MAQUINARIA FESTIVAL: ARGENTINA SE LLENA DE MASTODONTES Y ASESINOS EN SERIE

Estadio GEBA, Buenos Aires

Los megafestivales ya no son moneda común en estos lares. Los que tuvimos la suerte de asistir a las ediciones de los Monsters Of Rock Argentina, anhelábamos (aunque agotadoras) aquellas jornadas maratónicas donde podías ver reunidos a varios de tus grupos favoritos. Hoy la economía dicta otros mandamientos y el negocio pasa por traer bandas por separado. Por suerte, de vez en cuando, algún dios del metal nos escucha y suceden los milagros. Originalmente planeado para durar tres días, finalmente la edición local del Maquinaria se redujo a dos días pasando las bandas del tercero a la segunda fecha. Nosotros asistimos a la fecha inaugural, la fecha “metalera”.

No es la primera vez que me sucede que algún acontecimiento socio-político me coincida con la fecha de un show. El marco del festival se daba en circunstancias poco usuales. Previa a la fecha, los cortes de luz y la basura estancada de días, sumado al pobre suministro de agua corriente y las elevadísimas temperaturas totalmente fuera de lugar para esta época, sumía nuestra infernal ciudad en un desastre mayor al que ya es.  Por otro lado, no es menor la coincidencia de la fecha con la anunciada marcha, conocida como #8N. Uno se preguntaba qué pasaría al salir del estadio. La verdad es que todo sucedió de manera pacífica, pero más allá de las banderas políticas nadie puede negar que era un día que salía de lo usual. Volviendo al tema que nos ocupa, habiendo llegado al show para presenciar el segmento más “metalero”, me dispuse a recorrer el campo de batalla mientras en el escenario los Cavalera Conspiracy ya sonaban.  Con sus implacables 35°, el abrasador calor no daba tregua y mucha gente se refugiaba en las pocas sombras que había en los alrededores.  Así y todo un gran número de seguidores se amontonaba frente al escenario que podría definirse como “secundario”.  (aunque estaban uno al lado del otro y tenían casi las mismas dimensiones). Buscando un hueco me acomodé para poder apreciar a Max e Igor Cavalera y los suyos. El estadio aún no estaba lleno, pero había ya una importante cantidad de metaleros (y algunos otros no tanto). Abrieron con la poderosa “Warlord” como vienen haciéndolo en casi toda su gira. La guitarra de Marc Rizzo (Soufly) riffeaba latigueando nuestros cuerpos y el bajo y la bata de Igor nos regalaban una pared de base rítmica y nos hacía recordar por qué el hermano menor de Max es uno de los bateros emblemáticos de la escena. Una incógnita a develar es el por qué Max llevaba una campera símil cuero cerrada a pleno sol. O al tipo no le gusta mostrar los evidentes kilos de más que tiene (siempre los tuvo pero ahora más) o justamente se sometió a una sesión tortuosa de pérdida de líquido. Como fuera, se la bancó estoicamente al sol mientras su hermano le hacía la segunda destruyendo los parches al ritmo de “Territory” de los Sep. Un frenesí violento recorrió algunos de los cuerpos agolpados y dio lugar a un poco de pogo febril.  Convengamos que la mayoría de la gente que presencia un show de CC, lo hace principalmente por los temas de Sepultura y la ilusión siempre presente de una reunión en ciernes, aunque luego nunca se llegue a ningún puerto.  Max usó poco el “portuñol” y mucho el inglés pero eso no impidió que se comunicara con la gente como cuando presentó tanto a Richie, su hijo adoptivo, del primer matrimonio de su mujer, Gloria (y quien tiene su propia banda conocida como Incite) como al hijo de Igor (si mal no entendí) que  tomaron el frente del escenario para entonar a dueto “Black Ark”. Para cerrar el set, se despacharon con el último cover de los embajadores de Sudamérica del thrash, “Roots, Bloody Roots…” y así todos pudimos aflojarnos un poco, contentos del show que,  a pesar de las inhumanas condiciones, nos entregaron los Cavalera Conspiracy.

