Eskóbula

Rockmetalpunk

Autoeditado (2022)

Por: Alfredo Villaescusa

8

Es de agradecer que aquellas divisiones férreas entre géneros de antaño parezcan ya de la noche de los tiempos. Un anacronismo similar al de los que a día de hoy todavía se sorprenden de ver a alguien con pelo largo en un concierto punk, ignorantes profundos del hecho de que Iggy Pop, uno de los precursores precisamente de ese movimiento, llevara siempre una luenga melena. La incultura sigue siendo de lo más atrevida.

Con el espíritu de demoler esas absurdas barreras se presentan estos granadinos fundados a finales de 2007 con un impresionante abanico de influencias que va desde los tonos aflamencados hasta el hard rock o el punk. En realidad, su estilo resulta tan particular que ellos mismos han decidido denominarlo “rockmetalpunk”, como su disco más reciente, vaya.

Para los que les asuste eso de que mezclen tantas cosas, podríamos simplificar diciendo que su música apela a bandas tipo Barricada o Motörhead que engloban a un público que trasciende categorizaciones y compartimentos estancos. De esta forma, “Konato de boikot” cuenta con un inicio inquietante en el que dan rienda suelta a su faceta más metalera, aunque en cuanto escuches la voz no sería descabellado que te viniera a la cabeza el mismo Evaristo de La Polla Records o incluso Fernando Madina de Reincidentes.

“Plisplas” mete el acelerador con aullidos de por medio y mucho macarrismo suburbial que llamará a cualquiera que se haya criado en un barrio humilde de ciudad. De lo mejor del redondo. “Pálpitos” posee un comienzo bastante épico, pero que nadie se piense que ya destilan aires de grandeza, al contrario, se trata de todo un homenaje a los poetas noctívagos que se enamoran cada noche y ponen el mundo patas arriba por una dama.

“Rock-metal-punk” es una especie de punto de consenso entre las diferentes corrientes que les dominan, por eso no debería extrañar que se marquen un punteo a lo Iron Maiden, pero también que su voz entronque con Rosendo y otros iconos del rock urbano. “La primera en la frente” posee bastante descaro punk en el aspecto vocal, aunque la música vaya por derroteros más experimentales. Una curiosa mezcla.

En “Un as en la manga” vuelve a relucir su vertiente metalera, mientras que “Si lloras, menos meas” proporciona una mirada del negocio musical carente de romanticismo. “El ambigú” se antoja una suerte de oración con una letra en la que se intercalan secuencias epatantes y en “Titoman” hacen gala de ese cachondeo que también constituye una de sus señas de identidad. Todo un  recuerdo a esos superhéroes de andar por casa. Y “No hay tregua”, como no podría ser de otra manera, se trata de una versión de la banda inmortal de la Txantrea. Un homenaje muy digno del que seguro que Boni estaría orgulloso. Para dejarse la garganta en sus conciertos.

En suma, se deberían mantener alejados de este trabajo los que viven acomplejados pensando si hoy son más rockeros, heavys o punks que mañana. Por el contrario, que se sumerjan en esta obra sin problema los espíritus libres incapaces de definirse con una sola etiqueta. Un ejercicio de aperturismo sin complejos no apto para personal duro de mollera. Que viva la diversidad a todos los niveles.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Cañero y rockero este nuevo tema de los granainos ESKÓBULA para su nueva placa de estudio.

  • Mingel dice:

    Pues a mí me parece un hard heavy de lo más normal, adaptando (o forzando) letra y voz para parecer punk,
    Se trata de derribar barreras o un para todos los públicos?
    Lo que está claro que si en los 80's todos querían poner el sello de heavy o rock duro , hoy lo correcto es ser punk o un poquito punk.

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