SWEDEN ROCK: TERCERA JORNADA

11 junio, 2012 11:00 am Publicado por  Deja tus comentarios

Tercer día en el Sweden Rock y amanece tapado, amenazando con una lluvia que se hizo intermitente por la noche y que finalmente nos acompañó durante buena parte de lo que fue un intensa pero bien disfrutada jornada.

Seguimos con la dinámica de ayer, la zona de prensa no es accesible hasta las 11:00 AM, lo que nos obliga a perdernos las primeras propuestas del festival para poder ofreceros esta crónica con la máxima inmediatez posible…

Desde la zona de prensa, situada cerca del Festival Stage, mientras finalizábamos el envío de la crónica y la selección de fotos, ya podíamos escuchar los primeros compases del concierto de Axel Rudi Pell. Actúa en el escenario principal del festival, lugar en el que cinco años atrás también lo había hecho, y al igual que como hoy, efectuando uno de los mejores conciertos del festival. Para corroborarlo, la banda nos mostraba sus mejores dotes en una potente, y como siempre, entregada “Solid Rock”. La cosa se iba calentando, el sonido era fuerte y nítido y la banda se dejó la piel en cada momento del concierto. Una breve intro de teclados de Ferdy y a Axel se le escapa una sonrisa de oreja a oreja cuando Gioeli presenta un “Mascarade Ball” que se fundió con partes de “Cashba”, un intenso solo de Pell, un tramo del “Whole Lotta Love” de los Zeppelin y un solo de Mike Terrana acompañado por la ya característica base pregrabada que nos recuerda a algún pasaje de la música clásica, en este caso con un tema cabaretero. A Gioeli se le veía con algún kilo de más pero su voz no lo acusó, más bien al contrario, sus agudos eran más prominentes que lo acostumbrado en él, quizá por eso “Mystica” nos arrolló como un tren de mercancías sin control, Axel nos extasió con un solo descomunal, Mike parecía haberse vuelto loco y, como siempre, parecía querer destrozar una batería a la que amartillaba sin compasión… Para calmar los ánimos “Mystica” se enlazó con un no menos atractivo “Mistreated” en clásico homenaje a Purple. La cosa sólo se desaceleró momentáneamente para que el hiperactivo Gioeli presentase el tema que da nombre a la última obra de Axel, “The Circle of the Oath”. Un teclado tenue por parte de Doenberg y el bajo de Volker dio pie a que el guitarrista mostrara por qué en este nuevo disco sus influencias se decantan algo más por la motricidad de Led Zeppelin que por los cortes clásicos y tan usuales de Rainbow/Purple (que sí los tiene). Fue presentar “Tear Down the Wall” y el cielo empezó a escupirnos encima, una lluvia que no dejó de caer en unas cuantas horas, pero que no hizo más que espolear a la una banda que alargó la interpretación de sus dos últimos temas, “Nasty Reputation” y “Rock the Nation”, para dejarnos con un semblante de satisfacción. Listos para el siguiente combate…

Seguía lloviendo, aunque con fuerza intermitente, mientras nos apostamos frente al Sweden Stage para reencontrarnos con Kai Hansen y sus Gamma Ray. Tras lo que vi, no me extraña que Kai haya aceptado la oferta de crear de nuevo tándem con Kiske en Unisonic, y de corazón le deseo que le vaya muy bien porque sólo le puso ganas al sonreír a unos fans que van renovándose más que consolidándose. La banda se comportó, cada uno en su sitio, cada uno afrontó su papel, pero no sé, no les vi con la solidez habitual… No quiero llamar al mal tiempo, ni ser ave de mal presagio, pero esa sensación la compartimos muchos tras el concierto. El sonido tampoco les hizo justicia y algunos problemas con los amplis de la guitarra de Kai, tras la parte inicial del concierto en el que sí sonaron bien y aún dieron muestras de cierta solidez (“New World Order”, “Gradens of the Sinner”, “Ride the Sky”, “Emphaty” y “Carry On”), los problemas y la actitud mencionadas, hicieron que me retirase antes del final de su actuación para ver a un, en este caso sí, excelente Michael Schenker.

En efecto, y como dice mi compañero Josep, la actuación de Michael Schenker ‘s Temple of Rock, que es como ha denominado el guitarra alemán a su nuevo proyecto, fue uno de los conciertos más inspirados y brillantes de esta jornada. Acompañado ahora Schenker por la sección de ritmo clásica de Scorpions, esto es, Francis Bucholz al bajo y un muy envejecido pero potente y eficaz Hermann Rarebell en la batería, la formación nos regaló un concierto fabuloso, que recogió en su repertorio una cuidada selección de clásicos de los Scorps y UFO –desde “Lovedrive”, “Coast To Coast” o en el final “Holiday y “Blackout” de Scorpions a los “Light´s Out”, “Shoot Shoot” y “Rock Bottom” de UFO- ejecutados con una elegancia y una clase insuperables, a los que añadieron un vibrante “Armed and Ready” en el comienzo y una de las mejores canciones de su último trabajo, “Before the Devil Knows You´re Dead”. De principio a fin, sensacionales. De lo mejor del día además de ser una excelente noticia comprobar lo bien que se encuentra en todos los sentidos Michael Schenker, lo que nos augura muchos más años de actividad y de conciertos tan buenos como el que nos ofreció en Sweden Rock.

