sombrero Dave Dalone, muy rollo John Norum. Atravesar cambios de formación y seguir con este desmedido nivel a las tablas es de auténticas estrellas de rock. Estos tipos deberían estar llenando pabellones si hubiera justicia en el mundo.
La parte final del concierto tuvo además una anécdota curiosa cuando Kenny recogió una pancarta del público que hacía alusión al corte de su último disco de estudio “Harder to Breathe” y no dudó en cantar una estrofa para complacer al fan. Detalles que certifican que hablamos de gente sencilla en vez de egocéntricos pintamonas.
A un servidor no le habría importado que hubieran seguido todavía un rato más, pero “A Shot At Redemption” puso la guinda a la sesión, tal vez abusando de la interacción con el respetable, como ya hemos dicho. Pequeñas sombras que no empañan desde luego un recital de cátedra.
El poderío hard rockero que exhibieron sobre las tablas convierte a los suecos en uno de los ejemplos más notables en su estilo, no solo a nivel europeo, sino mundial. Que vuelvan cuando antes. ¿Cómo se convence a indecisos? Pues con hechos puros y duros tan inapelables como los de esa noche. Inmensos.
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1 comentario
Pedazo de resumen hacia las hard rockeras actuaciones que se curraron los suecos HEAT junto a CRAZY LIXX en la Santa Bilbaina a través de estos cañeros temas impregnados del mejor Hard Rock. Ya va quedando menos para que ambas bandas descarguen en la primera edición del LION ROCK FEST de León.