Orphaned Land

Unsung Prophets & Dead Messiahs

Century Media (2018)

Por: Yorgos Goumas

9

Se tomaron su tiempo los israelíes a la hora de otorgarnos con su nuevo trabajo discográfico ya que, su último disco, ‘All Is One’, se editó en 2013. Sin embargo, la espera mereció la pena. El concepto del LP, sin ser conceptual, puede incluir diferentes capas, analizadas brevemente más abajo. Mientras tanto, a nivel musical, muestran haber sobrevivido de manera más que digna la marcha de su guitarrista y compositor principal, Yossi Sassi. Por otra parte, a nivel de sonido, se han rodeado de gente de renombre como Jens Bogren (Katatonia, Amon Amarth, Paradise Lost, etc.) en las mezclas o Tony Lindgren (Angra, Dragonforce, Kreator, etc.) para la masterización, aparte de un gran elenco de músicos invitados.

El disco abre con “The Cave”, tema inspirado en la alegoría de la caverna de Platón y en el estado actual de la sociedad, metida en las tinieblas de la ignorancia y la falsa percepción. “We Do Not Resist” e “In Propaganda” van sobre la propaganda; pan y circo otorgado a las masas tan generosamente por los poderes ocultos para mantenernos mansos. Este último, si no fuera por el toque metalero, con sus arreglos de buzuki y cuerdas, podría sonar en cualquier emisora de música popular en los Balcanes u Oriente Medio; me trae recuerdos musicales de mi infancia en Grecia. Lo mismo diría sobre “All Knowing Eye”, aunque en esta ocasión encontramos un toque de rock sinfónico; si no me equivoco, hay una capa sonora hecha por un Mellotron o por lo menos por algo que suena así; he aquí la influencia, supongo, que han dejado su buen amigo Steven Wilson u Opeth.

“Yedidi” es una versión del tema tradicional “Yedidi Hashachachta”, basado en un poema litúrgico escrito en el siglo XII por el poeta, médico y filósofo sefardí Yehuda Halevi (nacido en Tudela, Navarra) y que inspiró el nombre de la banda, además. No es la primera vez que Orphaned Land hace algo así, ya que, en el pasado, versionó otros temas tradicionales como "Aldiar Al Mukadisa", "Olat Ha'tamid" o "Norra El Norra". “Chains Falling to Gravity”, en la que además participa Steve Hackett con un solo de guitarra, está inspirado en la historia bíblica del Éxodo, en la que se hace hincapié a la reticencia del pueblo judío a la hora de escapar de su esclavitud en Egipto, ya que pasaba penurias durante su periplo por Sinaí. Dicha historia permite a Kobi hablar, a nivel general, sobre el temor del hombre de salir de su zona de confort, de la tranquilidad artificial otorgada por el poder en la sombra que sirve para que se vuelva pasivo y blando para que así no tenga el deseo de mejorar su vida de manera real y que se haga independiente de aquellos que prefieren verle como un esclavo de sus intereses. “Like Orpheus”, con la participación de Hansi Kürch de Blind Guardian, está inspirado en el mito de Orfeo y sirve como metáfora de la salida de las tinieblas de la ignorancia, una llamada al despertar de la conciencia. “Poets of Prophetic Messianism”, por su parte, está inspirada en la muerte de Sócrates (la letra en griego antiguo, cantada por un coro, proviene de su “Apología” y un servidor les ayudó con la fonética a la hora de pronunciarlo correctamente); una muerte que el propio Sócrates podría haber evitado si se hubiese retractado de sus creencias consideradas como generadoras de caos por parte de los representantes de la tan cacareada democracia ateniense. Sócrates, fiel en sus principios, prefirió morirse antes que tragarse sus propias convicciones.

“My Brother’s Keepers” y “Take My Hand” hacen otra mención a los que prefieren vivir en su propio mundo artificial creado por los poderes en la sombra para que se mantengan adormilados, y los intentos (muchas veces en vano) de gente a lo largo de la historia, caracterizados aquí como Mesías, cuyo propósito era despertarles de su letargo. Además, contiene un extracto de una entrevista con Aldous Huxley, el autor del libro ‘Un Mundo Feliz’: “Si quieres preservar tu poder infinitivamente, necesitas el consentimiento de los gobernados”, influenciado a su vez por el filosofo marxista italiano Antonio Gramski. “Only the Dead Have Seen the End of War” es acaso el tema más agresivo del disco y en él, muy apropiadamente, participa el vocalista de At the Gates, Tomas Lindberg. Finalmente, “The Manifest-Epilogue” mantiene tanto referencias talmúdicas (el conjunto de leyes, leyendas y tradiciones judías) y referencias al libro ‘1984’ de George C. Orwell (“No habrá lealtad, excepto lealtad al Partido… Si quieres una imagen del futuro, imagínate una bota pisando la cara de un hombre… para siempre”) hasta al cantautor chileno asesinado por la dictadura de Pinochet, Victor Jara: “Canto que ha sido valiente/Siempre será canción nueva”).

En definitiva, el disco es la evolución natural musical y lírica de la banda, ya que combina tanto el sentido de la melodía, la epicidad y la llamada a la hermandad mundial del ‘All Is One’, como la agresividad y los toques progresivos de ‘Mabool’ (2004) y ‘The Never Ending Way of the ORwarriOR’ (2010), con los elementos de música oriental presentes a lo largo y ancho del disco, naturalmente. Personalmente, creo que se trata del mejor disco de su carrera: así de simple, así de claro.

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Esta entrada fue escrita por Yorgos Goumas

2 comentarios

  • Francisco Rocha dice:

    EXCELENTE!! MAGISTRAL!!! NO DECEPCIONAN CON ESTE NUEVO DISCO, AL CONTRARIO, CREO QUE ES UNA OBRA MAESTRA... DEMUESTRAN EL VIRTUOSISMO DE QUE SON CAPACES... SALUDOS DESDE DURANGO, MÉXICO...

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