Los inicios del Hard Rock y del Heavy Metal fueron muy prolíficos y, como siempre ha sido, además de las bandas que tuvieron la suerte de llegar a ser leyendas, hubo otras muchas más que se quedaron en el camino, y otras que tuvieron relativo éxito para las virtudes que demostraban. Este es el caso de Axe, banda forjada a finales de los setenta y que tuvo cierta repercusión mediática, aunque no la suficiente como para hacer honor a sus buenas composiciones. Con los años que le pesan, pero con una voluntad de hierro, Bobby Barth reunió en el primer concierto tras doce años de no actuar juntos al cantante Edgar Ridley, para con una joven banda, recrearnos con el sabor de temas sabor Old School of Rock n Roll. De hecho, las interpretaciones que Axe propuso de sus himnos “Back on the Streets”, “Forever” y “Rock n Roll in the Streets” me recordaron a lo que ha venido haciendo mi buen amigo Ken Hensley con John Lawton  (ex Uriah Heep), por lo que mi disfrute fue doble!

Arreciaba fuerte la lluvia en este plomizo y típicamente escandinavo día, pero ello no fue óbice para que bien pertrechado por un chubasquero a prueba de inundaciones, disfrutase de la actuación de esos “clásicos malditos” que son los Blue Öyster Cult de Eric Bloom y Buck Dharma. La banda dio lo mejor de sí, pero quizá no pudo evitar contagiarse en cierta medida de la frialdad del día, y ello unido a más de un problema de sonido, hizo que su actuación no fuera tan sobresaliente como muchos esperábamos. Aun así, fue una verdadera gozada para quienes hemos sido y somos desde hace muchos años seguidores del “culto”, verles en un estado de forma más que aceptable, y cantar con ellos clásicos como “Brurning For You”, “Godzilla” y en el final, el inevitable “Don’t Fear The Ripper”.

Mientras Blue Öyster Cult descargaban en el Festival Stage, otros clásicos, en este caso de la NWOBHM, Tygers Of Pan Tang se disponían en el escenario del Zeppelin Stage a darnos muestra de su incombustibilidad no tan solo reviviendo clásicos como “Hellbound”, “Crazy Nights” o “Love Potion Nº 9”, sino que también nos quisieron mostrar su actualización con la interpretación de lo que pronto será su nuevo trabajo discográfico, del que presentaron temas de un intenso Hard & Heavy. Buena y entregada actuación de este quinteto que en el Leyendas del 2010 ya nos mostró sus garras.

Mucha expectación frente al Rock Stage para ver al nuevo cantante de Gotthard, el joven Nic Maeder, que después de mucho que hablar ha resultado un vocalista con buenas dotes al que aún le queda un largo recorrido para que pueda llenar lo que hacía el gran Steve Lee (si consigue hacerlo). Lo cierto es que Gotthard le pusieron muchas ganas y su entrega se vio recompensada con la aceptación de un público que, en general, disfrutó de esos grandes pasajes de la historia de una banda que aún tiene mucho por dar. Leo Leoni se dejó la piel dirigiendo a un quinteto que supo salir airoso de las complicaciones que podían aportar clásicos como “Top of the World”, “Sister Moon”, “Mountain Mama” o “Fist in your Face”. Nic, como apuntaba al principio, supo sacarles punta no sólo a esos clásicos que nos hicieron desgañitarnos coreándolos, sino también frente a las nuevas composiciones de un álbum que sigue una línea coherente en la discografía de los helvéticos. Así temas como “Starlight” supieron encontrar también su rinconcito de éxito en un show en el que tampoco faltaron los fiesteros “Lift ‘U Up” y “Anytime, Anywhere”. Un buen show que muchos dedicamos internamente a la memoria de uno de los grandes que también se nos fue… Va por ti Steve!

No guardaba buen recuerdo de la para mí, decepcionante actuación de The Darkness en la edición de 2011 del festival Sonisphere en Madrid, pero esta vez, sí que fueron la banda de rock´n´roll potente, aconvencional, desenfadada y marchosa que yo esperaba ver. The Darkness se dejaron la piel en escena, hicieron un concierto magnífico en el que hicieron disfrutar a toda la audiencia de un show de rock´n’roll en toda la extensión del término, y en el que temas como “One Way Ticket To Hell” y “I Believe in a Thing Called Love” fueron posiblemente lo mejor de sus set, y en el que sudaron la camiseta, demostrando que el éxito que han logrado no se debe solo al marketing y al apoyo incondicional de la prensa inglesa, todavía influyente en el rock business.