Luego trasladé mi acalorada humanidad hacia la izquierda rumbo al escenario “principal” donde Stone Sour haría su presentación.  Antes aproveché en medio del “entretiempo”  para ir  a refrescarme a la carpa de prensa. Por suerte (y muy pocas veces nos toca disfrutar de este tipo de organización) un gazebo blanco con sillones y una errática heladera portátil con hielos llena de botellas de agua y gatorade o gasesosas nos esperaban allí a los pocos afortunados con la pulserita de prensa. Por ahí escuché que el agua la cobraban $30, aprovechándose del abrumador clima. Si hay algo que me molesta mucho es el inescrupuloso aprovechamiento “argento” tan típico de estas tierras. Mas bajo aún cuando no tenés opción y debés hidratarte a como dé lugar para soportar una jornada como esta. Lisa y llanamente me dan asco los que permiten este tipo de comercio de la necesidad.

Realmente tenía curiosidad por ver algunos temas de Stone Sour, si bien no es el tipo de música que más llama mi atención.  Y es que mas allá de Corey Taylor (vocalista de Slipknot), frontman y fundador y el guitarrista James Root (también compañero de aventuras en Slipknot) apenas conozco de la banda. Podemos decir que el intercambio entre voces podridas y limpias no le queda mal al estilo que practican, pero la propuesta sigue siendo demasiado “modernosa” para mi gusto y carente de la agresividad necesaria, aunque puedan sonar bastante pesados en algunos temas. Prejuicios afuera, la banda sonó bastante ajustada y contundente incluyendo un pequeño tributo a Alice in Chains (“Nutshell” sonó hasta el primer verso). Hacia final pude disfrutar de “Through Glass” y “30/30-150” de su primer disco.

El sol ya empezaba a esconderse y con su puesta el alivio sintomatológico. Aún con la claridad del día Mastodon se hizo presente en el escenario secundario. Otra de las bandas debutantes en suelo argento junto con Stone Sour. Muchos amigos envidiarían la posibilidad que tuve de presenciar el show de la mencionada banda pero la verdad es que particularmente Mastodon y su set se me hicieron eternos. Ya había podido espiar el set list en la carpa de prensa y caí en cuenta que agregaron varios temas a último momento. El problema es que sus temas son extensos y tienen más vueltas que un molinete de subte. Su propuesta es una mixtura de heavy progresivo, thrash y stoner que puede sorprender a más de uno, pero difícilmente sea fácil de digerir para personas que guste de los temas “palo y a la bolsa”. Evidentemente mucha gente los esperaba con ansias y fueron más que bien recibidos. El sonido fue de lo mejor de la tarde/ noche.  Abrieron con “Black Tongue”  y más tarde siguieron con “Dry Bone Valey”, igualmente de su último disco “The Hunter” del cual hicieron varios temas. También sonaron “Crack The Sky”, “Megalodon”y “Blood And Thunder” de su segundo LP, “Leviathan”, como así también “Cristal Skull” de “Blood Mountain” por nombrar algunos de sus temas más festejados.

Con las sombras de la noche rodeándonos, buscaba qué hacer mientras esperaba a Malón. Un refugio con sabor a VIP se encontraba tras las gradas. Un stand de Playboy TV donde la gente que compró la entrada (justamente) VIP y los de prensa, podía apreciar las curvas de un grupo de mujeres en ropa muy ajustada y a la vez tomar cuantas cervezas quisiera, tragos y canapés varios. Habiendo saciado la sed y luego de charlar con varios amigos nos mudamos hacia el campo nuevamente.

