KREATOR: Infalibles
30 enero, 2009 8:44 pm 1 ComentarioLos alemanes no fallan en directo. Son un tiro al piso y una vez más lo demostraron ante un público que sorprendentemente cada vez es más joven y femenino. El thrash está a la cabeza!
KREATOR
CALIBAN
EMERGENCY GATE
Sala Heineken, Madrid
TEXTO: MARTAMETÁLICA
FOTOS: JUAN DESTROYER
A pesar de las interminables jornadas de frío vividas en la capital las semanas anteriores, la presentación a las masas del nuevo disco de Kreator ‘Hordes of Chaos’ trajo bajo el brazo una de esas noches ardientes con predisposición para disfrutar.
Si bien a priori el cartel era algo raro y complicado por los diferentes estilos que en él confluían, el final de la noche nos aseveró una vez más que los polos opuestos se atraen y que los prejuicios están sólo en nuestra cabeza.
A horas un tanto tempranas (sobre todo para los curritos), las 19.00 pasadas, comenzaban con un tercio de la sala llena los jovenzuelos alemanes EMERGENCY GATE. Su cantante Matthias Kupka, de mono blanco impoluto (como ya hicieran en su día In Flames) y con pie de micro imitando una columna vertebral, no paró un momento quieto (de hecho se le rompió el pantalón por la zona de sus partes nobles), llegando incluso a bajar entre la gente para animarla porque veía que ésta no le hacía mucho caso cuando pedía que gritáramos o hiciéramos circle pits.
Engancharon principalmente a los más jóvenes con “Gold and Glass”, "Life v2.0" y “Slave”, entre el metal core y el death melódico decorados con algún que otro pregrabado.
Los que me sorprendieron gratamente fueron los suizos Eluveitie, que a pesar de que el escenario se les quedó pequeño (son 8 miembros) nos deleitaron con sus instrumentos paganos (hurdy gurdy incluido).
El cantante Chrigel Glanzmann, además de desgarrar la voz sin piedad bandurria en mano y rastas al aire, hacía las veces de segundo flautista.
“Of Fire, Wind & Wisdom” o “The Song Of Life” pusieron de manifiesto las carencias de la mesa de sonido, ya que los coros fueron inaudibles, al igual que varios instrumentos intermitentemente (si se escuchaba el violín, no sonaba la flauta, por ejemplo).
No defraudaron a los fans con la laureada “Inis Mona”, una pasada la gaita de piel, y “Gray Sublime Archon”. Sin duda unos de los triunfadores de la noche. El buen rollo y el ambiente familiar entre las bandas fue palpable, viéndose a diferentes miembros de las mismas entre las primeras filas. Según terminaba una ya estaba otra en un lateral del escenario con los instrumentos colgados, porque con tantos grupos, no se podían permitir retrasos.
Otro de los conjuntos que incluía este singular cartel eran los metalcores CALIBAN, que aunque provienen de Alemania tenían un regusto puramente yankee. A pesar de su imagen algo emo, el ritmo frenético de sus guitarras y la voz gutural de su voceras Andres Dörner nos hacen despejar cualquier tipo de duda sobre su estilo. “Life is too short”, “The Awakening” y “I Rape Myself” son trallazos directos a la cabeza, aunque a los más ortodoxos todas las canciones les sonaban iguales.
El frontman nos insta a que dividamos la sala en dos y que cuando comience la canción “I Will Never Let you Down” nos lancemos los unos contra los otros, ya podéis imaginar el increíble pogo que se montó.
En ciertas ocasiones -“Exit”- tiran en exceso de pregrabados y en otras -“100 Suns”- el batería se adelanta en la entrada. Agradecen a los tres grupos su apoyo durante la gira, incluso cuando nombran a Kreator el batera Patrick Grün hace un amago de comenzar “Extreme Agression”.
El show ha sido más que correcto pero no logran hacerse con los metaleros añejos. Los más jóvenes, sin embargo, parecen tenerlos como grupo a tener en cuenta.
Por fin llegaba mi momento esperado, y mira que han venido veces los KREATOR por tierras españolas, pero por x o por y nunca había podido acudir a disfrutar de su Thrash de vieja escuela. Las expectativas eran grandes y no me defraudaron.
Como era de esperar abrieron con “Hordes of Chaos”, la canción-estandarte de su último álbum, seguida de “Warcurse”, que sonó más poderosa aún que en disco. El escenario aparentemente simple se completaba con un videowall que escupía imágenes inconexas de violencia, caos y destrucción, además de proyectar la imagen del público de vez en cuando.
Las primeras palabras de Mille son para expresarnos su alegría de volver a estar en España, "donde el metal cobra vida", halagos que no caen en saco roto y que nos hacen darlo todo en “Extreme Aggression” y “Phobia” (éste pertenecerá a una época poco recordada del grupo y será muy simple, pero su efecto es inmediato entre todas las generaciones y es quizás el más aplaudido de la noche), temazos que yo hubiera dejado quizá para un poco más adelante.
El voceras sigue con sus arengas: “Es bonito encontrarme con una concurrencia tan grande de enemigos de Dios”. Imágenes de pentagramas y Belcebús inundan la pared durante “Enemy of God”. “Destroy what destroys You”, también del último, que los seguidores ya tienen dominado, culmina con nuestras palmas tras el solo.
Petrozza está sembrado y no para de comentar anécdotas, como cuando un periodista le echó en cara que en los conciertos se hablara claramente de matar, dice que le mintió y le contestó que era metafórico, pero nosotros y él sabemos la verdad: “Pleasure to Kill”!!!
Me sorprende que tras más de 40 minutos casi sin parar, Ventor, el batería, no dé síntoma de cansancio alguno, y eso que castiga sin piedad platos y doble bombo a partes iguales.
La sala se sume en unas sanguinolientas luces rojas (supongo que nada apetecibles para los fotógrafos) que dan paso a “People of the Lie” y “Violent Revolution”. E bajista Speesy se sale, deben ser pocos los bajistas de thrash que toquen sin púa debido a la velocidad de dedos que hay que desarrollar. Mille Insta a las filas de atrás a que se acerquen y un muro de acoples se concatena con la entrada de la batería -alargada- de “Terrible Certainly”.
“Betrayer”, presentada como la canción que usan para describir al 99 % de la humanidad, nos hace formar un "mosh pit al estilo español", como bien auguraba el voceras.
Los alemanes, sin visos de extenuación, se retiran momentáneamente para volver con un tema del nuevo trabajo, “Amok Run”, y “Mind on Fire”, cantada principalmente por Ventor con dudosos resultados.
Nos pregunta insistentemente si estamos cansados, ante nuestra negativa, nos anuncia que -muy a nuestro pesar- van a tocar la última. Como bien dice, los veteranos ya saben que esa canción debe ser “Flag of Hate” (no hizo gritar el título varias veces antes de darle inicio con su castigada Jackson), unida a otra mítica de su primer disco: “Tormentor”.
Nunca pensé que el thrash estuviera en tan buena forma.
Quizás el sonido, sobre todo en los solos de Sami, fue algo farragoso, algo que parece implícito en el género, pero la entrega del grupo y de su público (que abarca ya varias generaciones y mucha presencia femenina, algo impensable a finales de los 80), fue encomiable.
- Crónica de Ciro y Los Persas en Londres: Un regalo para la vida del emigrante - 19 septiembre 2023
- Crónica de The Black Crowes en Londres: Sus cinco momentos más brillantes - 5 octubre 2022
- Crónica de Incineration Fest 2022 en Londres: Acudimos a cubrir el festival más extremo del mundo - 18 mayo 2022
1 comentario
Un conciertazo sin duda!