Meridian

Meridian

Autoeditado (2017)

Por: Pablo Camacho

8

Desde el norte peninsular nos llega en esta fría época un disco para entrar en calor con premura. Meridian debuta por todo lo alto con un álbum homónimo. Un aviso: su peculiar forma de entender el rock nos hará replantearnos todo lo que dábamos por hecho.

El trío bilbaíno es una caja de sorpresas. Lo primero que llama la atención al pinchar la aguja en ‘Meridian’ son las graves notas de su música, que algo nos hacen sospechar. “Volar” es toda una declaración de intenciones. En este corte, la voz de Borja Gómez muestra sus cartas, jugando con la distorsión y con notas eficaces que hacen recordar a la de Carlos Escobedo (Sôber). Pero lo que más choca es la ausencia de guitarras. En efecto, la banda la completan Alain Diez a la batería y un más que versátil Raúl de Paz al bajo que consiguen desarrollar un sonido distinto, atípico, pero que engancha, cuyo máximo exponente actual seguramente sean los británicos Royal Blood. “Tú no lo entiendes” es algo que lo podríamos decir a aquellos que rechacen la idea, pero el propio tema muestra lo mucho que se puede hacer con un bajo liderando las melodías. En “No es solo gracias” asoman tímidamente unos vientos que enriquecen un tema más que contundente. Cuando escuchamos “Kamikaze” o “Has sido solo tú” nos encontramos inconscientemente moviendo los hombros de un lado a otro y es que Meridian imprimen unos ritmos que seducen, lo que nos lleva a “Baila un poco”… ¡a sus órdenes!

El rock alternativo de esta banda busca experimentar, darle una vuelta de tuerca a lo que conocemos. Muse y Queens of the Stone Age se fusionan sin que en ningún momento echemos de menos las seis cuerdas. La épica llega en “Algo se rompe”, con fragmentos en los que vibra el alma con la batería de Alain en estado de gracia.  “Me siento mejor” ha nacido para ser coreada en directo y lo cierto es que toda la música de la banda apunta a ser carne de concierto. Cada tema tiene pinta de crecer enchufado a un amplificador antes oleadas de fieles. La agrupación lo anuncia en “Sígueme”: este es el inicio de algo grande, tardaremos poco en ver su nombre en grande en los carteles. “La sal de tus heridas” nos recuerda a los mejores Foo Fighters, con una actitud impecable. El redondo se despide con “Maldito infiel”, un cierre contundente que nos deja con ganas de más.

Este disco puede ser la semilla de todo un legado. Meridian marcarán estilo y, si no surgen trabas, triunfarán. No olvidéis su nombre, lo volveréis a ver a menudo.

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Esta entrada fue escrita por Pablo Camacho

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