Se apagan las luces y en la Sala Azkena de Bilbao a las 22:00 horas se escucha la sirena de un barco "con diez cañones por banda...". Atravesando tormentas desde Mallorca llegan Nicolás, Agustín, Martín y Ezequiel, más conocidos como Mala Hierba. Ellos lo tienen muy claro: como dice el Martín,
Conseguir labrarse un hueco en un panorama plagado de ofertas debería considerarse una actividad de riesgo. Por mucho que algunos grupos sigan reventando salas casi en cada gira y de que a veces se tienda a pensar que el sector de la música en directo vive un momento realmente boyante,
Apelar a la nostalgia es un ejercicio que debería realizarse casi con la misma frecuencia que pegarse una farra épica. Como mucho, muy de vez en cuando, no sea que uno se enganche y acabe viviendo en un mundo pretérito gris sin redes sociales que ya no existe. Aunque hay
Podrán utilizarse mil virguerías en estudio, pero los directos continuarán siendo la verdadera prueba de fuego que nos diga si un grupo vale o no. El boca a boca, del mismo modo, tal vez sea una de las estrategias de promoción más eficaces e inmediatas, aunque sin cierta solidez sobre
Ya hay que tener coraje para proclamarse defensor absoluto de lo añejo en los tiempos polarizados que vivimos. Que nadie se sulfure ni se rasgue las vestiduras, no hablamos de política, sino de una sana admiración por las canciones de antes, esas que forman indisolublemente parte del acervo cultural popular
Mucho se ha hablado últimamente de que a los jóvenes ya no les interesa el rock y memeces semejantes que más bien responden a intereses espurios. Un servidor podría enumerar unas cuantas bandas que ahora mismo lo están petando abarrotando recintos con peña que desde luego no podría considerarse anciana.
Los cismas en el seno de las bandas pueden llegar a desembocar en situaciones realmente dantescas. Ya se ha producido ese fenómeno en alguna ocasión al otro del Atlántico entre grupos con solera como L.A. Guns o Ratt, pero por estos lares todavía nos resultaría bastante raro eso de que
Normalmente los conciertos malos solemos recordarlos con igual intensidad a los buenos. Existe ese sentimiento de incredulidad que nos obliga a preguntarnos si eso está sucediendo de verdad o por el contrario se trata de una broma pesada que desearíamos olvidar cuanto antes. Luego influye, por supuesto, las expectativas con
Lo hemos dicho ya en repetidas ocasiones, pero es que no podemos dejar de repetirlo. Es una gozada acudir a un concierto donde sabes que el grupo sudará de verdad la camiseta hasta conseguir que los asistentes salgan del recinto con una sonrisa de oreja a oreja. Eliminado el factor
La historia nunca ha concedido la suficiente importancia a esas personas que ejercían de punto de apoyo de otras, esos hombros en los que llorar cuando las circunstancias venían mal dadas o ese compañero de tragos con el que celebrar los triunfos. Muchos se acuerdan del famoso hidalgo de La