URTZ: LO DE FUERA, LO MEJOR

3 febrero, 2014 3:45 pm Publicado por  1 Comentario

Kafe Antzokia, Bilbao

 Quizás por ese complejo de inferioridad cultural heredado de los nostálgicos de aquel imperio donde no se ponía el sol, en este país siempre ha existido ese continuo mirar por encima del hombro a los grupos de aquí mientras que no caben en la boca los elogios a los foráneos, aunque su calidad en realidad tampoco sea para tanto. ¿Y quién tiene la culpa de semejantes disparates preconcebidos? Pues aparte de la atrevida ignorancia que campa a sus anchas y se exhibe sin ningún tipo de pudor, el pensamiento gafapastil ha hecho cierto daño, con esa absurda manía por ejemplo de cantar en inglés sin dominar lo suficiente el idioma, solo porque así suena más ‘cool’ y nos pareceremos más a nuestros ídolos.

Dadas las mencionadas circunstancias, no sorprende que los combos del terruño tengan que currárselo el doble o el triple que los extranjeros para que su voz se llegue a oír, por lo que menos mínimamente. Por si fuera poco contar con medios limitados de promoción, hay que lidiar también con la incomprensión del personal que por puro desconocimiento no valorará el esfuerzo o lo relegará a una especie de segunda división por el simple hecho de no disponer de ese halo de prestigio que se otorga irremediablemente a lo de fuera.

Por ello tal vez no se reconociera en su época la versatilidad de los guipuzcoanos Urtz, que lo mismo le daban al metal que a las sentidas baladas con sensibilidad pop o al post punk de influencia inglesa en un tiempo en el que los géneros eran compartimentos estancos. Encabezando la pura vanguardia artística que suponía en pleno 1988 tocar heavy en euskera, fueron ampliando las miras y añadiendo un amplio espectro de público en sus conciertos hasta su posterior separación en el 2003.

Una década después volvían al ruedo con ‘Astiro’, un nuevo disco con tantos temas como años de ausencia, y tal y como han confesado en alguna entrevista, con el único objetivo de disfrutar tanto como puedan. Pese a que lograr una media entrada tampoco es una mala cifra, lo cierto es que uno esperaba una afluencia mayor teniendo en cuenta la trayectoria de la banda y el carácter extraordinario de este tipo de conciertos de reencuentro.

Pegaban como un guante en la terna los vizcaínos Jare con su rock melódico y euskaldún con vocación de llegar a las grandes masas. Curiosa su reconversión desde las cenizas de los metaleros Idi Bihotz. Sin renunciar a esa dosis de almíbar inherente a su estilo, empezaron con cierto poso rockero con “Neure Edurnezuri” y “Gauak Eman Didana” antes de destapar el tarro de las esencias melosas con “Udazkena” y contar con picos emocionantes como el recuerdo a Iñigo Cabacas en “Zu Lagun”, acompañado de una recreación en pantalla de aquel vergonzoso episodio de corporativismo policial.

Han mejorado considerablemente su planteamiento de los shows respecto a otras ocasiones que les hemos visto y la formación ha ganado sobremanera en el directo con la incorporación de Pedro Hermosilla (Flyin’ Freak) a la guitarra, mucho más espectacular que su predecesor y con una técnica impresionante que para nada desmerece el legado anterior, cualquiera diría que su última experiencia a las tablas data del 2007. El principio de una nueva era.

Los años no pasan en balde, y menos para los músicos, pero esos pensamientos se disiparon enseguida en cuanto aparecieron Urtz en escena. Lo primero que llamaba la atención era el increíble estado de forma de su cantante Xabi Camarero, algo que ya había advertido Ritxi Aizpuru, responsable de la discográfica Baga Biga, en la presentación del último largo en estudio. Y eso es algo que se pudo certificar en el in crescendo de “Oh Lur”, muy intensa y con guitarrazos abrazando sin pudor el heavy de aire power metalero de la tierra en la escuela de Su Ta Gar.

Con un rollo más cercano al rock urbano, pero sin soltar el acelerador, “Hautsa Astinduz” demostró que en cuanto a nivel musical ninguno de los miembros desentona, e incluso podrían codearse con cualquier conjunto guiri. El público a su vez se volcó desde el principio con los de Pasaia, lo mismo cuando le daban al metaleo que al puro pop, aunque la verdad es que en el tramo inicial pocos momentos concedieron al descanso, concatenando trallazos tipo “Irri Bat” con guitarras expeliendo fuego y mástiles al cielo en una suerte de incesante aquelarre, los solos doblados eran de órdago.

Pero una de las señas indiscutibles de este grupo es la versatilidad y esa capacidad innata para pasar de las cabalgadas a los ambientes relajados, como en “Gau Ilun”, donde el voceras Xabi mostró un más que razonable dominio a la acústica. No hacía falta ni una mínima chispa para prender al respetable, pero ellos se empeñaron en eliminar barreras sumergiéndose en la multitud para ejecutar solos doblados ante la atónica mirada de la congregación. Épico.

Había treintañeros pegándose el fiestón de sus vidas, y sin duda esperarían como agua de mayo el instante en que se arrancaran con el popular “Kaixo”, muy de desfases veraniegos rurales y que sonó a capella en diversos momentos del bolo así sin venir a cuento. Para seguir incitando cánticos etílicos era también “Ez Gaitu Inork Geldituko”, y ya el personal terminó de desatarse en “Zelatan”, que recuperaba las esencias metaleras precedido de un ‘irrintzi’ que retumbó por el recinto y que quizás escucharan hasta en el Pagasarri.

Los bises se presentaban empalagosos con las féminas levantando los brazos y moviéndolos de un lado a otro en “Maite Dut”, aunque ganó fuerza el estribillo con guitarrazos a lo Metallica y el cantante desgañitándose exhibiendo un torrente de voz espectacular. Volvieron a la actualidad con músculo rockero en “Lorentzo” antes de entregarse al fervor del populacho con la festiva “Xoxoak Beleari Ipurbeltz” y “Negua Datorrenean”, otro ejemplo más de destreza vocal donde Xabi incluso imitó el llanto de un bebé de la intro.

Y después de semejante recital de altura de dos horas como señores, todavía existirán insensatos que seguirán con esa mítica cantinela de que lo de fuera es lo mejor sin ni siquiera preocuparse por los tesoros enterrados en el panorama musical de su zona. Tampoco es cuestión de una erudición desmedida, sino de simple interés.

 Texto y foto: Alfredo Villaescusa

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • juandie dice:

    Aunque conozca a muchas bandas vascas y canten tanto en castellano como en su lengua estos URTZ no me sonaban para nada pero al parecer se dejarón la piel en su concierto bilbaino con bastante minutaje en escena.Quizás acosta de este concierto empiece a escuchar algo de estos vasquillos!!!

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