Los tambores indios y el casquear de los caballos comenzaron a retumbar y con las luces apagadas, pude observar las sombras del Pato Strunz acomodándose en la batería, y el Tano con su guitarra en mano y Carlos Kuadrado secundándolo, entrando a escena.  O‘Connor comenzó entonando “Malón Mestizo”y el pogo no se hizo esperar. Ya con el “fresco” de la noche, la indiada se animó más aún y pudimos apreciar el complejo juego de luces que tenía el escenario principal, (aunque no se usaron todas). Los tres primeros temas fueron una bola de sonido. Recién para “Judas de Oficio” y “Orgías Bacanales” la cosa se acomodó un poco más. Esta vez los Malón prefirieron hacer hincapié en su carrera y no ahondaron en los covers de Hermética aunque la H siempre es bien recibida. Es por eso que con el arranque de “Masa Anestesiada” y el ye-ye-ye-ye-ya! coreado por los ya miles de presentes, la gente se terminó de despertar y sacar la flojera de la calurosa tarde para montar en furia devenida en saltos mientras “Traición” unía las gargantas del respetable en una sola. En eso alguien revolea una billetera al escenario y Claudio se quejaba de que estuviera vacía. – “loco, ni para una birra hay”- (de seguro no se refería a las latitas ni siquiera frías de Quilmes que te dejaban tomar tras un vallado y te cobraban $30) Varios fueron los puntos altos del show de los Malón destacándose “Grito de Pilagá”, entre otros y los bises con “Gatillo Fácil” y los otros dos covers de Hermética, la emocionante “Tu Eres su Seguridad”  y el grand finale con “Soy de la Esquina”.

La próxima  hora posterior fue algo que realmente no disfruté ni un poco. Sinceramente intenté ponerme fuera de mis prejuicios y acercarme al escenario como un mero espectador que nada sabía de Marilyn Manson, pero no lo logré del todo nunca. Presentando “Born Villain”, su nuevo álbum, Manson nos visitaba por cuarta vez. Para mí era la primera (y probablemente la última). Iniciaron su set con “Hey, Cruel World” de su nuevo disco y luego fue un desfile de cambios de vestuario y juegos de luces realmente interesantes, pero no más que eso. No sé si era su peinado emo o que apareciera vestido con vestimenta papal bermellón, pero varios metaleros le gritaban cosas en clara señal de desaprobación. No digo que esté de acuerdo, pero esto es lo que pasa cuando los metaleros se ven “forzados” a presenciar un show no estrictamente de metal. Dicho sea de paso mucha gente fue específicamente a ver al “reverendo”. Era sencillo reconocerlos, por sus vestimentas. La mayoría de ese público abandonó el lugar ni bien terminada la función de Manson. Yo apenas me acerqué y me dediqué a observar la acción a través de la única pantalla (bastante pequeña, dicho sea de paso) que se ubicaba entre los dos escenarios. Pude reconocer “The Dope Show” cuando Manson esparcía polvo blanco. Creo que una de las actitudes que más me molestan de este tipo de “shows” es la pose de rockstar histérica como cuando se tiran al piso o revolean el micrófono en plan de hacerse la diva ofendida. Mientras charlaba con un amigo de años que la providencia quiso que me encontrara allí, los homenajes a los ochenta aparecieron de la mano de “Personal Jesus” de Depeche Mode y el hiper-archi-recontra-gastado “Sweet Dreams (Are Made Of This)” de Eurythmics. El final, más predecible aún, con “The Beautiful People”. Evidentemente hay mucha gente que disfrutó con creces el espectáculo brindado por el “reverendo” y los suyos o al menos eso se notaba en sus extasiadas caras al retirarse.

