SYLVAIN SYLVAIN: UNA MUÑEQUITA ENTRAÑABLE

11 noviembre, 2014 6:24 pm Publicado por  1 Comentario

Sylvain Sylvain en La Ribera (Bilbao)Sala La Ribera, Bilbao

Los conciertos acústicos tienen muy mala fama. Resulta complicado imaginarse alguno que no sea visualizando una multitud pudiente sentada en sillas elegantes, ahí con sus copazos, cabeceando ligeramente en señal de aprobación y los menos pacientes tal vez abriendo la boca de puro sopor. Es uno de esos espectáculos para señores mayores donde la gente rechista a la mínima cuando invades su preciado campo de visión y son capaces de llamar a la Santa Inquisición si cometes la osadía de encenderte un cigarro o cualquier otra macarrada subversiva que perturbe el orden establecido.

Pero como en todo en la vida, hay clases. Existen recitales desenchufados que se convierten en auténticas lecciones magistrales en las que las anécdotas fluyen con tal naturalidad que uno jamás se atrevería a llamarlas digresiones, sino piezas de un alambicado puzzle vital cuya resolución no se ofrece todos los días. Porque por muchas tecnologías a nuestro alcance, todavía quedan eones para que se consiga igualar el placer de una conversación tú a tú con una persona interesante de veras, una de esas que esconde ideas propias en la cabeza y que no tienen por qué coincidir necesariamente con nuestro punto de vista.

Con ese espíritu se presentó el guitarrista de New York Dolls Sylvain Sylvain en el exquisito garito de La Ribera, un lugar para amantes de lo sofisticado que no renuncian a disfrutar de una banda mientras celebran, paladar mediante, la joie de vivre que decían los gabachos. Por desgracia, un domingo de lluvia intermitente no parece tampoco el escenario propicio para que las masas se animen a ir a un evento, por lo que los asistentes rondaron en torno a la veintena, exceptuando los habituales que había por ahí sentados a su bola en la lejanía.

Dejando de lado las aparatosas plataformas y maquillaje de sus años mozos, este pionero del protopunk se subió al estrado con pintas de andar por casa, sin prescindir, eso sí, de su mítico pañuelo y la preceptiva chupa de cuero. Acompañado únicamente de una acústica, se arrancó con “Teenage News”, tema básico en su trayectoria con el que se iniciaba su primer disco en solitario de 1980. Siguió en esa onda con otro himno fundamental de ese trabajo, “I’m So Sorry”, que demuestra su fortaleza compositiva y confirma el hecho de que su firma siempre haya estado detrás de las piezas más redondas de los Dolls.

No tardó en ceder al inevitable recuerdo al maldito Johnny Thunders con el emblemático “You Can’t Put Your Arms Around A Memory”, pero no se puso triste, al contrario, ya desde el comienzo hizo gala de una simpatía a raudales y de un carisma especial que impedía perderse el más mínimo detalle de lo que contaba.

Hizo sonidos con la boca para reproducir el ambiente del metro neoyorquino y consiguió que la peña gritara “Pills” (pastillas) para luego llamarnos yonkis, antes de arremeter con ese clásico del debut de las muñequitas. Aprovechó la ocasión para relatar cómo mientras grababan ese tema tuvieron la brillante idea de acudir a un garito cercano a ver a Bo Diddley y los echaron de allí por supuestamente vender drogas. La verdad es que tuvo que ser cierto shock para la leyenda negra ver entrar a un bolo suyo a unos tipos maquillados con pinta de travestis.

No se limitó empero a vivir de las rentas y anunció que tenía un nuevo single,“Leaving New York”. “Sí, estoy vivo y sigo sacando discos”, anunció antes de provocar risas por doquier. El momento hilarante llegó cuando mandó ladrar a la concurrencia y dijo que eran los ladridos más dulces que había oído nunca y los comparó con los de los aguerridos ingleses. Y ya se sabe lo que sucede por estos lares, basta que alguien haga una broma para que luego no te libres de ella ni con agua hirviendo, pues no cesaron los ladridos ni al finalizar el concierto.

Confesó que de joven su banda preferida era The Velvet Underground e interpretó un “Femme Fatale”, ayudado en los coros por las chicas presentes y afirmó que sin ellas no habría show. Y en “Jet Boy”, otra del debut de los Dolls, mandó dar palmas antes de trasformar la enérgica pieza en una suerte de country crepuscular.

Parte fundamental de su educación musical fueron los llamados ‘grupos de chicas’ de los sesenta tipo The Ronettes, The Shangri-Las, y en este sentido no podría faltar el “Give Him A Great Big Kiss” de Shadow Morton, cuyas estrofas iniciales ya incluyeran en su histórico “Looking For A Kiss”. Algunos con el recuerdo de Burning no se cortaron en cantar “Eres Especial” en el estribillo y otros soltaron besos, ladridos y hasta Sylvain se animó con un maullido.

En su peculiar memorabilia personal recordó sus encuentros con Deborah Harry de Blondie y por ahí se escuchó a alguien cantar “Maria”, también rememoró su periodo en una tienda de ropa donde vendió unos pantalones de campana a Janis Joplin antes de unirse a David Johansen y compañía, e incluso admitió que el nombre de New York Dolls viene en realidad de una tienda de juguetes cerca de donde él trabajaba. Este tipo tenía anécdotas para regalar.

El final fue tremendo con las inevitables del debut “Trash” y “Personality Crisis”, que convirtió en un fiestón total en la parte central en la que en estudio se escuchan silbidos y demás. Y se despidió como un grande, cantando con la guitarra a la peña, tarareando su último single mientras su figura se perdía en lontananza y arreciaban los ladridos. Pocas veces hemos estado en un bolo desenchufado tan entretenido, vaya pedazo showman Sylvain, una muñequita verdaderamente entrañable. Guauuu.

TEXTO Y FOTO: ALFREDO VILLAESCUSA

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Que goce poder disfrutar de esta crónica hacia este gran canalla del rock como es SYLVAIN SYLVAIN mitico guitarrista de la escena punk/glam neoyorkina.Solo le bastó una guitarra acústica y grandes temas para arrasar esa noche en esta pequeña sala en Bilbao!!!

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