Crónicas

Ciro y los Persas: Astros que consagran el rock de guitarras en nuestra lengua

«Ciro y Los Persas forman parte del ADN del rock argentino, que traspasa fronteras y que, tres décadas más tarde, vino a recuperar el tiempo perdido en tierras ibéricas y a consagrar el rock de guitarras en nuestro idioma»

21 septiembre 2023

Razzmatazz 1, Barcelona

Texto y fotos: Markceröck

Ciro y Los Persas regresaron al viejo continente, como también vivimos en Londres, agregando una fecha más en la Ciudad Condal para este gran representante del rock argentino, pagando la deuda de esta gran luminaria con el público que esperaba en nuestro país.

Música de estadios sintetizada en la intimidad de una sala para mil personas, así fue el sueño hecho realidad para la fanaticada trasandina. El ambiente futbolero, con banderas colgadas en las barras de la segunda planta, ya presagiaba el hervidero de pasiones que generaría Ciro y su popurrí entre las canciones de su anterior banda, Los Piojos, y su actual bagaje con Los Persas .

Pasadas la nueve y media, Ciro Martinez, poseído por el espíritu rolinga de Mick Jagger, saltaba las tablas enfundado en un traje brillante de tres cuartos, emulando el baile del británico a rajatabla. Un par de pantallas de video flanqueaban el escenario, y en el centro, uno a uno, los músicos hicieron su entrada.

Los coros tribales anunciaban el revival de Los Piojos con “El Balneario de los Doctores Crotos”, que encendía la mecha del karaoke eterno de la hinchada, en su mayoría argentinos, pero también con representación de Chile, Ecuador, Perú, Paraguay, Uruguay, etc. y uno que otro espectador local, movido por la curiosidad del torbellino de los conciertos del otro lado del charco.

El segundo gancho post mortem fue “Arco”, adrenalínica canción del mítico disco 'Ay Ay Ay' (1990), para no dar tregua a la máquina piojera de éxitos. La stoniana “Banda de garage” ponía al personal a saltar sin parar de cantar y disfrutar de los oriundos de Ciudad Jardín Lomas de Palomar.

El concierto era una olla a presión mientras se recreaba el pasado glorioso de los bonaerenses. “Civilización”, en clave reggae rock, mantenía el pulso de la velada. La balada “Vas a bailar” puso la pausa y nos introdujo al presente como Ciro y los Persas, enganchando otro ritmo pausado con “Luz de marfil”, que nos devolvía al cancionero de su banda madre.

“Tan solo” y su solo de armónica terminaba por demoler el recinto en el que la audiencia, a la que se escuchaba más alto que la amplificación, casi enmudeció a la banda, dejando el listón muy alto para el resto de la presentación. “Luz”, homenajeando al tan querido en su país como en esta ciudad, Leo Messi, con imágenes proyectadas de fondo que incluían la obtención del título mundial en Qatar 2022, bajaba las revoluciones una vez más.

De regreso al terreno actual como agrupación, con más de una década a sus espaldas, teníamos “Antes y después”, que volvía a destacar la labor de la escuela musical que acompaña al frontman: Broder Bastos al bajo, Rodrigo Pérez y Juan Manuel Gigena a las guitarras, Julián Isod tras la batería y Martín Löhrengel a los teclados.

“Como Ali” nos trasladó de nuevo a estadios llenos como el de Vélez Sarsfield, con 45.000 almas en su tierra natal. Llegaba entonces la gran pregunta de Ciro al público: “Todo pasa” o “Verano del 92”, melliza musical de “Matador”, de Los Fabulosos Cadillacs, decantándose por la segunda canción en cuestión… y a bailar, alzar las manos al aire y cantar a todo pulmón.

Ya nos encontrábamos superando el ecuador del concierto, y “Mírenla” era la siguiente apuesta Ciro, acercándose al borde de lado a lado del escenario para cantar con sus fans incondicionales. Nos sorprendió el tributo al prócer del rock argentino, el polivalente Charly García, con la versión de “Raros peinados nuevos”, incluyendo un vídeo sincronizado con Charly disfrazado de enfermero en un delirio colectivo. Y de homenajes iba la cosa, ya que “Maradó”, facturada en el álbum 'Tercer arco' (1996), trajo imágenes de la mano de dios, el golpe a la Italia rica y los títulos mundiales del "pibe" con la oda musical al 10 de Argentina.

“Ciudad animal” marcó el final del concierto… en teoría. Los bises no se hicieron esperar, apaciguando las pasiones con dos temas más: “Bicho de ciudad” y “Me gusta”, amenazando con la llegada de la última pieza musical de la noche.

La falsa salida nos regaló el final como alfajor en dulce de leche con una "discusión" en la que Ciro decía "sí" que era la última y el público respondía "no", a lo Freddie Mercury criollo en un divertido ejercicio musical.

“Insisto” fue solo el puntapié para el ocaso de la noche de hits de Los Piojos, con “Ruleta” como antesala para la tralla final de “El Farolito” entre cánticos, saltos y pogos que se apoderaron de la cancha montada en Razzmatazz, para terminar la pichanga rolingera, ahora sí, despidiéndose con “Astros”, una de las cábalas del disco '27', con la que concluía una jornada tremenda para los que cruzaron el charco y esperan a sus bandas con devoción, esos grupos que forman parte de su banda sonora adolescente.

Ciro y Los Persas forman parte del ADN del rock argentino, que traspasa fronteras y que, tres décadas más tarde, vino a recuperar el tiempo perdido en tierras ibéricas y a consagrar el rock de guitarras en nuestro idioma.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Gran resumen hacia el currado concierto que se marcaron los argentinos CIRO Y LOS PERSAS en la Razzmatazz de la ciudad condal a través de esos clásicos del Rock Latinoamericano.

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