“We Are Motörhead and we play Rock & Fucking Roll…”. Cuando Lemmy se cuelga el bajo y pronuncia esa ya famosa frase, ya sabemos que lo que se nos viene encima es un puro orgasmo sonoro. Motörhead es una banda a la que personalmente habré visto, y no exagero, más de 50 veces en todos los festivales imaginables, y siempre, absolutamente siempre, ha sido una gozada. En esta ocasión, además del espectáculo del “Bomber” , el famoso avión luminoso de la época de ‘No Sleep’til Hammersmith’, lo habitual: tralla a raudales -aunque me dio la impresión de que al comienzo “Iron fist” la hicieron a una velocidad menos- y sobre todo, en la segunda mitad, la locura con “Going To Brazil”, “Killed By Death” en la que intervino Whitfield Crane de Ugly Kid Joe, el ya mencionado “Bomber”, “Ace Of Spades” y “Overkill”. Otra actuación sensacional del Killer Trio por definición.

Llegaba el final del tercer día y el ánimo estaba por las nubes. Tras la decepción del día anterior con Soundgarden y tras el chute de adrenalina que siempre proponen los Mötor en sus conciertos, teníamos ganas de cerrar a lo grande, descargar esas energías que aún nos quedaban, y que comprobaríamos que aún eran muchas. Tras haber visto a Dee salir como invitado de Night Ranger y con Sebastian Bach y sorprendernos con su ausencia en el show de Mötorhead, muchos se preguntaban cómo iba a ser un show de Twisted Sister sin su espectacular look. Yo ya lo había podido comprobar en el Arrow Rock del 2006, en él Twisted Sister salieron sin su vestimenta tradicional ya que su equipaje quedó varado en algún aeropuerto. Sea como sea, en esa ocasión, y aunque Twisted no cerraban cartel, el concierto no distó en mucho de las anteriores veces en las que había podido verles. Pero aquí la cosa fue muy, muy distinta… Salieron para demostrar que saben hacer Rock n Roll como pocos, se propusieron darlo todo, y dispuestos a que nosotros se lo diéramos a ellos. Twisted Sister salieron a exprimirse y a exprimirnos, a reventarse y a reventarnos, a machacarse y machacarnos; en definitiva salieron a hacer Heavy Metal como si el mundo necesitara de ello para su continuación. Arrancaron atronadores, “The Kids are Back” y “Stay Hungry” nos penetraron sónicamente arrancando de nuestras gargantas esos himnos que desgarran hasta dentro. Comunicativo y expeditivo como siempre Dee Snider no dejaba de espolearnos con sus gestos, sus articulaciones y, sobre todo, con sus directas frases. Pero no habían venido a hacer lo que hicieron hace nueve años, vinieron a renovarse o a morir, quizá por ello desenterraron uno de sus éxitos en el olvido, “Wake Up The Giant” que casi se fusionó con un intensísimo “I Believe In Rock n Roll”. Hace nueve años durante la actuación de Twisted Sister llovió a mares y Dee lo recordaba. Dee dirigió su mirada al cielo y espetó, “Hoy no me jodes ¿eh?, hace nueve años no pudiste con nosotros y hoy tampoco lo harás!”, y como hace nueve años, “You Can´t Stop Rock n Roll” resonó como un trueno en toda la campiña de Sölvesborg. Otro clásico recuperado, en este caso  del ‘Under The Blade’, un animoso “Sin After Sin” que pasó casi de puntillas frente  al pirómano “The Fire Still Burn” y un adrenalínico “We’re Not Gonna Take It” que casi nos deja fuera de combate. La banda estaba en su momento de máximo apogeo, con un Jay Jay expeditivo, un Eddie Ojeda enfático, Animal… como siempre, martilleante con su bajo, y entonces nos tocaron la fibra, “The Price” volvió a poner el motor a revoluciones más normales, a hacernos ver que sí, que tenemos nuestros momentos de emotividad... Pero eso sólo fue un breve receso para lo que iba a venir, el fuego brotó por todas partes ante un intensísimo “Burn In Hell” que se completó con un solo de batería. Si parecía que Twisted Sister ya no podían dar más de sí, nos equivocábamos, siguieron “I Wanna Rock” y una versión del “It’s  Only Rock n Roll” de los Stones que seguro Mariano disfrutó de lo que más en este festival. Con esta larga versión, Twisted Sister hicieron un breve receso y retornaron con un explosivo “Come On And Play” al que apuntillo un no menos explícito “S.M.F.” que nos hizo sacar fuerzas de donde ya casi no las había para aguantar el frenetismo en el que la banda nos envolvió.

Twisted Sister volvieron para demostrar que no sólo son unas pinturas y unos himnos de fácil estribillo. Twisted Sister volvieron para demostrar a muchos cómo debe comportarse una banda sobre un escenario… Por cierto, gracias al grupo por dejar que los fotógrafos nos quedásemos en el foso para hacer las fotos que nos diera la gana. No sabéis cómo lo disfruté!!!

Mariano Muniesa & Josep Fleitas

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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