SOZIEDAD ALKOHÓLIKA: ENTRE TINIEBLAS

Razzmatazz II, Barcelona

Englobado dentro del festival organizado por la asociación cultural Euskal Etxea de Barcelona, lugar de encuentro de los euskaldunes residentes en Catalunya, donde estudié algo de euskera.

Un festi que ha contado con diversas actuaciones musicales en el propio centro cultural - restaurante sito en el barrio del Born, y otras salas de la capital catalana durante el pasado mes de noviembre, Lisabo, Doctor Deseo, Ama Say, The Sparteens, Jabier Muguruza o Ruper Ordorika entre otras. Pero el de mayor repercusión ha sido el de S.A., que inicialmente debían  hacer temblar la sala 1 del Apolo, pero problemas estructurales han obligado a su cierre temporal, no se si tras el show de Trivium de hace un par de semanas, durante el cual el suelo se movía como un tablón de madera cuando la gente parte central de la sala saltaba al unisono, poca broma.

Soziedad volvían justo seis meses después a la sala del Poble Nou con la sustitución temporal de Robert a la batería por Alfred “Masterclass” Berengena, un erudito del mundo de la batería, con dos libros publicados, y un curriculum notable en la escena brutal death, etc., ya que hasta el momento a puesto sus baquetas al servicio de formaciones como Exquisite Pus, Elisma, The Murder Industry, Nebulah, Profundis Tenebrarum.
Mistweaver, Baalphegor, o Terratrémol con tan solo quince añitos. Como su visita  presentando su Cadenas de Odio era muy reciente, en esta ocasión dieron un desigual repaso a su discografía con los temas de siempre, a lo grandes éxitos vendría a ser la cosa. Entramos con el bolo iniciado tras una excesiva espera haciendo cola, nos perdimos las dos primeras, así como la oportunidad de realizar un mayor numero de fotografías, con “Tiempos Oscuros” sonando, seguida por la “Política del Miedo”, y desde el último trabajo “Niebla de Guerra”, un titulo que ni pintado para describir la sesión del grupo de Gasteiz, primero por  que gran parte del bolo transcurrió entre una espesa neblina de humo, y dos, por que el repertorio escogido fue de lo más beligerante, hubo ostias para todos.

A  saco con los cerdos “Corruptos”, Juan agradeció la invitación a la gente de EH Sona, y utilizó el símil automovilístico sobre la ausencia de Robert que estaba en boxes recuperándose, y que Alfred desde Girona ocupaba la plaza del insustituible batería. A partir de “Palomas y Buitres” ya fue una sucesión de clásicos para alegría y gocé de la basca, que prácticamente llenaba la sala dos del Razz. “Sangre al Fin” con Alfred dando buena cuenta de su dominio del doble bombo, “Pelota” paso por nuestros oídos como una exhalación entre un azulada luminotecnia.

Si la anterior sonó rápida, “En el Tejado” tuvo cierto toque frenético y enloquecido, aunque se agradece el cambio rítmico, se echo en falta un recuerdo a Miliki chavales. Otro ataque a los que nos las dan con queso, al “Estado Enfermo” que se tiene que romper, para caer en el mundo de las “Ratas”, una para la prensa con “La Aventura del Saber”, y puños arriba para la “Piedra Contra Tijera“. Cambio de tercio con los “Peces Mutantes”, para pasar a ostias con “No Kiero Participar”, y al terminar un moltes gràcies del Juan. Bat, bi, hiru, lau ...eta “Pauso Bat”, el tema en euskara de Polvo en los Ojos, bailada y coreada de forma masiva. Unos “Buenos Momentos” entre tinieblas, y sorpresa relativa con el solo de batería de Alfred, para continuar con un excelente “Nada Vale Nada”, “Sin Dios Ni Na” simplemente brutal, a piñón fijo, al igual que la clásica “Civilización Degeneración”. Una pausa, y más del primero con “SHAKTALE” y “Cienzia Asesina”, un poco de algarabía con “Motxalo”, y la estocada final con el hiper-clásico “Nos Vimos en Berlín” con solidario abrazo al pueblo, ahora por fin, Estado de Palestina.

No sabría decir si han cambiado realmente lo de judío por jodido en sus ataques en directo. Una hora y piko que paso volando, faltó como no, algún tema más, dada la actualidad “Casas Vacías” o “Demokrazia” x ejemplo, o del segundo disco que quedo inédito, un “Makinaria de Estado” . En fin, cojonudos los juegos de luces, y un buen sonido, aunque algo más de volumen tampoco hubiese estado de mas. Oso ondo ¡¡¡

Texto: Jordi Kampàs

Foto: Markceröck

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