Al fin había llegado la hora de la lluvia de sangre. Los “cabeza de cartel”, Slayer cerraban la noche. La banda por la cual, la mayoría estaba allí. Voy a parafrasear un colega y repetir algo que seguramente, muchos pensaron. El precio de la entrada lo valía Slayer solo. Es decir, si no hubiese llegado a ver a las otras bandas, con sólo ver el poderío desplegado en el escenario, me iría del lugar satisfecho. Escenario izquierdo otra vez, luces en su mejor hora y ese sonido brutal bajando a oleadas del proscenio con “World Painted Blood” . Bombazo tras bombazo se sucedieron “Disciple”, “War Ensamble” y la grandiosa “Die By The Sword”. Fue imposible quitar los ojos del escenario y podrías haberlos escuchado aunque te taparas los oídos y estés a diez cuadras. Aún sin mover el cuello,  Tom Araya derrocha energía y maldad por partes iguales. Berrea y toca el bajo en perfecta comunión con el otro gran soporte de esa gran muralla rítmica. Quien sino el inhumano Dave Lombardo en los parches. Nunca me voy a cansar de ver a ese tipo tocar su batería transparente. Es un maldito reloj violento. El pogo a esta altura de la noche ya no era tan alocado, debido a la tarde horrenda en cuanto a clima que habíamos vivido. Pero el público argento sabe como ingeniárselas para hacerse notar. Pedazos del piso, una suerte de rompecabezas plástico, comenzaron a volar de a poco por sobre las cabezas del público (algo bastante peligroso por cierto) cuando sonaba la filosa “Mandatory Suicide”. En las violas se batían a duelo Kerry King y Gary Holtt (Exodus) quien sigue ocupando el lugar de Jeff Hanneman desde que este fue mordido por una araña hace más de un año y esta le provocara una afección en la cual se le moría el tejido afectado y por lo cual estuvo a punto de perder el brazo. Varios metaleros abucheaban (en joda) a Tom cuando este hablaba en inglés exigiéndole que hablara en castellano (como todos sabrán el Sr. Araya tiene raíces chilenas) a lo cual sonrió y dijo : “I don’t understand, don’t speak spanish” (no entiendo, no hablo español) y luego saludó en castellano al respetable. Otro bombazo esperado fue “Hell Awaits” y si la banda de sonido del infierno es Slayer, muchos ya están sacando boleto. Como todo lo bueno pasa rápido, pronto llegamos a los bises. Araya tomó el micrófono y nos espetó un: “Do you wanna die?”- (“Quieren morir?”) y dio comienzo a un final que de por sí solo se llevó todos los oros de la noche. “South of Heaven” (me había quedado con las ganas la última vez que los vi), “Silent Scream”, “Dead Skin Mask” y por supuesto, el escenario comenzó a tronar e iluminarse de rojo para dar paso a la apoteótica “Raining Blood”. Así, señores y señoras, la noche llegó a su fin. El día metalero del Maquinaria Festival dejaba a los corazones contentos de muchos jóvenes y otros no tanto. Esperemos se convierta en una saludable costumbre.

TEXTO: MAURO GENOUD

FOTOS: FERNANDO SERANI

LISTADO DE TEMAS BANDA POR BANDA

Cavalera Conspiracy

Warlord

Torture

Inflikted

Refuse/Resist (Sepultura cover)

Sanctuary

Territory (Sepultura cover)

Killing Inside

Attitude (Sepultura cover)

Arise / Dead Embryonic Cells (Sepultura cover)

Black Ark (con los hijos Cavalera)

Roots Bloody Roots

Stone sour

Gone Sovereign

Absolute Zero

A Rumor of Skin

Hell & Consequences

Made of Scars

Reborn

RU486

Say You’ll Haunt Me

Blotter

Digital (Did You Tell)

Bises:

Bother (con arranque de “Nutshell”de Alice in Chains)

Through Glass

30/30-150

Mastodon

Black Tongue

Hand of Stone

Crystal Skull

Dry Bone Valley

Megalodon

Octopus Has No Friends

Stargasm

Blasteroid

Crack the Skye

All the Heavy Lifting

Spectrelight

Curl of the Burl

Bedazzled Fingernails

Aqua Dementia

Iron Tusk

March of the Fire Ants

Blood and Thunder

The Sparrow

Malon

Malón mestizo

Culto siniestro

Castigador por herencia

Judas de oficio

Orgías bacanales

Hipotecado

Traición (Hermética cover) (con Intro de Masa Anestesiada)

Síntoma de la infección

Espíritu combativo

30.000 plegarias (Cantado)

Grito de Pilagà

Bises:

Gatillo fácil

Tu eres su seguridad (Hermética cover)

Soy de la esquina (Hermética cover)

Marilyn Manson

Hey, Cruel World...

Disposable Teens

The Love Song

No Reflection

mOBSCENE

The Dope Show

Slo-Mo-Tion

Rock Is Dead

Personal Jesus (Depeche Mode cover)

Sweet Dreams (Are Made of This) (Eurythmics cover)

Coma White

King Kill 33°

Antichrist Superstar

The Beautiful People

Slayer

World Painted Blood

Disciple

War Ensemble

Die by the Sword

Chemical Warfare

Hate Worldwide

Mandatory Suicide

Altar of Sacrifice

Jesus Saves

Seasons in the Abyss

Hell Awaits

Postmortem

Snuff

Angel of Death

Bises:

South of Heaven

Silent Scream

Dead Skin Mask

Raining Blood

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